Читать книгу ¿Por qué fracasan todos los gobiernos? - Sergio Berensztein - Страница 12
Es urgente comenzar el proceso de cambio
ОглавлениеLa Argentina necesita emprender urgentemente un proceso de reforma de sus instituciones. El bajo crecimiento económico y las recurrentes crisis que generó en las últimas décadas la falta de una infraestructura institucional adecuada relegan cada vez más al país en el conjunto de las naciones y aumentan la desigualdad hasta niveles incompatibles con una sociedad democrática. Si seguimos en esta inercia, el país seguirá sin disfrutar los beneficios de la libertad.
De 1970 a 2014, el crecimiento promedio de la economía argentina fue del 2,4%, contra el 3,8% promedio (simple) de las economías latinoamericanas. Además de ser más bajo, fue 16% más volátil que en el resto de la región. Una comparación con países emergentes asiáticos nos dejaría aún mucho peor parados.
Como consecuencia, el PIB per cápita de la Argentina fue en 2010 apenas 30% más alto que en 1970. En el mismo período, en el resto de América latina creció 100%. Solo Venezuela tuvo un desempeño peor.
El bajo crecimiento, la recurrencia de grandes crisis y la mala calidad de las políticas públicas redundaron en las últimas décadas en un aumento notorio de la pobreza y la desigualdad, algo que ocurrió en pocos países de la región. El coeficiente de Gini, que mide la desigualdad del ingreso, es más alto en el país que a inicios de los noventa. En el mismo período, experimentó una baja sistemática en el Brasil, Chile y México.2 El porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza era del 2,6% en 1974. Las sucesivas crisis económicas y posteriores recuperaciones hicieron que este indicador sufriera importantes fluctuaciones, pero la tendencia fue creciente: luego de subir abruptamente durante la crisis de 2001-2002, bajó al calor de la recuperación económica y de las políticas de distribución implementadas en la última década, pero comenzó a subir nuevamente desde 2012 a la fecha. Según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, se encontraba en el 18,3% de los hogares en 2014 (28,7% de la población).
De persistir esta mala performance, en los próximos treinta años el PIB de las demás economías latinoamericanas crecerá 50% más que el de la Argentina. Eso va a pasar a menos que modifiquemos las instituciones, en particular si consideramos que a fines de 2015 los desequilibrios económicos de nuestro país eran más profundos que los de la mayoría de la región, excepto Venezuela. Emprender un proceso de cambio es urgente.