Читать книгу Heridas de pasión - Montserrat García Pino - Страница 16

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MIL BESOS Y UNA FLOR


Mil besos y una flor,

en un país de invierno helado,

con sus bosques blanquecinos

y su pueblo ya nevado.

Sus farolillos escarchados,

iluminan tenuemente,

las callejuelas y el camino,

que conducen a la fuente.

Dos extraños se han cruzado,

en el estanque del olvido,

sus ojos se han mirado

y sus manos se han unido.

Con el frío del ambiente,

sus cuerpos se han juntado,

con mil besos y una flor,

los extraños se han amado.

Heridas de pasión

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