Читать книгу La democracia amenazada - Paz Consuelo Márquez Padilla - Страница 8

Оглавление

AGRADECIMIENTOS



Desde que inicié mi vida académica surgió en mí una pasión por la idea de democracia. Leer a Locke, a Rousseau, a los Padres Federalistas, a Tocqueville, a Barrington Moore, Huntington, Fukuyama, Sabel o Cohen me hizo embarcarme en una vorágine de estudio del pensamiento político estadouni­dense en torno a esta temática.

Yuval Noah Harari, en su libro Sapiens, A Brief History of Humankind, enfatiza la genialidad de la raza humana porque posee la lengua, que no so­­lamente nos sirve para transmitir información en general, “sino [que] es la habilidad de transmitir información de cosas que no existen” (Harari: 2015, 24). Explica que la cooperación está enraizada en la creación de mitos que sólo existen en la imaginación colectiva; no obstante, esta realidad imaginada ejerce fuerza en el mundo. Es decir, en este sentido considero que, finalmente, la idea de un pacto social democrático es una creación de la imaginación humana que la induce a cooperar y a manejar el conflicto para poder sobrevivir. Sin duda se trata de una idea fascinante.

Es por ello que decidí escribir un libro sobre democracia. Cuando estaba casi terminado, poco antes de las elecciones presidenciales del 2016, surgió en Estados Unidos el populismo de derecha de Donald Trump, al mismo tiempo que el populismo de izquierda de Bernie Sanders. En general, la reaparición del populismo era un hecho que no podía ignorar, porque intuí que se trataba de una gran amenaza para la democracia, y entonces me aboqué también a estudiar este fenómeno, cuya trayectoria no es del todo clara y puede tener muchas consecuencias no intencionadas, que como testigos de la historia experimentaremos para bien o para mal. Lo que me queda claro es que, finalmente, si tengo que decidir entre un populismo que se legitima con respuestas automáticas o una democracia que aspira a una deliberación entre iguales, me postulo como defensora de la segunda, porque es el producto de muchos siglos de luchas sociales y políticas, y aunque está muy lejos de ser un sistema perfecto, creo firmemente en que es y siempre será perfectible. Representa la lucha sociopolítica y el debate teórico de gran par­te de la humanidad a lo largo de la historia, por lo tanto requiere de nuestro esfuerzo colectivo por mejorarla, y para evitar que tengan éxito los intentos de desecharla. El populismo, en la mayoría de la ocasiones, pretende destruir las instituciones democráticas, lo que puede ocasionar un costo inconmensurable, quizá irreversible, para la sociedad; sin duda debemos estar atentos a su desarrollo.

Antes que a nadie quiero agradecer el gran apoyo no sólo emocional sino también intelectual que Juan Rebolledo, mi esposo, me ha brindado; nuestro constante diálogo sobre este tema tiene una larga historia. Ha sido para mí un modelo y una aspiración de claridad de pensamiento constante.

Les agradezco a mis hijos por debatir conmigo la problemática que abordo, unas veces con Juan y otras tantas con Pablo. Ambos me ayudaron a aclarar ideas, pues comparten conmigo el interés por este tema (un intercambio de ideas que ha llegado hasta la actual pandemia). A mi hija Pazcon, por alentarme constantemente y, con su inteligencia, ponerme el ejemplo de la gran resiliencia de que la mujer profesional es capaz. Estoy cierta de que sin la presencia cercana, en todos los niveles, de todos ellos, nunca habría terminado este libro. No puedo dejar de mencionar, junto con ellos, a mi yerno Andrei y a mis nietecitos Ana Pazcon y Jerónimo, porque todos juntos conforman un remanso de paz y tranquilidad que me permite concentrarme en mi intenso trabajo.

En la vida académica uno tiene que encontrar a su par con quien discutir y debatir distintas ideas. Mi par, especialmente para este proyecto, lo encontré en Diego Bugeda, el editor de mi libro; con quien he tenido una gran amistad desde hace más de treinta años. Su profundo amor por el conocimiento lo hace el perfecto interlocutor. No sólo pulió en mucho mi escrito, sino que, al tener un espíritu socrático por su formación filosófica, me ayudó a esclarecer conceptos y posiciones. Por su gran profesionalismo y amistad estaré eternamente agradecida.

De forma especial quiero agradecer a la maestra Silvia Núñez (la anterior directora del CISAN), quien me alentó con entusiasmo para que emprendiera este trabajo, así como a la doctora Graciela Martínez-Zalce (la actual directora), quien comprendió perfectamente cuando le expliqué que por la llegada de Trump y su populismo tendría que tomarme más tiempo para ter­­minar el libro. Sin dudarlo me brindó todo su apoyo.

Agradezco a todo el equipo editorial a cargo de la coordinadora de Publicaciones, Astrid Velasco, por su especial atención a este libro. A María Cristina Hernández Escobar por su escrupuloso trabajo de lectura de pruebas, así como la gran dedicación de María Elena Álvarez, Patricia Pérez y Teresa Jiménez. También agradezco a mis dictaminadores anónimos, porque sus comentarios sin duda me sirvieron para mejorar esta obra.

No puedo terminar sin mencionar que resulta ya muy claro que la pandemia por Covid-19 está, en algunos países, permitiendo que los líderes políticos modifiquen la ley para concentrar aún más el poder, tornándose más autoritarios, pero ésa es ya otra historia.1

1 En una próxima publicación de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, el CISAN y la Universidad de las Américas aparecerá un texto propio sobre la democracia, el federalismo y la pandemia por Covid-19.

La democracia amenazada

Подняться наверх