Читать книгу El zorro y la cigüeña - Samaniego - Страница 4
ОглавлениеÉrase una vez un zorro muy bromista, que se creía muy ingenioso y alardeaba de que siempre tenía la ocurrencia más oportuna para gastar alguna broma a sus vecinos.
Aquella mañana, mientras acababa de cepillarse la cola ante el espejo, porque además de bromista era muy presumido, comenzó a sentir un gran aburrimiento.
«Y eso que apenas acabo de levantarme —se dijo, preocupado—. Debo planear algo, para reírme a costa de alguno de mis vecinos; o de lo contrario, el día se me va a hacer muy largo.»
Érase una vez un zorro muy bromista, que presumía de gastar las bromas más sonadas del bosque.
—Debo planear algo para reírme a costa de alguno de mis vecinos, o el día se me hará largo y aburrido.