Читать книгу Luna de miel de abejas en navidad - Max Marshall - Страница 6

Nick la Abeja continuó con su alegre paseo por la ciudad en ese mágico Día de Navidad, algo brillante llamó la atención. Se cierne sobre el camino empedrado, divisó una luz trémula frasco situado en medio de un lecho de hojas caídas.

Picó la curiosidad, Nick agitó hacia abajo a investigar, sus antenas contracciones con emoción. Con delicada atención, aterrizó al lado de la jarra y se asomó. Para su deleite, él descubrió que estaba llena hasta el borde con oro, reluciente a la miel más dulce tesoro que jamás había puesto los ojos en.

Con un suave murmullo de excitación, Nick metió pequeña abeja de la lengua en el frasco y saborear el delicioso néctar. Oh, cómo la miel cosquillas a su paladar y se calentó su corazón con su dulzura! Era como saborear un poco de la luz del sol en un frío día de invierno.

Pero como Nick se entregaba a su improvisada fiesta, un pensamiento, tiró el fondo de su mente. Esta miel no pertenezco aquí, acostado abandonado en el suelo. Alguien debe haber perdido u olvidado en su prisa.

Sintiendo una punzada de preocupación para quien había perdido su precioso tarro de miel, Nick decidió tomar acción. Con determinación en su corazón, él agarró suavemente el borde de la jarra con su pequeña abeja piernas y se preparó para levantarlo del suelo.

Pero justo cuando estaba a punto de tomar el vuelo, una suave voz interrumpió sus pensamientos.

– Discúlpeme, Señor de la Abeja, pero que jar me pertenece a mí.

Sobresaltado, Nick volteó a ver a un compañero de abeja revoloteando cerca, sus alas brillando en la luz del sol. Fue Amberley, una abeja que nunca había conocido antes, pero cuya presencia le llenaba de una sensación de calidez y familiaridad.

– Hola, – Nick saludó con una amable buzz, ajuste el frasco hacia abajo en el suelo.

– Soy Nick. He encontrado este tarro de miel de la mentira aquí, y yo estaba a punto de devolverlo a su legítimo propietario.

Amberley los ojos ampliaron con sorpresa y gratitud.

– Oh, gracias, Nick! Que la miel es muy especial para mí. Me debe haber caído mientras yo estaba a cabo la entrega de los frascos para el mercado.

Nick asintió con la cabeza comprensiblemente, dibujando una sonrisa en su pequeña abeja cara.

– Bien, me alegro de que podía ayudar. Y si alguna vez necesitas ayuda con tu miel entregas, usted puede contar conmigo!

Con un agradecido buzz, Amberley llegado y se ha recuperado el tarro de miel, acunó suavemente en su pequeña abeja brazos. – Gracias, Nick. Eres un verdadero amigo de verdad.-