Читать книгу Cambia tu vida en 30 días con la Ley de la Atracción - Olivia Reyes - Страница 9
CÓMO OPERA LA LEY DE LA ATRACCIÓN
ОглавлениеATRAIGO A MI VIDA CUALQUIER COSA EN LA QUE PONGO MI ATENCIÓN Y ENFOQUE, YA SEA ALGO POSITIVO O NEGATIVO.
El concepto básico de la Ley de la Atracción es que todo atrae a su igual, es decir, energías positivas atraen energías positivas y energías negativas atraen energías negativas.
La Ley de la Atracción es totalmente impersonal y no hace preguntas, no le importa si alguien necesita más dinero o quiere encontrar a su pareja ideal, un trabajo mejor pagado o saldar sus deudas, lo único que distingue son las vibraciones de las personas y se encarga de enviarnos más de aquello que estamos emitiendo, sin importarle si deseamos lo contrario.
Partiendo de esta base, podemos decir que para usarla correctamente es necesario vigilar nuestra vibración, ya que si nuestra mente está enfocada en cosas negativas no vamos a obtener lo que deseemos, aunque le dediquemos muchos esfuerzos.
El magnetismo rige todas las áreas de nuestra vida y uno de los ejemplos más significativos de su influencia se encuentra en el área de las relaciones humanas. Es impresionante comprobar cómo nos atraemos con gente de nuestras mismas vibraciones.
Un ejemplo clarísimo de esto es el caso de las mujeres que sufren o han sufrido maltratos en sus relaciones, ya sean físicos o emocionales. En muchas ocasiones, la mujer deja a su pareja porque la maltrata, pero vuelve a encontrarse en la misma situación poco tiempo después con otra persona diferente. Esto es debido a que sus vibraciones de temor o rencor (su enfoque) reflejan que la persona está pidiendo más de lo mismo, aunque no sea así. Y ésta no se da cuenta de que es ella misma quien, con sus vibraciones, está atrayendo esta clase de resultados en su vida sentimental.
Desafortunadamente, al no ser conscientes del importante papel que juega la Ley de la Atracción en nuestras relaciones, solemos pensar que todo el mundo es igual. Si tuvimos una pareja que nos engañó y seguimos atados al patrón vibratorio de este tipo de relación, seguiremos atrayendo a parejas que nos engañen, y entonces terminaremos por decir que todos los hombres son iguales o todas las mujeres son iguales, y nos daremos por vencidos en el amor sin imaginar que sólo se necesita un cambio de vibraciones para atraer a nuestra pareja ideal.
Hay mucha gente que vive sola porque, después de encontrarse con muchas personas que no la aman, la maltratan o la engañan, se ha cansado de buscar el verdadero amor. Y esto no debería ser así, porque eliminando de nuestro subconsciente los patrones relativos a este tipo de situaciones negativas (sanando el interior) dejaremos de atraerlas, y podremos encontrar lo que queremos.
La Ley de la Atracción no sólo es culpable de nuestras atracciones de pareja, sino también de nuestras circunstancias económicas, pues se encarga de hacer a los ricos más ricos y a los pobres más pobres.
… porque al que tiene, se le dará más, pero al que
no tiene, aún lo que se imagina tener le será quitado.
Lucas 8:18
Esta cita de la Biblia nos dice que a los ricos se les dará más, pero que a los pobres se les quitará hasta lo poco que tienen o creen tener. Tomando en cuenta cómo opera la Ley de la Atracción, creo que tiene mucha lógica. Encaja con la realidad de nuestro mundo, donde a los pobres les suceden más catástrofes como inundaciones y huracanes que destrozan sus hogares y cada año vemos en las noticias que la gente de escasos recursos es siempre la más afectada por los fenómenos climáticos.
Prácticamente, se nos da más de lo que tenemos (aquello en lo que nos enfocamos) y la gente que tiene un sentido de privación está muy enfocada en su sentimiento de no tener, así que el resultado es que sigue viviendo en las mismas circunstancias. A pesar de todos los esfuerzos que se hagan por ayudar a las personas marginadas, siempre existen situaciones que las siguen manteniendo en el mismo estado, ya que la energía es mucho más poderosa que la acción.
En mi caso personal, he visto reflejada esta verdad de que la energía es muchísimo más poderosa que la acción, ya que mis resultados económicos fueron durante mucho tiempo los mismos. Daba igual que tuviera dos trabajos y que asistiera a la escuela nocturna para seguir preparándome, siempre me faltaba dinero, se presentaba algún imprevisto o un familiar a quien ayudar y el dinero que ganaba en mis dos empleos se me iba de las manos como agua.
Mi necesidad económica a la edad de diecinueve años era tan apremiante que me veía obligada a tener dos trabajos a la vez, uno de ellos de lunes a viernes, como auxiliar contable, y el otro los fines de semana, en tiendas de autoservicio. Y a pesar de trabajar tantas horas, nunca tenía dinero, porque estaba demasiado enfocada en no tenerlo. Mi mente —es decir, mi energía mental, que es más poderosa que la acción física— estaba totalmente enfocada en un sentido de carencia.
Ahora me doy cuenta de que mi situación económica era un resultado directo de mis pensamientos negativos, que me mantenían emitiendo unas vibraciones de carencia que el Universo me devolvía como si fueran regalos enviándome más y más y más y más. Pero en aquel tiempo esa situación me parecía una injusticia; no podía entender por qué otras personas se relajaban mucho y tenían más dinero. Yo había aprendido que quien trabaja más es quien triunfa, y que tenía que trabajar muy duro si quería salir adelante.
Realmente trabajaba muchísimo y nunca me daba ni un pequeño lujo, como un perfume, una pulserita de oro o una ida al cine. Y cuanto más trabajaba, menos me rendía el dinero. Como consecuencia de ello, fueron creciendo mis emociones negativas, mi indignación y mi dolor, y esto me hundía más porque no apartaba nunca mi mente de los problemas económicos y al ver que trabajando no los resolvía me sentía todavía más impotente (la impotencia es una de las vibraciones más bajas que existen en el Universo).
Durante aquel tiempo, me fijé también en muchas cosas que no entendía. Observaba con coraje a la gente perezosa que ganaba grandes cantidades de dinero por llegar tarde al trabajo, dar órdenes a sus subordinados, subir los pies al escritorio y tomarse una siesta de dos horas. La mayoría de esa gente, que a mi me parecía que tenía mucha suerte, realmente estaba utilizando la Ley de la Atracción a su favor sin saberlo, pues estaba despreocupada y confiaba en que sus problemas se iban a resolver solos, y efectivamente sus problemas siempre desaparecían de un día para otro o llegaba alguien a ayudarlos a resolver cualquier situación contraria.
Por otro lado, observé que cuanto más se preocupa uno por solucionar un problema, menos lo resuelve.
Después de mucho tiempo y muchos libros, logré entender cómo funcionan las leyes universales. Principalmente entendí el efecto de la Ley de la Atracción y logré usarla a mi favor exitosamente. Ahora sólo trabajo en lo que amo hacer, tengo plena libertad creativa y gano mucho más de lo que ganaba antes. Pero lo que es mejor es que cada día mis ingresos aumentan más y gano dinero por Internet mientras duermo o descanso.
Es una gran diferencia, ¿verdad?
En aquella época de mi vida en la que trabajé hasta desgastarme, me encontraba en un estado emocional muy negativo y siempre llevaba encima rencores, negatividad, enojos, molestias, creencias negativas… Así que físicamente estaba haciendo todo lo posible para tener prosperidad, pero por otra parte estaba contradiciéndome al pensar que el dinero era difícil de ganar y que había que trabajar duro para poder conseguirlo. Ésa era mi realidad, una realidad que yo misma estaba creando. Sin ser consciente de ello, estaba ejerciendo mi poder de atracción hacia todo lo que era negativo, porque mi mente jamás dejaba de trabajar negativamente.
Cuando una persona se encuentra en un círculo vicioso de atracción, como era mi caso, sigue perpetuando las condiciones a las que se resiste u odia sin quererlo, y esto ocurre cuando:
• Está concentrada al cien por cien en sus problemas en lugar de enfocarse en lo que desea y emitir vibraciones positivas como gratitud, amor, felicidad, relajación, fe, confianza o pasión.
• Se resiste a una situación y piensa que es una víctima en lugar de ver la situación problemática como una oportunidad para decidir qué quiere y utilizar su energía mental para atraerlo.
• Físicamente hace todo lo posible por mejorar su situación, pero mental y sentimentalmente contradice sus esfuerzos, ya que sus conversaciones siempre son de quejas y dudas en lugar de fe, confianza y paz.
• No sabe que sus creencias están creando su realidad.
Todo lo que tenemos en la vida, ya sea bueno o malo, se encuentra con nosotros debido al poder de atracción que hemos ejercido sobre ese objeto o circunstancia. Por el contrario, las cosas que desearíamos tener y que no hemos podido lograr están lejos de nosotros porque no hemos sabido ejercer ningún tipo de atracción sobre ellas. Es así de sencillo, nuestro mundo funciona en base a la atracción.
Hay quienes dudan de esto y piensan que de verdad hay algo o alguien que tiene la culpa de que no estén viviendo sus más acariciados sueños; dan la culpa a la situación del país, la falta de empleos y de oportunidades o de salarios bien pagados, la guerra, los impuestos, el gobierno, la familia, etc. Pero si tú de verdad quieres ver un cambio en tu situación actual, sólo te pido que creas, que estés dispuesto a poner en práctica los ejercicios de este libro, que les des el privilegio de la duda a todos esos grandes hombres que nos dijeron cosas como:
«Todo comienza con la imaginación del hombre».
«Cualquier cosa que el hombre pueda imaginar, el Universo es capaz de dársela».
«Ten fe como un grano de mostaza y moverás montañas».
«Como el hombre piense en su corazón, así le será hecho».