Читать книгу La muerte no existe - Sixto Paz Wells - Страница 12

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Todo en la vida tiene una explicación.

Aunque muchas veces esta

nos rompa los esquemas

y nos resulte tan extraña

como alejada de lo establecido.

Enseñanzas Rama

Mari es una extraordinaria ama de casa, madre de dos hijas bien educadas que, ya graduadas en la universidad y con honores, han sabido abrirse paso profesionalmente en la vida. Dueña de una inteligencia superior, hábil en todo lo que se propone, a pesar de sus brillantes estudios universitarios en Psicología y Neurología, después de diversos empleos decidió dedicarse por entero a su casa y a su familia.

Desde pequeña padecía de extraños ataques, en los cuales se veía asediada por una sombra oscura que trataba a veces de sacarla violentamente de su cuerpo y otras de incorporarse a ella, lo cual le producía angustia y temor. A pesar de tener muy claramente definido su sexo y su rol en la presente existencia, más de una vez en sueños se veía como un hombre en Europa.

Su feliz matrimonio no disminuyó los ataques, que aunque esporádicos llegaron a ser contemplados por su esposo, quien los definió como una suerte de epilepsia con intento de posesión.

La práctica de la meditación por parte de ambos y de técnicas de regresión permitieron que Mari conociera en una clara visión que en su vida anterior ella había sido un médico francés interesado por el espiritismo y que estaba radicado en Inglaterra, así como que experimentaba con sus pacientes, buscando aprender cómo curar, pero también investigando sin ningún escrúpulo.

Este tipo de conocimiento al que llegó Mari sobre sí misma, y supuestamente sobre anteriores encarnaciones suyas, la llevaron a bloquear definitivamente los ataques y la acechanza, que desaparecieron como por arte de magia a pesar de que le venían desde la niñez, y que habían desembocado en una serie de problemas de salud muy fuertes con lesiones en los huesos, diabetes, problemas de riñón, etc. como karmas acumulados de aquella vida anterior en la que ella experimentó en otros, que la habían llevado hasta verse sumida en varios protocolos de experimentación por parte de médicos buscando solucionarle sus problemas.

Hoy Mari trabaja junto con su esposo la «terapia del perdón», con la convicción clara de que nada nos ocurre en la vida si no es por algún motivo, muchas veces de aprendizaje, otras de corrección o expiación. Y es que tenemos que tener cuidado a la hora de intentar abrir puertas entre dimensiones, porque estas pueden no solo abrirse sino atraer todo tipo de entidades, muchas de ellas inconvenientes y que podrían acompañarnos de una vida a otra acechándonos, y a través nuestro a los más cercanos a nosotros. Y en cuanto al proceder con los demás, siempre hemos de recordar aquello de: «El fin no justifica los medios» y «No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti».

La muerte no existe

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