Читать книгу Rondas, fanfarrias y melancolía - Ricardo Bedoya - Страница 6
ОглавлениеPresentación del Embajador de Italia
La Universidad de Lima me honra al darme la oportunidad de presentar esta publicación, que es un ejemplo perfecto de la estrecha relación que desde hace muchos años tienen nuestras instituciones y que nos ha permitido desarrollar un amplio abanico de actividades culturales para el público peruano.
Esta vez nos convoca un hijo de Italia que, a mi parecer, es uno de los pocos artistas del siglo XX que merece ser calificado como genio. El de Federico Fellini fue un espíritu que supo llenar la pantalla de ensueño y de ilusión; que logró presentar de manera original e imperecedera la Italia de la posguerra y del gran desarrollo desde una mirada que fue muy personal, pero capaz de tocar la imaginación de toda una época y de extender su influencia también a las siguientes generaciones.
La trascendencia de Fellini es la razón por la que ahora, a cien años de su nacimiento, un claustro tan prestigioso y caracterizado por la difusión del buen cine edita una publicación que, a través de los textos de investigadores peruanos y de otras latitudes, rinde homenaje a su vida y obra. Aprecio mucho no solo el afán, sino también la realización de un proyecto que analiza, desde diversas perspectivas, variados aspectos del arte y del legado de un creador que sobrepasó los límites de su tiempo y se convirtió en un ícono del cine mundial.
Como representante de Italia, me enorgullece que el trabajo de un compatriota sea reconocido y apreciado en una nación como el Perú que, una vez más, demuestra sus estrechos vínculos con la cultura italiana. Quiero expresar mi sincero agradecimiento a la Universidad de Lima y a su Fondo Editorial por renovar y ampliar el interés del público peruano por el Maestro riminés.
Estoy seguro de que, en las páginas de esta publicación, el lector encontrará interesantes acercamientos al cosmos de Fellini, a lo que le movió para entregarse a ese mundo encantado que es Cinecittà, donde dejó un legado imperecedero. Les invito a “volver a conocer” al gran Federico a través de estos textos que nos permiten vislumbrar su creación visionaria.
Giancarlo Maria Curcio
Embajador de Italia