La Mirada de la Infancia Corre, corre Niño Pastorcillo Vegano Vegetariano Rescata tus Ovejas
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R. ELIZABETH S. C. SELIG. La Mirada de la Infancia Corre, corre Niño Pastorcillo Vegano Vegetariano Rescata tus Ovejas
La Mirada de la Infancia Corre, corre Niño Pastorcillo Vegano Vegetariano Rescata tus Ovejas Los Hijos de los Pioneros Peregrinos Caminantes y Viajeros 13. Libro
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Corre, corre Niño Pastorcillo. Vegano Vegetariano. Rescata tus Ovejas
Isaías 58: 7 -8, 10 -11
Cuidándolas. Los Pioneros eran ya excelentes Navegantes desde las épocas de sus antepasados Vikingos y también transportaban en sus barcas las carretas y sus ganados de ovejas caballos y demás seres domésticos que cuidaban y mantenían ya que necesitaban siempre en los lugares nórdicos de abrigo y era vital imprescindible el cuidar de las ovejas, de eso dependería la vida supervivencia de las generaciones futuras. La Mayoría de los vikingos eran Vegetarianos, protegían bravos desde pequeños sus ovejas, potrillitos y gallinas, de algún lobo feroz que salían de los bosques donde ya no habían tanto alimento en el invierno y buscaban en los restos que quedaban del campamento alguna miga de pan. Por los Puertos de Antaño que viajaban, hacían comercios en las grandes ciudades intercambiaban sus artesanías a y labores en los mercadillos de las plazas, cada Puerto en diferentes países y porque ellos también eran gente creyente al Dios Santo Creador no tenían ningún problema, si dijeran en algún momento eso, en los pueblos muy religiosos era Vital y necesario inclusive y pareciera que entonces ya respiraban aliviados y sonreían los vendedores en medio de un suspiro de alivio y todo estaba entre risas bien, porque no surgirán peleas de contiendas ni discordias ni ninguna guerra. A los Niños que eran muy sinceros, a los vegetarianos veganos, más de una vez en sus corajes, soltaban algún comentario, ya que ellos decían si son creyentes, pero al Dios de La Santidad de las Luces Creador de todos los Seres inocentes, Entonces generalmente el abuelito del grupo, lo agarraba con disimulo y llevaba a mostrarles otros artículos en el mercadillo, porque veía el desagrado en voz alta de que en los mercadillos colgaban las gallinitas y vendían la piel de oveja y no la lana. Entonces los Pastorcillos se enojaban con desagrado en voz alta, y eran reídos para atenuar las desconfianzas, porque los flaquitos pastorcillos dejaban tales comentarios en medio de las plazas llenas de vendedores comerciantes. No habían encontrado todavía ninguna ciudad vegetariana ni vegana todavía. Y se notaba ya la Inquietud en la Juventud, que no conocía la guerra, pero los ancianos aunque ya bastante cansados del viaje, lograban con sabiduría escucharlos y frenarlos en sus contiendas para que no se subiera la tensión de la paz reinante en los mercadillos de las plazas y puertos donde pasaban. Ya demasiadas guerras azotó el planeta antaño y otra más con la tecnología de avanzada en protección de colisiones del planeta, que hasta grandes meteoritos pueden destruir, ya no sobreviviría la humanidad si surgiese una guerra y era menester cuidar la Paz, Jesús que vio el futuro en sus visiones lo había recomendado, proteger la Paz en todo tiempo. Se veían a veces más de una lagrima en los pastorcillos que no tenían suficiente monedas para rescatar comprar alguna oveja o gallinita que a veces de traviesas se les escapaban y por no haberlas marcado con fuego el herrero, el que las encontraba se las quedaba, aunque supiesen que tenía algún dueño que las había cuidado y las vendían para el matadero. Y los Abuelitos les recomendaban nunca por los jamases que se les ocurriera sacar sin permisos de las jaulas, porque los castigos en algunos pueblos eran severísimos, los comparaban a los ladrones sino, y eso jamás tenía que suceder. Así que apenas cargaban sus provisiones se alejaban rápido de ahí, los viajeros peregrinos en sus barcas, para alejarse de las querellas contiendas que podrían comenzar sino. Los Ancianos en tales largos viajes ya no tenían la fortaleza y los jovencitos comenzaban a tomar más decisiones. Por lo cual era menester llegar lo antes posible a buenos Puertos. En el barco tenían para los seres mansos que encontraban en los bosques abandonados, heridos o en alguna trampa y los sanaban, hacían primeros auxilios hasta recuperarlos. Uno de los Pastorcillos más pequeñitos era muy sensible y solía tener sueños, quizá visiones, casi pesadillas y necesitaba de consuelo de la abuelita por si fuera algún presagio, o si realmente lo era. Muy difícil de soportar en pie, y quedaba por días adormecido y sollozando. La abuelita solía consolarlo y decía que la Mirada de la Infancia es tan pura y en santidad, que se puede rescatar a tiempo, que la oración cambia el futuro para bien, que Dios les muestra para evitar alguna desgracias y que ella ya tan anciana ya solo podía orar para que mejorara cambiara el destino y se evitara alguna Tragedia. La Abuelita tenía mucha experiencia en sus viajes y les enseñaba la supervivencia de vegetarianos y a ser pacifista y a veces era alto el precio de la paz. Las pausas de los largos viajes al llegar al puerto, acampaban cerca de sus barcas en alguna zona buena para recolectar plantas La Abuelita sabía cuales piedras eran buenas para hacer fuego y varias técnicas. Sabía hacer con piedras y barro de horno para hacer panes de los cereales que llevaban y de las plantas verduras especias y condimentos albacas, perejil, ají morrones, ajo, cebollas, etc. Era un popurrí de fragancias muy agradables. Los Niñitos estaban en toda su infancia bien entrenados en primeros auxilios porque sabían de sanidad, rescate y cpr a los animalitos pequeñitos que los cazadores furtivos en sus trampas atrapaban y al estar los pequeñines heridos, había que restaurarlos, a veces necesitan alguna prótesis de madera, o con rueditas se improvisaban o los niños los llevaban en sus mochilas, algún gatito, o alguna ave, Y surgían buenas amistades y eran muy leales los diferentes animales que iban encontrando por el camino. Los Pioneros Peregrinos solían al calor del fuego en sus campamentos escuchar las historias verídicas que los ancianos de los Libros sagrados les contaban. Según las edades, cuando los pequeñines se retiraban a descansar, surgían las otras historias un poco más fuertes para los jovencitos, porque algunos temas delicados eran difíciles de explicarles y preferían mantenerlos con la confianza que todo pueblo y nación tenían gente buena pura y santa. Pero la realidad a veces era un poco complicada por falta de más conocimiento de las culturas y de los idiomas, y por tolerancia el mantener la paz para el comercio y provisiones sin entrometerse en cada cultura tradiciones y costumbres de pueblos desconocidos para los viajeros. Era difícil encontrar un pueblo de vegetarianos, ya habían recorrido varios Mares y Océanos y países, pero solo en el sur del continente donde había muchos zonas vacías, los países otorgaban terrenos gratis fiscales a los inmigrantes extranjeros peregrinos viajeros. El pequeño Pastorcillo tenía también la esperanza de pronto llegar a buen puerto, las barcas estaban bastantes antiguas y en el camino ya demasiados de los familiares no habían llegado a destino, cada uno de los peregrinos en su vida y viaje contribuyo un poco más a avanzar a una zona buena. Todos tenían los mismos sueños de algún día, en la eternidad, lograrían llegar a la ciudad celestial y tener vida eterna si lograban en este planeta una vida buena pura y santa, siendo vegetarianos veganos cuidando a seres buenos mansos inocentes a ovejas, caballos, gallinas, pollitos, patitos, etc. Lo Intentaban, rescatarlos, comprándolos, cuidándolos, y los que les agradaba algún pueblo en el camino y preferían quedarse, podía cuidar en una granja vegetariana algunos de los animales mansos que eran ya difícil de transportar en los viajes. Había muchas Promesas buenas de una vida tranquila para los Pacifistas para los vegetarianos en este planeta. Pero después de tantas guerras que azotaron cada ciudad estadísticamente, ya solo se conformaban con llegar alguna zona agradable de clima templado donde plantar sus flores, frutales, cereales y donde cuidar sus ganados. Los Niños solían tener sueños y visiones, que en la ciudad Celestial pura y santa estarían otra vez todos juntos con sus Ancestros que ya partieron al más allá. Había una promesa inclusiva para los del pasado. En los Libros Sagrados la Historia Verídica del. Profeta Ezequiel capítulo 37, que preferían y escuchaban los jovencitos más grandecitos y les daba un poco más de consuelo a pesar de las dificultades, por no lograr estar las familias completas; al llegar algún día a destino, en la Tierra y en la Ciudad Celestial. El Profeta Ezequiel tenía que en una plegaria llamar a los 4 vientos del norte del sur del este y del oeste; le dijo Dios Creador. Para que traigan los buenos Sagrados Espíritus que restaurarían a los que descansan. Luego a los otros 4 vientos que ayudarían a que todo este perfecto completo y quedarían preciosos, más hermosos de lo que en estas vidas estuvieron. No todos comprendían los misterios, tenían temor o incredulidad, pero los huérfanos que tenían de Dios protección y eran iluminados por El , o los descendientes de los profetas que tenían la luz de Dios y eran también guiados e iluminados por el Padre de las Luces Dios Santo del Cielo, tenían plena confianza y Fé, que algún día retornaría el Dios Santo Creador de crear planetas en el Universo, con su ciudad celestial desde el espacio. Los Niños se alegraban de los avances de la tecnología en las generaciones futuras ya que se confirmaba que el universo existía. Entonces elevaban alabanzas, himnos, coritos alegres que el Dios Creador Padre de las luces pronto vendría, para rescatar, a incontables gentes buenas, así vegetarianos veganos igualo al Profeta Noé y al arca, pero con una ciudad celestial espacial había prometido. Era una ciudad preciosa de pura luz, donde Dios Creador los sanaría a los heridos inocentes y cuidaría a la gente buena, y a los seres mansos heridos, inclusive a los que descansan, podía todo restaurar el que crea, es el ingeniero de la vida, para el cual nada es imposible. Los Niños soñaban con una nave espacial zoológica donde proteger y poner a las últimas especies en peligros de extensión. Y habían leído en los libros sagrados que existiría una generación de gente buena vegetariana, que serían los preferidos del Dios Santo Creador y habría otros pueblos celosos de ellos. Porque el Dios Creador se apiada de su buena creación, y de las personas buenas misericordiosas vegetarianas, igual a los Profetas Vegetarianos Noé el Vegetariano y al Profeta Daniel vegetariano, y eso con firmaban las Libros Sagrados Antiguos, con Profecias. Pero en esas épocas varios pueblos tenían diferentes Dioses y estatuas y diferentes costumbres. Pero los peregrinos decidieron solo honrar al Dios Santo al Creador al Padre de las Luces Creador de la Vida, y a su Santa Trinidad y estaban agradecidos por todos los buenos consejos de todos los buenos profetas de todos los países que viajaban, porque solo lo bueno, lo puro, lo Santo, proviene del Padre de las luces, se apiadaría y en su Eternidad también tendría, protegería al buen Humano, al viajero al piadoso que cuidaban a seres inocentes mansos, a los pajarillos, etc. Pero era de sabios salir a tiempo de peligrosas ciudades, ir a lugares buenos a tiempo, y eso es lo que intentaron los peregrinos, los viajeros, los caminantes pioneros, desde el principio de la historia. Desde los Cromañón, Neandertales, hasta el Homo Sapiens actual, era la travesía de supervivencia en este planeta el tiempo de estar en este bello lugar parecido a un paraíso lleno de hermosas plantas flores, si se plantaban crecerían y eso dijo Dios que planten la Tierra y con Noé que cuiden a seres buenos. Pero que con las guerras estaban en algunos lugares padeciendo ya catástrofes en la naturaleza y ya no se veían tantas especies mansas, ni un avecilla suelta, ni gallinitas, ni patitos, ni venados, pareciera todo vacío, silencioso similar en las noches a un valle oscuro penumbroso del cual era conveniente pasarlo lo más rápido posible. Los niños cuando salían de la escuela temerosos por las pandemias que azotaban las zonas, preferían o quedarse en sus casas a estudiar online o avanzar corriendo sus caminos de la escuela a sus casas, temerosos del camino. Ya por eso con las barcas se aventuraban a viajar en busca de algún otros pueblos o ciudades donde acampar, donde estar seguro, donde hubiera providencia de alimentos, y genta buena algún pueblo vegetariano. Y estaban seguros que llegarían a tiempo, muchos habían quedado desempleados y sin barcas o autos acampaban en los polvorosos caminos porque de varios volcanes las cenizas cubrían todo y era muy difícil y peligroso estar a la intemperie, por eso los niños corrían a las escuelas y corrían para retornar a sus casas, ayudados cuando caían de cansancios en los largos caminos, hasta por los pobres mendigos, que se apiadaban, que en sus polvorosos caminos quedaban similar a ovejas sin pastores, solo a la espera a la merced de la bondad de buenas personas, que le regalasen un panecillo, una manta, un abrigo, por la intemperie tan fuerte durante los inviernos. Y se alegraban con la sonrisa de un niño sobreviviente. Los inviernos, la única esperanza que se duerman los gigantes volcanes de la historia que despertaban con el permafrost que se derretía por el calor de la atmósfera cambiada por las grandes ciudades. Era de varias fuerzas en la naturaleza que surgieron despertando haciendo un equilibrio para apagar a los volcanes. La Nieve que calmaba a los volcanes. La Esperanza única que quedaban era la pronta llegada de la ciudad celestial, pura blanca y santa, que retornaba solo para buscar a los sobrevivientes, a los inocentes a niños, a los vegetarianos, a los pobres mendigos y los valientes que lograban rescatar cuidar a alguna avecilla, algún pollito, comprar alguna oveja o encontrar a alguna oveja perdida, algún gatito, darles primeros auxilios, apiadarse igual al profeta Noé el vegetariano. Por el cual el Dios Creador también retornó escuchando sus plegarias, de ochos personas vegetarianas, por el anciano Noé a rescatarlo, cuando pronunciaba su nombre que le pedía auxilio y socorro por las glaciares que se derretían e inundaban la tierra, y Noé elevaba alguna plegaria y Dios le mostraba en algún sueño o visión como construir una nave para protegerse de las aguas torrenciales, y ahora los iluminaba a la gente buena para que construyan sus naves espaciales. Surgían Visionarios en toda época buenos viajeros científicos que cuidaban en sus visiones en zoológicos a los seres inocentes mansos y los ponían en lugares a tiempo seguro en la ciudad espacial y a la gente buena a la vegetariana, prefirieron junto a los científicos trasladar a los niños sobrevivientes a la ciudad celestial, los soldados se apuraban a trasladarlos a los sobrevivientes, allá en busca de un futuro mejor. Los pobres no tenían temor si no podían pagar sus tickets al espacio porque confiaban, ya llegaría la más hermosa ciudad espacial, con el Dios Santo Padre de las Luces a rescatarlos a tiempo, mientras elevaban plegarias, alabanzas y confiaban que el Dios Santo Creador tiene la eternidad en sus manos, y suceda lo que suceda Dios los cuidará, puede restaurar y todo estará ya bien en la preciosa ciudad celestial. El pastorcillo soñaba con ella de continuo y que lograba rescatar algunas ovejas en el camino. Soñaba que los reyes del pasado lo ayudaban, con la sabiduría de la experiencia de supervivencia, que las diferentes generaciones en busca de sobrevivir le daban el legado a sus futuras generaciones, para que la especie humana exista sobreviva, los descendientes, los sobrevivientes, los niños, los hijos de los Pioneros, Peregrinos y viajeros. Porque si no interfiriera la bondad de Dios ningún sobreviviente, ni uno hubiera quedado, por eso los guio a construir la ciudad espacial nueva, para que el descendiente de Adán, después de milenios sobreviva. Algunos se preguntaban si era un viaje del tiempo, si era la ciudad actual que construían la ciudad que las profecías nombraban que después retornaría a la tierra , para rescatar a los últimos sobrevivientes, a los pioneros peregrinos, viajeros en el tiempo, que eran iluminados y tenían la luz de Dios en su interior, la sabiduría de saber crear diseñar naves espaciales, sanar a los seres mansos, resucitarlos con cursos de primeros auxilios al aprender a manejar una nave y cuidar las buenas especies, los que respetaban al Dios Santo creador, la descendencia de los buenos piadosos profetas, la generación que respetaba al Dios Santo Creador y era guiada con visiones, los visionarios, la gente buena pura santa, valiente que intentaba rescatar a los inocentes posibles en paz con todas las buenas especies. Así como el pequeño pastorcillo que cuidaba las ovejas y su abuelita le decía, corre niño, corre, rescata a las ovejas que quedaron, las ultimas, que vienen el frio, la ceniza de los volcanes, y es necesario llegar a la ciudad espacial que te salvara, corre, niño corre pastorcillo, rescata a las ovejas que quedaron, llega a la nave a la ciudad celestial, en la noche las luces de las estrellas y la luna te guiara, de día el cielo iluminado por la lumbrera gigante de la luz del sol te guiara y ya no temerás a la oscuridad. Entonces cuando amanecía el pastorcillo alegre de que la noche ya pasó, que la luz llegó, miraba el paisaje bello actual, las flores al florecer y perfumar el aire y los caminos, alegre trasladaba a sus ovejas al campo a disfrutar de la paz, de la primavera, que el invierno ya paso y comenzaba otra era más
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Los Hijos de los Pioneros Peregrinos Caminantes
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LA MIRADA
DE LA INFANCIA
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