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ОглавлениеIdea V
De las formas de convivencia
Un alumno, que cursaba la asignatura de Física, en un horario vespertino y ya siendo la última hora, cometió un hecho significativamente inapropiado, el cual centró las miradas de todos. En un momento de cálculo matemático en forma impensada, él expelió un eructo.
Tratar de entender cuál fue el motivo por el que sucedió esto nos llevaría a hacer reflexiones de las más diversas, puesto que partiríamos de la desubicación, falta de respeto, deterioro de convivencia y de buenas costumbres y la lista seguiría.
Pero entiendo que el centro de la cuestión está dado en que se quebrantó la cadena que indicaba la forma en que se debían comportar los miembros de un curso, personas que comparten un lugar para lograr la ampliación de los conocimientos.
Nadie puede juzgar el quehacer íntimo y personal de las personas, en cuanto no sea tomado como un agravio a otros. Pero ¿por qué sería un agravio este hecho? Y la respuesta está dada en que está establecida como idea de buen trato que ese hecho está reservado para lo privado y lo reservado. Este ejemplo habla a las claras de que hay costumbres que se están perdiendo.
El contexto indica qué es lo que se está haciendo, pero no por el contexto en sí, sino por el hecho. Entender que un hecho importante hace que sea enmarcado en un conjunto importante. Nadie, en su sano juicio, concurriría a un paseo por la playa en esmoquin, pues esa vestimenta está reservada para acontecimientos de otra índole. Esta muestra puede ser comparada con el acto del alumno, el cual realizó algo tan desubicado como el aquí ejemplificado.
Y ahí está el desvanecimiento de las cosas. Este alumno estaba realizando algo tan importante para su crecimiento como es estudiar (y ampliar sus conocimientos), pero a la vez tan desvalorizado por él que no tuvo problema en efectuar el acto. Él no tenía presente lo significativo que era hacer crecer sus conocimientos, por lo que no dudó en realizar algo fuera de lugar, para el lugar donde estaba.
Podríamos concluir en que, para él, el estudiar no era importante. Y esto es lo realmente serio. El estudio da la posibilidad de crecer y de mejorar, lo cual él no tenía en su valoración como algo que encabece su esquema.
La sociedad ha fomentado tanto otras cosas irrelevantes que el alumno ha ahogado su real necesidad con modelos que le hacen desvalorizar lo importante. Tanto esto es así que se puede ir o visitar un sitio con un cierto grado de importancia, con el riesgo de ser un desubicado y no resguardar que se está fuera de lugar. Así se están perdiendo las formas de vestimenta, de relacionarse, de expresarse, de convivencia.