Читать книгу Península Coreana: estrategias, reestructuración e inserción en el mundo global - Nayelli López Rocha - Страница 9
México y Corea del Sur en 2020: de las relaciones oficiales y empresariales a la hora de los ciudadanos
ОглавлениеBruno Figueroa *
Fascinación mexicana por Corea
Corea es el futuro que tuvimos un instante;
es el espejo de nuestras aspiraciones incumplidas.
En la dinámica presente de las relaciones bilaterales de México, entendida como el conjunto de actividades y concertaciones en el ámbito político, económico, cultural y de cooperación con un país, destaca la República de Corea1 en dos sentidos: el primero es que, a pesar de tratarse de una relación reciente en términos históricos, y de la gran distancia geográfica y cultural entre ambos países, la relación ha alcanzado ya un lugar de primer orden para ambos, de acuerdo con diversas variables. En segundo lugar, la relación económica, el turismo y otros ámbitos siguen creciendo a tasas importantes, y parece haber aún espacio para mayor crecimiento, en particular en el ámbito económico, si se fortalecen el marco institucional y el jurídico.
Corea alcanzó el estatus de miembro pleno de la comunidad internacional apenas en 1991, cuando ingresó a la Organización de las Naciones Unidas (onu). Hace tan sólo 20 años, el comercio total entre México y Corea era limitado —4 mil millones de dólares (mdd)—,2 al igual que las inversiones (638.5 mdd acumulados entre 1994 y 2000). En 2005, ambos países decidieron establecer una Asociación Estratégica para la Prosperidad Mutua, con el fin de llevar la relación a otro nivel. Hoy Corea es el quinto socio comercial de México y el quinto destino de nuestras exportaciones; es también la décima cuarta fuente de inversión internacional para nuestro país. México concentra la mitad de las exportaciones coreanas a América Latina y 30% de sus inversiones (Comisión Económica para América Latina y el Caribe [cepal], 2015).
No nos detendremos en la historia de las relaciones entre ambos países, muy bien reseñada por el embajador José Luis Bernal Rodríguez (Bernal, 2016). Analizaremos dichas relaciones, centrándonos en los ámbitos político y económico en la actualidad, y reflexionaremos sobre las posibilidades de incrementarlas. Finalmente, daremos cuenta de un fenómeno inédito hace apenas una década entre los dos países: la irrupción de las sociedades como nuevo motor de la relación bilateral, a través de cientos de miles de voluntades individuales, en particular jóvenes, de conocer y aprender más del otro, y de realizar actividades turísticas, de estudio y laborales. Este hecho, con impacto en otras áreas, transformará la naturaleza de la relación en el futuro.