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Ir a por todo
ОглавлениеEl éxito no se logra sólo con cualidades especiales.
Es sobre todo un trabajo de constancia, de método y de organización.
J. P. Sergent
Cuando uno confía plenamente en sí mismo y emprende cualquier proyecto, nada ni nadie lo detienen. ¡Querer es poder!, reza el antiguo dictamen. Tal vez surjan escollos en el camino, puede ser que tropecemos o caigamos en alguna que otra trampa, pero nos levantamos, saltamos, y salimos con renovado ímpetu como una nueva lección aprendida. Éste es el sino del ser humano, aprendemos de los errores. Si no, ¿acaso, crees que sabrías caminar? ¿Te has parado a pensar cuántas veces tuviste que caerte hasta que aprendiste a mantenerte erguido y avanzar paso a paso? Dicen quienes se han entretenido contando las caídas en un laboratorio-guardería que la media es de más de 1.200 veces. Cualquier avance conseguido por el hombre a lo largo de la historia ha supuesto esfuerzo y tiempo. Toda conquista supone riesgos e implica compromisos, pero, «lo que vale cuesta y lo que cuesta vale».
Imposible ganar sin saber perder.
Imposible andar sin saber caer.
Imposible acertar sin saber errar.
Imposible vivir sin saber revivir.
La gloria no consiste en no caer nunca,
sino más bien en levantarse todas las veces
que sea necesario.
Y ESO ES ALGO QUE MUY POCA GENTE TIENE
EL PRIVILEGIO DE PODER EXPERIMENTAR.
Bienaventurados aquellos que ya consiguieron recibir
con la misma naturalidad el ganar o el perder,
el acierto y el error, el triunfo y la derrota …
Mario Benedetti
Aquel que se levanta y grita: «¡Hasta aquí hemos llegado!», y a continuación emprende nuevas acciones y nuevos retos, es al que después todos siguen, es el ejemplo y guía que otros imitarán y modelarán. En un mundo como el de hoy, superpoblado y cargado de problemas en todos los ámbitos, con una crisis que corroe los más sólidos cimientos, la mayoría de la sociedad expresa la necesidad de esos hombres, auténticos líderes, personas que arriesgan y actúan, individuos valiosos y auténticos. Políticos, estadistas, empresarios, movimientos sindicales y sociales buscan entre sus filas personas de carácter que demuestren esa habilidad poco común para enfrentarse a los retos del siglo xxi. El hombre que es capaz de afrontar y resolver los problemas que se presentan día a día puede poner sus propias condiciones. Son personas que se han hecho a ellas mismas y han alcanzado un grado de autoestima difícilmente superable.
Pero esa cualidad para triunfar no es exclusiva de unos pocos privilegiados por el destino, es algo que todos y cada uno de nosotros, si lo queremos, podemos lograr. Cualquier cosa que puedas desear está a tu alcance —prestigio, dinero, poder, fama, plenitud—, siempre que aceptes los retos con seguridad y claridad mental, características propias de la autoestima, y de ese modo conseguirás cubrir el espacio vacío de hombres dotados y preparados que existe. ¡Tú puedes ser uno de ellos!
Es curioso observar cómo los gobiernos de los países más desarrollados invierten millones de euros en ambiciosos programas para paliar las necesidades de las clases menos favorecidas, y sin embargo, los problemas siguen estando ahí. ¿Cuándo realmente se comienzan a atajar de forma eficaz tales deficiencias sociales? Cuando alguien surgido del fondo, sin ventajas educacionales, sociales o intelectuales, se levanta y toma la voz y la fuerza de la masa, y llega a alcanzar una posición de respeto en la sociedad. Recuerda los casos, por ejemplo, de Nelson Mandela, Gandhi, Aung San Suu Kyi o la madre Teresa. Son personas que sufrieron grandes penurias e incluso habiendo crecido en los ambientes menos favorecidos creyeron en ellas mismas, en su potencial, y desarrollaron una sólida autoestima capaz de liderar a pueblos enteros. Ésos son los líderes auténticos, personas con un alto grado de confianza en sí mismas que contribuyeron de manera importante a producir un bienestar en el conjunto de la sociedad, al tiempo que, como individuos, adquieren prestigio, satisfacción y realización personal.
Esos hombres y mujeres son los que van a por todo, e ir a por todo implica habilidad para «sacarle jugo a la vida», sea cual sea el significado que le des a esta expresión. Cuando alguien va a por todo, de manera responsable y comprometida, se transforma en líder; tal vez no llegue a serlo mediáticamente, pero sí en su entorno social, familiar y laboral. Una persona con una autoestima 100x100 es sin duda un líder, ejerza o no como tal, ya que es una opción personal, puesto que ser un líder consiste en saber lo que se quiere alcanzar y tener la confianza en uno mismo para llevarlo a cabo.
Una porción importante del sentido de la vida está tanto en dar como en recibir, y se es capaz de dar (y en consecuencia recibir) si uno tiene plena confianza en sí mismo. Cada uno de nosotros tiene una misión que entraña conquista y contribución. Como en la parábola de los talentos, se nos han entregado ciertos dones, de cada uno depende enterrarlos, despilfarrarlos, o invertirlos y multiplicarlos.
Seguro que conoces alguna persona que partiendo de una condición social ínfima hoy día es un triunfador. También conocerás a quienes habiéndolo tenido todo en su infancia ahora están sumidos en la miseria. Así mismo, recordarás a otros que se han mantenido sin variación año tras año en el mismo sitio en el que empezaron. ¿En qué radica la diferencia entre ellos? Casi con certeza diría que la única diferencia está en el desarrollo de una firme autoestima, que les dio la fuerza para trabajar denodadamente y les permitió fijar sus objetivos de modo adecuado para alcanzar éxito. La mediocridad y la desidia sólo conducen a la miseria.
Si realmente quieres ser un triunfador, si de verdad estás dispuesto a asumir la responsabilidad de la victoria, tú estás dentro del selecto grupo de personas que no se queja ni protesta, sino que corrige y actúa; no se lamentan, intervienen; no reprueban, dirigen.
En este libro vas a descubrir tanto principios como prácticas que te conducirán al desarrollo de aquellas capacidades que tienes dentro de ti pero que todavía están inexploradas, que marcan la diferencia entre un hombre o mujer vulgar y una persona de éxito.
La actitud de ir a por todas, de la autoestima 100x100, no llega por azar, es un proceso que se aprende y se desarrolla. Cuando una persona vislumbra la recompensa que conlleva, o cuando descubre el desastre que acarrea si no se alcanza, es cuando se pone en marcha para despertar y hacer crecer esa cualidad. Si esto es así cabría preguntarnos: ¿por qué hay tan pocos triunfadores? Muy sencillo, por la simple razón de que la mayoría no sabe qué hacer para conseguirlo, ni por dónde empezar. En otros casos esto ocurre porque las personas carecen de confianza en sí mismas, por pereza, o por no querer asumir la responsabilidad que contraerían. Pero en general son pocos los que se han parado a reflexionar la importancia que tiene comprometerse con sus propias metas elevadas. Son esclavos de sus particulares y deficientes hábitos, personas llenas de temor al cambio, cargadas de dudas e indecisiones, en resumen, gente mediocre. Nadie les ha abierto los ojos para que entiendan que ser un triunfador, o un líder, es algo posible y sencillo.
Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar
sobre las vidas ajena s , pero les da pereza conocerse a sí mismos
y corregir su propia vida.
San Agustín
El ser humano no necesita más herramientas que las que ya posee. No requiere de diplomas ni doctorados para alcanzar la plenitud de sus recursos, sólo necesita aprender a usar adecuadamente lo que ya tiene, y esto es:
1. Reconocer y creer que posee todas las capacidades necesarias y que tan sólo tiene que despertarlas y aprender a manejarlas adecuadamente.
2. Saber que existen energías en el Universo que podemos aprender a usar en beneficio propio y de los demás.
3. Saber que es digno y merecedor de ser una persona con éxito y feliz.
4. Saber que el objetivo es conveniente y beneficioso.
5. Estar dispuesto a triunfar.
Estos puntos están todos relacionados entre sí, y son imprescindibles para vivir una vida rica, intensa y plena. A partir de aquí, aprenderás a conocer tu potencial, a analizar y desarrollar tus cualidades, a usar el poder de la atracción, a descubrir cuáles son tus objetivos y metas y los valores por los que estás dispuesto a luchar, a esforzarte y cambiar para convertirte en aquello que dará un auténtico sentido a tu vida. Si estás dispuesto a ir a por todo, éstas son las dos premisas que te conducirán a éxito del proyecto:
a) Construir una autoestima sólidamente forjada.
b) Aprender a responder con habilidad a cualquier circunstancia adversa.
A lo largo del libro encontrarás diferentes técnicas que te ayudarán tanto a fortalecer tu autoestima como a desarrollar todo el potencial que hay en tu interior y a beneficiarte de las energías del Universo.
Lo realmente importante en la vida no es hacer más, sino hacer mejor.
Para comenzar, empezaremos con algo muy simple, realizando tu propia autoevaluación. Marca la casilla de la letra o signo correspondiente, si las afirmaciones que siguen son ciertas (C), no son ciertas para ti (F) o no lo sabes (¿?).
Aquí no hay puntuaciones que adjudicar, lo que acabas de realizar te va a servir para tomar conciencia de cómo valoras tu mundo, y para que puedas reflexionar sobre ello.