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CAPÍTULO I

EL TEXTO, UNIDAD COMUNICATIVA FUNDAMENTAL

1.1. INTRODUCCIÓN

El resultado de la actividad lingüística es el texto, unidad comunicativa básica, constituida por una secuencia coherente de signos lingüísticos, mediante la cual interactúan los miembros de un grupo social para intercambiar significados, con determinada intención comunicativa y en una situación o contexto específico.

Para el comentario de texto es fundamental el concepto texto. Es su punto de partida. El comentario es un diálogo con el texto, una discusión de sus puntos de vista y una propuesta nueva de él. El comentario realiza las tareas, de manera explícita y ordenada, y da como resultado un texto que reproduce la estructura y los mecanismos del texto común. Por esto mismo, la adquisición de la habilidad para comentar textos, implica la adquisición de la habilidad de producirlos. El comentario de texto es una práctica lingüística, es la producción de un texto sobre otro. La elaboración de un comentario de textos no es más que la explicitación reflexiva de la lectura del texto que se comenta. El producto que se les pide a los estudiantes en un ejercicio de comentario, es simplemente un texto, es del mismo tipo que aquello que se estudia, es decir, un texto. Por esto, el comentario de texto es el ejercicio en el que se practica, de manera integral, el dominio que de la lengua tienen los estudiantes. La realización de este ejercicio incide, por lo tanto, en el nivel idiomático de los estudiantes.

Recordemos que, en un principio, la palabra fue la reina de la filología. Más tarde desde la filología y en la lingüística, se instaló la oración en el trono de la teoría investigadora. Y, desde hace unos años es el texto, el rey que impera en los dominios del estudio de la lengua. Texto, en su sentido etimológico, de textus, equivale a entramado o urdimbre, disposición de los hilos de una tela. Si continuamos con la imagen metafórica, el texto lingüístico supone un tejido de palabras entramadas, unidas en un entrelazamiento de disposición regularizada, que proporciona una consistencia de totalidad comunicativa. En definitiva, el texto como resultado constituye el entramado de unidades lingüísticas, organizadas por la compleja interrelación que marca el código sistémico de la lengua. Viene a ser un resultado que el hablante-autor, ofrece como conjunto comunicativo para ciertos oyentes-lectores, uno o varios o todos los posibles interesados.

El texto es un resultado lingüístico, plasmado como realidad enunciativa, actualizada y hecha concreta, capaz de ser contemplada empíricamente en dos aspectos concomitantes y mutuamente dependientes que se prestan a experimentación: la realidad observable de su sucesividad sintagmática discursiva y la realidad interpretable de su contenido comunicativo (Vidal, 1994).

En sentido amplio, el texto es una unidad en la que se organiza y actualiza la comunicación lingüística, mediante el encuentro de una serie heterogénea de signos que producen efectos de sentido, porque la serie de enunciados que lo componen están dentro de una finalidad comunicativa unitaria.

1.2.DEFINICIONES DEL CONCEPTO TEXTO

Existen variadas y diferentes definiciones de texto. Sin embargo, se considera que deben estar presentes los siguientes criterios:


La retórica clásica es reconocida como una de las primeras teorías que se plantearon el estudio del texto y de la relación entre el hablante-orador y su audiencia. Sin embargo, para Paul Ricoeur (1986) el concepto de texto alcanza su estatus después de la mitad del siglo XX, y señala que, en términos generales, texto es aquello que se realiza como discurso escrito y se destina a un lector que, al interpretarlo, puede abrirse a la comprensión de sí. Una de las definiciones más tradicionales de texto es la que aparece en Lázaro Carreter (1968) en su Diccionario de Términos Filológicos, nos dice que son textos: un fragmento de una conversación entera, un verso, una novela, la lengua en su totalidad, etc.

Enrique Bernárdez en “Introducción a la lingüística del texto” (1982) nos entrega una definición muy completa y clásica de texto que es la siguiente:

“Es la unidad comunicativa fundamental, producto de la actividad humana, que posee siempre carácter social; está caracterizado por su cierre semán.co y comunicativo, así como por su coherencia profunda y superficial, debida a la intención (comunica.va) del hablante de crear un texto íntegro, y a su estructuración mediante dos conjuntos de reglas: las propias del nivel textual y las del sistema de la lengua.” (1982,pág.85)

Para llegar a esta definición, Bernárdez enfrenta el concepto de texto, piedra angular de toda la arquitectura textual lingüística. Comienza por explorar las definiciones tradicionales del texto, aseverando que el texto no es, en esencia, un conjunto de frases con una determinada estructuración, sino que es la unidad fundamental del lenguaje entendido comunicativamente. Este autor nos dice que la palabra texto es muy antigua, ya que aparece en el Diccionario etimológico de Corominas del siglo XIV en castellano, además figura en diccionarios de términos lingüísticos anteriores a la lingüística textual. Analiza varias definiciones de carácter tradicional, llegando a la conclusión de que todas esas definiciones son diferentes tendencias que encontramos en los diversos practicantes de la disciplina. Agrega que todas las definiciones de texto coinciden en el criterio de que el texto posee una función comunicativa y social y que es producto de la actividad verbal. Bernárdez nos dice que su definición de texto más que una definición, es la presentación de un conjunto de características de este, lo cual nos permitirá trabajar con este concepto.

Hoy el texto es considerado como una unidad comunicativa, de un orden distinto al oracional; una unidad semántico-pragmática de sentido, y no solo de significado; una unidad intencional y de interacción. Algunos autores, en la actualidad, desde la perspectiva relativista moderna y desde los puntos de vista más extremos de la teoría de la interpretación, consideran que el texto es un productor continuo de señales y que, por eso, comprenderlo es una tarea exploratoria hacia la búsqueda de significancias que constará de tres pasos:


Creemos que las definiciones de textos deben considerar como factores fundamentales los siguientes:


Para las autoras Calsamiglia, H y Tusón, A, (2012), el texto está constituido por elementos verbales combinados, formando una unidad comunicativa intencional y completa, y agregan que todo texto debe ser entendido como un evento (o acontecimiento) comunicativo que se da en el transcurso de un devenir espacio-temporal. Según las mismas autoras, hoy existe unanimidad en considerar que el texto es una unidad comunicativa de un orden distinto al oracional; una unidad semántico- pragmática de sentido, y no solo de significado; una unidad intencional y de interacción, y no un objeto autónomo.

La reflexión sistemática que se ha realizado sobre el texto, ha tenido varias orientaciones. Se toma el texto como el texto en sí, como producto o se toma en su proceso de composición o en su proceso de interpretación, y cada uno de los diversos enfoques o corrientes lingüísticas, entregan aportaciones para delimitar el sentido de texto como unidad compleja. Por ejemplo, Halliday y Hasan (1976) han contribuido a precisar aspectos de los mecanismos de cohesión. De entre las corrientes que han estudiado el texto, tenemos la Lingüística Funcional y continuada por la Escuela de Praga (1975). Para una mejor comprensión de estos planteamientos, contamos con presentaciones e interpretaciones como, por ejemplo, la de Bernárdez (1982).

El texto es, fundamentalmente, una unidad comunicativa por el que dos o más personas se transmiten informaciones. Por lo tanto, para entender el mensaje y la finalidad de este, debemos analizar ese acto comunicativo que ha motivado su creación. La condición de texto no depende del mayor o menor número palabras, frases, oraciones que se utilizan en el proceso comunicativo, sino de que este material lingüístico sirva para transmitir de manera adecuada un mensaje coherente e interpretable de manera autónoma. Por ejemplo, en las salutaciones:


Estos textos de ejemplos pueden considerarse bien construidos en las situaciones de comunicación adecuadas, ya que sirven para transmitir mensajes perfectamente comprensibles, como es el hecho de que alguien salude a una persona que lo escucha. Estos ejemplos poseen una complejidad bastante menor que la de otros textos mucho más extensos que una novela, una crónica, un ensayo, multimodales, etc. Todos estos textos los podemos considerar como bien construidos cuando transmiten un mensaje autónomo, el cual puede entenderse bien, tal y como se ha formulado.

1.3. OTROS CONCEPTOS DE TEXTO

En el siglo XXI, la definición de alfabetización se ha empleado para referirse a un manejo flexible de un conjunto de capacidades en el uso y producción de textos tradicionales, asimismo, como el manejo de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. No basta comprender, interpretar, reflexionar, producir y comentar solo textos escritos, en general, sino también comprender textos multimodales, en específico. Un nuevo concepto de texto fue creado en la década de los sesenta por el filósofo y sociólogo Theodor Holm Nelson (1967) (hipertexto, concepto asociado a la informática) para designar la nueva lectura no lineal e interactiva que surgió con la informática y la aparición del internet.

En la actualidad, las tecnologías se han expandido aceleradamente por el mundo, y con ello ha surgido el texto multimodal, estudiado por diversos autores y presentándolo desde diversas perspectivas. Autores destacados como Kress y Van Leeuwen (2001) sentaron las bases para la creación de modelos semióticos y discursivos de los textos multimodales. La multimodalidad es entendida, por los mismos autores ya citados, como el uso de varios modos semióticos en el diseño de un evento o producto semiótico, así como la particular forma en la que estos modos se combinan. Para que un texto multimodal sea coherente, el texto debe ayudarnos a entender la imagen y viceversa (Barthes, 1977). El texto multimodal es una alternativa viable para incentivar las lecturas en los estudiantes de la Enseñanza Media. En el ámbito educativo, el discurso multimodal toma gran importancia dentro del aula, pues es ahí justamente donde debe generarse la mayor comunicación, donde se da el mayor intercambio de palabras, gestos, posturas, esquemas, ilustraciones, entre otros.

El Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (2001), destaca la capacidad que deben adquirir las personas para buscar información en el hipertexto, es por ello que Kress, quien ha dedicado años a la investigación de la multimodalidad, hace esfuerzos por aplicar sus resultados en educación, con el propósito de que los docentes y estudiantes conozcan en qué grado los medios tecnológicos influyen en la construcción de diversos tipos de discursos, y qué competencias se deben desarrollar para su análisis.

El intertexto como el hipertexto, son componentes presentes en el texto multimodal, ambos toman elementos de otros textos o productos, generando y entrelazando elementos diversos, lo que va provocando una serie de productos con múltiples interpretaciones.


El intertexto es uno o más textos que el lector debe conocer para comprender una obra literaria en términos de su significación global, (como opuesta a significados discretos de sus sucesivas palabras, frases y oraciones) (Riffaterre, 1991). El intertexto es el espacio de encuentro en el que interactúan las aportaciones del texto con los saberes, habilidades y estrategias que el lector utiliza (Mendoza, 2003).Todo texto es un intertexto, pues otros textos están presentes en él, en niveles variables, bajo formas más o menos reconocibles (Barthes, 1968). Para trabajar el intertexto con los estudiantes, se les puede proponer que verifiquen el tema de la Muerte que ha ocupado al ser humano, y al artista, en incontables ocasiones. Esto se debe al hecho de que la Muerte es un tema, uno de los interrogantes, que atañen a las personas de todos los tiempos y lugares. Por lo mismo, se convierte en una constante temática del arte. El cruce de textos genera intertextos, o sea, los espacios discursivos en los que un conjunto de textos entra en relación con un texto concreto.


1.4. INTERTEXTUALIDAD

En relación con la intertextualidad, Lomas (1999) nos dice que el comentario de texto no es más ni menos que un texto expositivo que trata sobre otro texto, y en ese sentido manifiesta la intertextualidad en su estado más puro.

Beaugrande y Dressler (1981) para explicar en qué consiste la intertextualidad utilizan la metáfora de las señales de tráfico. Si un conductor encuentra en la carretera una señal de tráfico que marca el final de la limitación de la velocidad, quiere decir que kilómetros antes, encontró otra señal que limitaba la velocidad. Según estos autores, los textos se organizan siguiendo un procedimiento parecido al de la urbanización de un territorio. El entramado urbano será recorrido por transeúntes y por vehículos y el texto será interpretado por sus receptores, si estos son respetuosos con la urbanización del territorio, realizarán una decodificación adecuada al texto, asegurándose el éxito de sus movimientos (interpretación). Se concluye que la intertextualidad es una condición de todo texto.

Pondremos el ejemplo de un texto, cuyo significado depende de las aportaciones del lector, mediante la activación de los conocimientos de su intertexto.

“Era una vez una cucaracha llamada Gregorio Samsa que soñaba que era una cucaracha llamada Franz Kafka que soñaba que era un escritor que escribía acerca de un empleado Gregorio Samsa que soñaba que era cucaracha.” (Monterroso, 1996)


La cucaracha soñadora es una breve reelaboración de toda una novela completa. El significado de los textos depende de las aportaciones del lector, mediante la activación de los conocimientos de su intertexto.


Por otra parte, el hipertexto es un concepto asociado a la informática y hace referencia al sistema que permite enlazar fragmentos de textos entre sí, lo que permite al usuario acceder a la información a través de los ítemes relacionados en vez de hacerlo de forma secuencial. El hipertexto es concebido especialmente para la web.


Ejemplos notorios de hipertextos, encontramos en internet, los que en el cuerpo del texto presentan links o enlaces de hipertextos en las palabras o en los temas que estén relacionados con el tema principal o con el desarrollo, lo cual permite al lector, una lectura más activa y, a la vez, escoger la información que prefiere.

1.5 LA ESCRITURA EN LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

No cabe duda de que las nuevas tecnologías han influido, de manera notoria, en el lenguaje de la comunicación. La telefonía móvil e Internet han creado nuevos formatos y soportes comunicativos (páginas web, correos electrónicos, chats, blogs o foros) los que han afectado las formas tradicionales del registro escrito. La lengua española ha sido inundada de una multitud de términos (los neologismos), los que son de claro dominio público y han incidido en la creación de los códigos singulares para los nuevos usos del lenguaje. En el caso del correo electrónico o el chat, han provocado que el espacio virtual se convierta en un espacio de comunicación que afecta al lenguaje y a los tipos de textos que circulan por sus canales.

Todos estos cambios condicionan e influyen en el texto, por ejemplo, la escritura se ha visto alterada desde una perspectiva ortográfica, puesto que lo visual que es propio de estas nuevas tecnologías, ha permitido que el significante, lo tipográfico, adquiera gran relevancia. En otros casos, es la fonética la que condiciona la escritura. No todas las nuevas aplicaciones y soportes informáticos, van a afectar igualmente a la escritura. Sin embargo, una de las más evidentes ha sido el descuido formal en la trascripción de la lengua escrita. El texto escrito se ha ido acomodando al universo virtual y se ha visto afectado en dos aspectos: el estilo predominantemente informal y la ortografía, que no se usa y se sustituye por un nuevo código.

1.6 CONSTITUYENTES DEL TEXTO

El texto se configura como una unidad comunicativa, porque opera con los siguientes elementos fundamentales, que entregamos, como resumen, junto a las funciones que corresponden a cada uno de los elementos que forman parte de la comunicación, según su prioridad en el texto:



Les presentamos dos esquemas en los cuales se grafican los elementos del proceso comunicativo con la función lingüística correspondiente.


1.7. La organización del texto

Para comprender, en forma adecuada, cómo funcionan las unidades que llamamos textos, es de gran utilidad distinguir, en su organización, los tres siguientes niveles o componentes:


1.7.1. Primer nivel o componente (microestructura)

Es el componente de mayor concreción, relativo al contenido del texto tal y como lo manifiestan sus emisores, tal como lo pueden leer sus receptores. Es el conjunto de relaciones de elementos menores enlazados por procedimientos de cohesión. La microestructura de un texto es el conjunto detallado de informaciones, es el conjunto de todos y de cada uno de los contenidos o informaciones que se trasmiten en un texto, expresado a través de palabras, frases, oraciones, es decir, de todo el material lingüístico utilizado en el texto.

La microestructura da pie al estudio del tejido lingüístico del texto.

1.7.2 Segundo nivel o componente (macroestructura)

Este nivel consiste en las informaciones más relevantes o esenciales de un texto, que podemos guardar en nuestra memoria; algo a lo que habitualmente denominamos resumen del contenido de un texto.

El primer y el segundo nivel de un texto pueden coincidir, cuando se trata de textos pequeños, de complejidad informativa mínima. Los contenidos de estos textos resultan tan elementales que pueden ser recordados sin problema, pero en el caso de los textos de mayor complejidad, los contenidos manifestados en la microestructura deben ser procesados. El primer paso del proceso, lleva a una interpretación del texto cuyo resultado es una simplificación de las informaciones de la microestructura, es decir, obtenemos una macroestructura más simple.

Como vemos, el significado de un texto se construye a través de su microestructura y macroestructura. En términos de análisis, tenemos la macroestructura que está formada por todas las palabras clave o referencias temáticas que conforman el contenido del texto. La microestructura se refiere a cuestiones de significado léxico, de análisis morfosintáctico y de recursos expresivos que pueden ser las recurrencias, alteraciones sintácticas con el fin de resaltar aspectos temáticos. De la relación entre macro y microestructura, nace el concepto de “hipertexto”, un texto y un mensaje en relación con muchos textos y muchos mensajes de los que se nutre y a los que enriquece. El texto no es una unidad aislada: su comprensión no solo reside en entender las palabras y las estructuras gramaticales que lo forman. Para la comprensión de un texto, es necesario conocer el trasfondo de los conceptos que se expresan, las referencias culturales a las que alude, la sociedad y los destinatarios por y para los que ha sido creado. La mejor imagen que tenemos de un hipertexto es la de Internet, un espacio creado mediante textos, los que están ligados unos a otros con el objetivo de facilitar la comprensión y ampliar la información.

La macroestructura de un texto hace referencia a la coherencia textual, es decir, al significado global que consiguen de forma unitaria, los elementos que lo integran. En el análisis de un texto, la macroestructura tiene su manifestación externa en la posibilidad de interpretar el tema del texto y elaborar un resumen del mismo.

La macroestructura de un texto no es algo exclusivamente intratextual, ya que en el significado global del mismo, influye la finalidad que le asigna su emisor dentro de un contexto de situación o cultural determinado.

1.7.3. Tercer nivel o componente (superestructura)

La producción de textos bien formados y la correcta interpretación de los mismos hacen necesario que consideremos un tercer nivel o componente de organización que llamamos superestructura. Esta constituye el conjunto de reglas que hacen que un texto sea reconocido como perteneciente a un género o tipo de texto y que sea percibido como texto coherente y bien construido, como un texto que es una narración, una carta, una argumentación, una instancia administrativa, etc.

Esta superestructura constituye la forma global del texto: la organización jerarquizada de sus fragmentos. Dicha organización global se manifiesta en los modos de organización del discurso, por ejemplo, narración, argumentación, etc. Por otro lado, la consideración del tercer nivel o superestructura textual, resulta de especial importancia en la elaboración del segundo nivel o macroestructura por parte de los receptores de un texto. Una de las características internas de la superestructura textual es que algunos de los elementos pueden tener carácter opcional, en cambio otros son siempre obligatorios. Por lo tanto, tomar en consideración el componente o nivel de superestructura textual resulta imprescindible para entender de manera adecuada, el modo de funcionar de los textos como unidades comunicativas (Van Dijk, 1977).

La organización formal de un texto es uno de los conceptos básicos para la comprensión y expresión de escritos. La distribución del desarrollo de ideas en distintos párrafos es la clave para una buena organización temática. En el caso de los textos dialogados o textos que introduzcan discursos en estilo directo, las marcas de la puntuación son importantes. Un texto bien estructurado ofrece una visualización de la organización de sus partes, por ejemplo, en el caso de una noticia del periódico, la disposición gráfica del título, el subtítulo, la entradilla y el cuerpo de artículo estructurado en columnas y párrafos, facilitan la comprensión del mismo, ya que el titular resume el tema, el subtítulo amplia la información con la localización o aspectos más relevantes, la entradilla resume qué ha pasado, cuándo, a quién, cómo, dónde y por qué, y el articulo desarrolla con más detalle el contenido de esta.

Hay autores como Beaugrande y Dressler (1997), nombrados en este mismo capítulo, que nos dicen que los textos se organizan de manera similar a la urbanización de un territorio. El entramado urbano será recorrido por transeúntes y por vehículos y el texto será interpretado por sus receptores y si estos son respetuosos con la urbanización del territorio, realizarán una decodificación adecuada al texto, asegurándose el éxito de sus movimientos. (Interpretación).El modelo textual es presentado como una metáfora del urbanismo.

Una superestructura constituye la forma global del texto: la organización jerarquizada de sus fragmentos. Dicha organización global se manifiesta en los llamados modos de organizar el discurso: narración, descripción, exposición, argumentación, etc.

1.8.PROPIEDADES DEL TEXTO

La emisión o producción de un texto bien elaborado y adecuadamente formado, es una tarea que implica el cumplimiento de tres requisitos fundamentales:


1.8.1. La coherencia

Un texto se constituye como tal, porque posee coherencia. En esa coherencia desempeñan un papel importante las formas sintácticas, un texto es una unidad semántica; es el marco verbal de una unidad de comunicación, es decir, de sentido (González, 2001). Un texto puede concebirse como la unidad básica de significado en la lengua. Es una unidad de organización situacional-semántica. Halliday y Hasan (1976) y Beaugrande y Dressler (1981) consideran que un texto, como acontecimiento comunicativo, cumple con siete normas: coherencia, cohesión, aceptabilidad, situacionalidad, informatividad. intencionalidad e intertextualidad. Estas normas a las que se sujeta el texto se sustentan en tres principios que regulan la comunicación textual: la eficacia, la efectividad y la adecuación.

La coherencia y la cohesión están centradas en el texto; las demás, en el usuario. Estas son las dimensiones constitutivas del texto. Dependiendo de los autores, el concepto de coherencia se distingue en mayor o menor grado del concepto de cohesión, que se refiere a los mecanismos y marcas formales por la que el texto pone de relieve las conexiones entre las partes (Bernárdez, 1982)

La coherencia no es un simple rasgo que aparezca en los textos, sino más bien un producto de los procesos cognitivos puestos en funcionamiento por el usuario, en el contexto de producción y de recepción. Por eso, los autores basan la coherencia en el concepto del sentido. La coherencia es, por tanto, semántica y pragmática; es la unidad semántica del texto en un contexto determinado, que toma cuerpo en unas secuencias de enunciados; entre ellos se establece una continuidad que normalmente es reconocible en determinadas marcas de cohesión. Es a lo que se refiere Bernárdez, (1982) cuando habla de la” “forma óptima” que debe adoptar el texto.

La coherencia es una propiedad que define al texto y no es una propiedad exclusivamente gramatical, sin embargo, sin las relaciones gramaticales es imposible su determinación. Por tanto, es una propiedad que los textos tienen por ser textos. La coherencia nos permite entender e interpretar el contenido del texto por partes y en su totalidad, al dotarlo de unidad organizativa, temática, lógica, progresiva y relevante. Es una unidad semántica, temática e informativa. La coherencia se fundamenta en la información pertinente dada, en la ordenación e integración progresiva de las ideas dentro del significado global y en la orientación vinculada a la intención comunicativa del texto.

Una de las propiedades más características del texto es la coherencia. Consiste en la cualidad que se manifiesta en la sensación de unidad significativa que transmite dicho texto. Ese significado global es lo que permite, desde el punto de vista del receptor, captar el tema o el asunto, o el que da pie a operaciones como la paráfrasis o el resumen.

Un texto adquiere unidad de sentido coherente, atendiendo a los siguientes aspectos:

ü El asunto debe plantearse en torno a un núcleo temáticoü El tema debe seguir un plan y esquema, el cual contenga las ideas esenciales.ü Realizar un orden jerárquico y sistemático de la distribución y secuencia de ideas ü El enfoque del tema debe ir ligado a situaciones comunicativas determinadas. ü Las diversas modalidades textuales que usemos, deben ajustarse a la intención comunicativa, a la homogeneidad terminológica y al tipo de registro.ü La utilización de los elementos de cohesión deben enlazar, de manera adecuada y coherentemente, las partes del texto con el objetivo de facultar la comprensión e interpretación del contenido.Un texto, sea cual fuere la forma que posea, debe constituir una unidad de sentido, lógica y coherente, la cual permita una lectura de fácil comprensión. De esta manera, podremos identificar claramente las ideas esenciales y el sentido general del texto, el que constituirá una unidad temática y de información completas. Denominamos coherencia a la propiedad de un texto de remitir adecuadamente a una realidad externa que pueda ser considerada normal.

CONDICIONES DE LA COHERENCIA

Reglas o condiciones generales de coherencia, aplicables a cualquier texto, de acuerdo a una síntesis extraída de Agustín Vera Luján (2011).


Cuando interpretamos un texto como coherente es porque percibimos que cumple con todas las condiciones expuestas anteriormente.

1.8.2. La cohesión

“La cohesión es un concepto que se refiere a uno de los fenómenos propios de la coherencia: el de las relaciones particulares y locales que se dan entre elementos lingüísticos, tanto los que remiten unos a otros como los que tienen función de conectar y organizar. Así, la coherencia, que incluye la cohesión, se puede considerar tanto una propiedad fundamental que da cobertura al conjunto de significaciones del texto como un principio necesario para que un texto sea definido como tal”. (Calsamiglia y Tusón, 2012, p. 212)

La cohesión nos permite dar cuenta de las relaciones de coherencia gramatical en un texto, es una relación semántico-pragmática entre un elemento del texto (el que se presupone) y algún otro elemento del texto (el presupuesto) que es central para la interpretación del primero. Como propiedad textual, la cohesión es una propiedad que está íntimamente conectada con la coherencia y la adecuación. La cohesión es una propiedad subsidiaria, pero imprescindible en el proceso de transmisión de sentido. Podemos tener textos con graves errores de cohesión los que pueden resultar completamente incoherentes o provocar interpretaciones erróneas. No todos los textos van a tener el mismo grado de cohesión.

En relación con la cohesión textual en la enseñanza de la lengua, el docente de la Universidad de Pamplona, Pedro Jimeno (2006) nos dice que el acercamiento teórico a las propiedades del texto adquieren sentido en la enseñanza secundaria y que la tendencia que existe en España en la prueba de acceso a la universidad, es la de plantear el examen de lengua como un comentario de texto, en el cual se han de analizar las propiedades textuales y nos dice que, en relación con la cohesión la mayor dificultad puede ser la de enseñar a los alumnos a detectar lo que es relevante en los textos.

Su opinión personal es que el comentario sobre la cohesión, ha de ocupar un espacio inferior al que dedicamos a la coherencia y a la adecuación, y tendrá que centrarse en aquello que sea especialmente representativo del tipo y género del texto. Es interesante apreciar cuál es el grado de cohesión o de segmentación del texto, relacionando esta característica con la que es habitual en el género textual respectivo. No conviene realizar un comentario caótico, pero sí relacionar las particularidades de la cohesión con las de la coherencia y adecuación.

Cuando hablamos de coherencia y cohesión podemos referirnos a la progresión temática o la denominada “articulación tema–rema”. Para el mencionado autor, es solo una cuestión secundaria, si se compara con el resto, fácil de ver y explicar en secuencias cortas. Para concluir nos dice que, no es una herramienta especialmente valiosa para utilizarla en la caracterización de los textos y que, esta como contenido, en la educación secundaria es perfectamente prescindible.

Cuando entendemos o decodificamos un texto como receptores o también cuando lo creamos como emisores, los distintos mecanismos de cohesión textual son útiles, por ejemplo, algunos recursos de carácter gramatical, como los pronombres los adjetivos demostrativos y el artículo y otros como los morfemas verbales de tiempo y persona. Estos elementos gramaticales nos permiten añadir secuencias en un texto que queden relacionadas por la repetición de tales elementos.

PROCEDIMIENTOS DE COHESIÓN TEXTUAL
REPETICIÓN• De modalidades oraciones• De esquemas sintácticos• De formas verbales• Repetición léxica• Repetición conceptual• Reiteración de significados trasladados
SUSTITUCIÓN- ANAFÓRICA-CATAFÓRICA• Léxica: palabras• Pronominal• Adverbial
ELIPSIS• Telegráfica: determinantes y relacionantes• Contextual: sustantivos, verbos
MARCADORES DISCURSIVOS• Con valores diversos: afirmación, atenuación, causalidad, concreción o de cierre, condición, consecuencia, enumeración, explicación y precisión, negación u oposición, restricción y resumen.

1.8.3. La adecuación

Al crear enunciados en una determinada lengua, adecuamos los mensajes que emitimos a los contextos de comunicación que han de servir a nuestro interlocutor para interpretar correctamente el sentido de lo transmitido. Esto se trata de una labor de selección que denominamos registro y que, incluye el ámbito del discurso, las características de los participantes y la finalidad comunicativa. Tenemos que considerar el tema, el lugar y el momento en el que nos encontramos, sin olvidar si la comunicación es oral o escrita, el enfoque que le vamos a dar en relación con las características de las personas con las que dialogamos (nuestra relación con ellas, su actitud psicológica, el conocimiento previo que tiene del tema...), la intencionalidad, si nuestras intenciones son simplemente informar o persuadir y, por fin, hasta el tipo de palabras y estructuras gramaticales más apropiadas para transmitir nuestro mensaje.

El concepto de registro, de acuerdo a Calsamiglia y Tusón (2012) se inscribe en los estudios de variación, de orientación sociolingüística y sirve para definir el uso de la lengua en una unidad comunicativa, de acuerdo a la situación en que se encuentra el hablante (variedad funcional o variedad diafásica).

Normalmente, todo este proceso de selección se realiza de manera automática, sin que se necesite un análisis previo, sin embargo cuando nos encargamos de descifrar, de interpretar mensajes y no de crearlos, es imprescindible que actuemos de manera más reflexiva, más estricta, más meditada para lograr descubrir todos los valores significativos que el mensaje nos entrega. En la actuación como intérpretes de textos, la función que se realiza consiste, básicamente, en comprobar si el texto es adecuado – y cómo se produce esta adecuación – al contexto o contextos en que está inmerso. La adecuación es un principio regulativo en el sentido de que esta, depende de si se establece o no un equilibrio entre el uso que se hace de un texto en una situación determinada y el modo en que se respetan las normas de textualidad (cohesión, coherencia, intencionalidad, aceptabilidad, informatividad, situacionalidad, intertextualidad) ( Beaugrande y Dressler, 1981).

Para ejemplificar la adecuación, veremos como esta se presenta en el poema LIII de los Proverbios y Cantares, de Antonio Machado:


Ya hay un español que quiere

vivir y a vivir empieza,

entre una España que muere

y otra España que bosteza.

Españolito, que vienes

al mundo, te guarde Dios.

Una de las dos Españas

ha de helarte el corazón.

(Antonio Machado, escritor y poeta español de la generación del 98,

en Campos de Castilla, Espasa Calpe, 13 ediciones, 1971).

Vemos que este poema nos lleva a descubrir el sentido de cada parte del mensaje global como integrante del conjunto, es decir, la adecuación de cada parcela verbal al contexto lingüístico general:

Recordemos que España sufre una crisis moral, política y económica, luego de perder la guerra con EE.UU. entre los años 1864-1876. En este momento, aparecen una serie de escritores y pensadores que se agrupan bajo la denominación de Generación del 98. Uno de los grandes representantes de esta generación es Antonio Machado.

1. Las repeticiones léxicas: español, España, españolito.

2. Repeticiones semánticas: empezar a vivir, venir al mundo.

3. El ritmo métrico: conseguido mediante las pausas, la rima y la distribución de acentos.

4. Las relaciones gramaticales de persona: diferenciadas entre la tercera persona de la primera parte y la segunda persona del final.

5. Otro aspecto importante es situar la obra en el momento histórico de su producción, analizar la correspondencia del texto con el contexto de situación. Analizar de qué forma influye en sus palabras, las circunstancias políticas e ideológicas de la España de aquel entonces.

6. Por último, podemos analizar unas determinadas claves culturales que nos permiten interpretar correctamente la oposición que quiere transmitir el autor entre “Una España que muere y otra España que bosteza”.

Si consideramos todos los factores anteriores, la comprensión del poema será más completa. En el caso de la adecuación, una de las propiedades textuales fundamentales es que el texto debe adaptarse a la situación comunicativa y acomodarse al contexto en que se usa, respetando sus normas. La adecuación es un elemento externo, relacionado, como dijimos, con el contexto y la situación comunicativa. Estos factores contextuales y situacionales que están relacionados con la adecuación textual se conocen con el nombre de registro.

Desde el punto de vista de un ejercicio textual, el contexto y la situación comunicativa afectan a los recursos lingüísticos que seleccionan los hablantes y se comportan de manera específica de acuerdo a los distintos contextos o situaciones, atendiendo a normas diferentes, las cuales están determinadas por diversos factores. De acuerdo a esto, el análisis nos permite distinguir, por ejemplo, entre textos técnicos o especializados o textos no especializados y generales. Esto afecta a distintos elementos de un texto, de manera fundamental, al vocabulario que se usa (vocabulario técnico y vocabulario común) y también a otras características lingüísticas.

En la aplicación de la adecuación a este poema, hemos comprobado que el texto es adecuado, y cómo se produce esta adecuación al contexto en que está inmerso. Es una tarea fundamental para el comentarista el comprobar si el texto analizado cumple con las propiedades textuales fundamentales.

Prácticas comunicativas en el aula

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