Читать книгу La Ciencia De La Dieta Antiinflamatoria - Michael M. Sisson - Страница 7

El siglo pasado fue testigo de cambios continuos a nuestro medio ambiente y estilo de vida: disminución de los niveles de ejercicio o actividad física realizada; aumento de la contaminación medioambiental; aumento en los niveles de estrés, ansiedad y depresión; y cambios drásticos a nuestro suministro de alimentos. Todos estos cambios han contribuido al aumento en los trastornos médicos crónicos incluyendo las enfermedades inflamatorias y la disminución en la calidad de vida.

La inflamación puede reconocerse debido al dolor, la hinchazón, el enrojecimiento y el aumento de temperatura alrededor de la zona afectada. Existen diferentes opciones para tratar la inflamación. Una de ellas es el uso de medicamentos, la cual hasta el momento no ha sido muy exitosa ya que no cura el problema. La otra opción es la forma natural, es decir, de donde nuestro cuerpo se origina; nuestro cuerpo ha sido creado por la naturaleza y obtiene sus productos de la naturaleza. Esto significa que hay que seleccionar los alimentos que tu cuerpo necesita, ya que es muy probable que el déficit de algunos ingredientes haya causado la enfermedad en primer lugar.

De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), casi la mitad de todos los estadounidenses (117 millones de personas) sufren de uno o más trastornos de salud crónicos, y 7 de las 10 causas principales de muerte en el 2010 fueron las enfermedades crónicas.

Nuestra dieta juega un papel importante en nuestra salud y ha sido muy afectada por estos cambios.

La adición de sal, el azúcar refinada, las grasas hidrogenadas, las grasas trans y los granos altamente refinados, entre otras causas, han aumentado la prevalencia de la inflamación persistente y de bajo grado en nuestro cuerpo.

En este libro hablaremos sobre los distintos aspectos de la inflamación, los trastornos inflamatorios, el papel que juega la dieta en la inflamación y los cambios en la dieta y estilo de vida que ayudan a gestionar la inflamación crónica.