Читать книгу Hermanas - Natalia Rivera - Страница 12

DE PARTE DE NOEMÍ VEGA QUIÑONES

Оглавление

¡Hola! Soy la mayor de cinco hermanos, hija de Rigo e Irma, padres inmigrantes muy trabajadores, y alguna vez fui una niña indocumentada. Nací en los barrios pobres de Guadalajara y me crie en la próspera California central, por lo que mi niñez fue multifacética. Mientras crecía, hablaba inglés con mi padre y español con mi madre, esperaba la escuela dominical y los fines de semana con ansia, hacía mandados luego de los deberes de la escuela e iba de vacaciones familiares de verano a México, en largos viajes por auto. En la actualidad, vivo en San Antonio y soy la directora ministerial de la región en InterVarsity Christian Fellowship en el sur de Texas. Aprendí mucho en la ciudad de Fresno durante quince años. Allí mi fe en Jesús se desarrolló e iniciaron mis sueños de transformar las ciudades y los campus.

Espero que este libro traiga sanidad y una poderosa transformación del Espíritu Santo a quienes lo leen. Aprender a los pies de Mija (la mujer que padecía de hemorragias), Rajab, Tabita y María la madre de Jesús ha sido un honor y un reto. Cada una de ellas me ha enseñado a confiar en el Señor con mi vida, mi ser y mis sueños futuros. Este libro está dedicado a mis hermanas que han luchado, como yo, por aceptar su voz y su liderazgo. Crecer como mexicana, latina, chica de piel morena, en Estados Unidos es tan bello como doloroso. Recuerdo ocasiones en que mi cultura fue cuestionada y deshonrada y otras en que mi liderazgo fue cuestionado más que el de mis compañeros hombres. No obstante, también hubo momentos en que mi liderazgo fue acogido y favorecido. Deseo que las lectoras experimenten la sanidad y el gozo que estas heroínas bíblicas nos ofrecen.

Me llena de esperanza saber que en algún punto de la historia Mija, Rajab, Tabita y María vivieron entre su gente e influenciaron sus comunidades. Algunas de ellas influyeron directamente, por voluntad propia, otras lo hicieron de manera indirecta, sin saberlo. Sin embargo, todas ellas generaron cambios tras haberse encontrado con el Dios vivo. Yo leo sus historias como una gentil, una extranjera que se infiltra en la narrativa, que busca comprender las experiencias de estas mujeres y compartir lo aprendido contigo. Si bien ha crecido la cantidad de mujeres como nosotras en lugares de influencia y liderazgo que buscan orientar a otras, todavía está vigente la necesidad de mentoras latinas en todas las áreas de la vida. Espero que estas mujeres puedan guiarte en tu trayecto como líder. Mi madre siempre me decía: «Mija, dedícale todo a Cristo porque acuérdate que todo lo puedes en Cristo que te fortalece», Filipenses 4:13. Hermana, recuerda que todo, absolutamente todo, lo podemos en Cristo que nos fortalece: a ti, a mí, a nosotras y a nuestras comunidades.

Hermanas

Подняться наверх