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Mi Vida-Mi Tronco

Estimado/a Colega...

...El aprender a vivir, el disfrutar del día brillante que la Vida nos regala, el atravesar los momentos grises que todos experimentamos en alguna etapa de nuestro andar y el decidir levantar los brazos para continuar remando nos permitirá descubrir nuestros Talentos.

Todos somos imperfectos, tenemos debilidades y fragilidades, las que debemos tratar de reponer, revertir, sanar.

El solo mirar el lado oscuro de nuestro ser y hacer nos conduce a apegarnos a una autoestima baja, en la Red Sanar llamamos desestima, que canaliza a nuestra desvalorización.

¿Cómo salir de la desestima, de la desvalorización?

Descubriendo el lado positivo de nuestro ser; porque tú igual que Yo, poseemos diamantes, nuestras Perlas Preciosas: saber escuchar, guardar secretos, alentar a otros, acompañar a personas que atraviesan el Dolor, escribir un cuento y tantos otros.

Dios-la Vida me gratificó de maravillosas aptitudes (mis Perlas Preciosas), una de ellas es el redactar versos, poemas, poesías.

Un talento que incorporé y lo expondré en este Libro para que descubras que los límites y discapacidades me indujeron a desarrollar otras capacidades.

Aquí te presento la Poesía:

Mi Vida-Mi Tronco

Noches oscuras y tormentosas

en mi Vida yo atravesé

en donde las nubes negras y grises

al Corazón y mi Mente, la querían

empacar, envolver.

El viento frío, estruendoso

mis gratos recuerdos

quería llevar,

como arrancándoles hojas

a las ramas de los árboles

que al no tener SAVIA-AMOR

se podían resecar.

HOJAS/RECUERDOS brillantes

de cada RAMA/ETAPA de mi Vida

al fin, el viento se lograba llevar.

Y así, el tronco de mi Vida

ennegrecido, manchado...

por la tierra, la tempestad

extendía sus raíces

entre el suelo pedregoso

y a la Vida, querer renunciar.

¡Pero!

En un momento presuroso

la tormenta se calmaba

se iba la oscuridad,

mis ramas ya se aquietaban,

cesaba aquel vendaval.

MI VIDA/MI TRONCO

aturdido, apabullado

a sus ramas

las temía inspeccionar,

las imaginaba

sin hojas, sin ramas

después de la tempestad.

¡De pronto!

en el tronco de mi Vida,

mi Corazón y mi Mente

al abrir sus ojos cerrados,

asustados, tenebrosos

pudieron ver por el sol brillar

“hojas, ramas, savia que fluía

para la Vida poder continuar”.

Desmenuzaré la poesía expuesta para que conozcas mi historia, mi ser, mi Vida y descubras que todo se puede lograr o superar; dependerá de darte tiempo, del respetarte, del cuidarte, del alentarte, del amarte.

***

Al iniciar la narración del libro expresé que teniendo 53 años decidí relatar mi Vida hasta hoy; la cual fragmentaré en dos etapas.

En la primera de ellas destaco que las Ramas-Etapas de mi biografía, durante 37 años, fueron atrapadas por noches oscuras y tormentosas; invadidas por un viento frío, estruendoso, que ennegreció, manchó, lastimó mi tronco, mi vida, mi ser.

Y expreso... ”Me imaginaba sin hojas, sin ramas”, pues analizaba lo perdido, lo no logrado, lo no vivido, lo fracasado hasta un inesperado / gran momento: momento de dolor, de desesperación, de desaliento. Fue el punto límite en mi Vida: “Enfermedad declarada a los 37 años, que se desarrolló a escondidas en mi ser”.

Te preguntarás: ¿por qué expreso gran momento, si sentí dolor, desesperación, desaliento?

Porque justamente: el dolor, la desesperación y el sufrimiento permitieron renacer al Árbol de mi Vida; surgiendo nuevas hojas que florecieron en las Ramas-Etapas de mí historia. Etapas/ Ramas que también atravesaron hechos tristes, oscuros y escalofriantes; pero con otra mirada. Es que los mantos de Fe y Esperanza me cubrieron; mantos protegidos de paz, de estrellas, de soles; luces brillantes y resplandecientes a las cuales tomé entre mis manos y hasta hoy las llevo para que iluminen, guíen y conduzcan el caminar del resto de la Vida.

***

¿Por qué expreso... “me cubrieron el manto de la Fe y Esperanza”?

Porque no fue solo una persona quien me trajo aquel manto. ¡No!

¡Fueron tantas!, entre ellas destaco a quienes se acercaron a la internación en el hospital. ¡Tantos médicos, enfermeras/os, visitadores, gente desconocida con un solo objetivo “Acompañar”!

Quiero compartir contigo uno de los mejores recuerdos: en el momento en que inyectan el antibiótico en mis venas, ellas se reventaban por ser el antibiótico espeso; estaba perdida, pues me atrapaba el Dolor. Pero era tomada entre las manos por personas desconocidas que simplemente estaban a mi lado y acariciaban no solo las manos, también la frente, el rostro abrumado. Fijando su mirada en mis ojos que transmitían paz, calma... y sin ser consciente... “ya no sentía el Dolor”.

Y, ¿por qué sucedía esto? ¿Por qué no sentía el sufrimiento?

Después de muchos años entendí: me abrigaba el Amor; el Amor y la Vida. Sí, Dios me cubría, me protegía, me fortalecía.

Te preguntarás, ¿por qué Dios? ¿Cómo sé que era Dios?

Porque Dios es justamente Amor y Vida; Dios nos sopla con su aliento de Vida.

...Dios está presente en cada persona que se acerca en los momentos de dolor, de desesperación, de sufrimiento como también en las ocasiones gratas para compartir contigo la Felicidad. Por supuesto estará presente en la misa, en un encuentro, en un retiro, en un casamiento y en un bautismo; pero su manifestación no es condicionada, al contrario, es ilimitada e inesperada. Porque Dios es perfecto y sabio; se presentará cuando menos lo creas, cuando ya no lo esperes, cuando menos lo piensas. Dios es maravilla y quiere maravillarte para que la Vida te sorprenda.

El reNACERdel árbol

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