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Introducción

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Voy a contarte un pequeño secreto: aunque soy conocida como la Dama del Tarot, en realidad el tarot no fue mi primer amor. Me enamoré de la astrología mucho antes de haber puesto mis manos en un mazo de tarot. Este llegó a mi vida mucho después, y a pesar de haberme enamorado perdidamente de esas setenta y ocho cartas, jamás abandoné la astrología.

En cierto modo, he mantenido un triángulo amoroso con ambos, pues nunca he sido capaz de escoger entre uno y otro. El tarot es mi principal aliado, pero la astrología es el acompañante perfecto. Se complementan mutuamente como la mantequilla de cacahuete y la crema de malvavisco*... y ambos hacen que mi vida sea deliciosa.

Mi primer contacto con la astrología tuvo lugar hace muchas lunas; entonces yo era una típica quinceañera angustiada e inadaptada en medio de una crisis existencial. ¿Quién soy, qué demonios debo hacer en esto que se llama vida? ¿Por qué hago las cosas que hago, y qué es lo que me lleva a pensar de este modo?

Entonces entró en escena Lollie, la madre de mi mejor amiga.

Conocí a Sandie a comienzos de ese año y nos hicimos amigas rápidamente. Ella era una persona extravagante, una excéntrica que usaba mocasines y se movía por los pasillos sujetando sus libros como si fueran una especie de tanque de oxígeno que la mantenía viva. Destacaba entre los demás como un extraño flamenco en una marisma de camisetas deportivas, lo que significa que de inmediato me sentí atraída por ella. Los bichos raros tienden a encontrarse de ese modo.

Como cabe esperar, la madre de Sandie era también una mujer muy poco convencional. Medía un escaso metro y medio, y no quería que la llamaran señora, como los demás padres. Prefería que la ­llamaran por su sobrenombre, Lollie. Era una psicóloga brillante que disfrutaba practicando juegos mentales. A menudo la encontrábamos fumando un Marlboro tras otro y pasando un buen rato tocando el piano.

También sabía mucho de astrología.

Cierto día insistió en que yo necesitaba una consulta astrológica (también sospecho que quería saber si tenía problemas). De manera que me hizo sentar y me hizo la carta astral. Mientras analizaba los extraños símbolos y marcas que había en la carta, murmuraba para sí misma y abría sus antiguos libros de astrología para comprobar minuciosamente las interpretaciones. Sacudió la cabeza algunas veces, y tras hacer un montón de muecas me dijo todo lo que sabía sobre mí.

«Tienes una carta difícil, pero eres bastante inteligente. También eres muy psíquica. Podrías ser sumamente sexual. Ah, y vas a tener luchas de poder con tus amigos. Y no serán pocas». No recuerdo mucho más de lo que ocurrió aquella lejana noche, pero lo que sí puedo decir con toda certeza es que quedé inmediatamente enganchada a la astrología.

Desde entonces, la he utilizado en mi vida por muchas razones: para entenderme a mí misma y entender a mis seres queridos, para planificar eventos (incluso el nacimiento de mis hijos), para concebir estrategias comerciales y para ayudar a los clientes a elegir fechas para bodas, inauguraciones y cesáreas programadas. La astrología ha sido una herramienta maravillosa que me ha permitido potenciar mis puntos fuertes y hacer las paces con mis retos. Me ha convertido en mejor madre, empresaria y ser humano. Y lo digo de verdad.

A veces conozco personas que sienten curiosidad por la astrología y aceptan gustosas que eche un vistazo a sus cartas astrales, aunque luego se muestran reacias a intentar comprender cómo funciona la astrología... o cómo conseguir que esa carta funcione a su favor simplemente aprendiendo sus principios básicos. Con franqueza, esto me parece un poco raro. Suelen decirme:

 «Es demasiado difícil».

 «Todos esos símbolos... tienes que ser un genio para entender lo que significan».

 «Cuando hablas de astrología parece que estuvieras hablando en otro idioma».

 «Todo esto es demasiado críptico para mi cerebro».

La cuestión es la siguiente: parece un idioma diferente; sin embargo, no necesitas ser un científico espacial para entenderlo. En cuanto aprendes los principios básicos, puedes navegar fácilmente por el cosmos y conseguir que trabaje para ti. Es como consultar un mapa de carreteras para conocer el terreno y las herramientas disponibles. Entonces, los planetas te guiarán para que tomes decisiones valientes y acertadas en el amor, el trabajo y la vida. La astrología es profunda, divertida y práctica.

Todo lo que necesitas es una persona que hable el idioma nativo con fluidez, pero que lo haga eliminando el factor intimidación de la ecuación. Y esa persona soy yo. Astrología para la vida real está dirigido a los que se inician en este campo con el deseo de comprender su carta astral y maximizar su potencial sin sentir que está por encima de sus capacidades o que son demasiado tontos (tú no lo eres) para entender cómo funciona. En este libro aprenderás cómo interpretar tu carta astral con confianza y a utilizar la astrología de una forma práctica y proactiva. Esto significa que no hay lugar para las excusas astrológicas (culpar a las estrellas por tus problemas). Todos tenemos la libertad de elegir. Si bien las estrellas muestran el potencial, la decisión siempre está en tus manos. Sin embargo, es más fácil tomar las decisiones correctas cuando eres consciente de lo que hay y sabes cuál es la forma más efectiva de actuar.

He estudiado astrología durante años utilizándome a mí misma como conejillo de Indias. Esto quiere decir analizar cómo funciona la astrología en la práctica, y no solamente en la teoría. Estoy aquí para decirte: la astrología funciona cuando sabes cómo jugar con ella.

Estoy eternamente agradecida a Lollie por haber observado mis mecanismos internos en aquellos lejanos años. Gracias a ella una puerta se abrió para mí y la astrología se convirtió en el trabajo de mi vida. Todavía conservo sus libros antiguos con sus desordenadas notas en los márgenes, envueltos cuidadosamente en una bolsa de plástico para que no se desintegren más. Son una de mis pertenencias más valiosas.

Ahora me toca a mí abrir esa puerta para otras personas interesadas en la astrología que están buscando respuestas, pero se sienten agobiadas por toda la información que circula por ahí. No es tan difícil. Tú puedes hacerlo. (Y cuanto más lo haces, más fácil resulta).

En este libro de ejercicios he recopilado algunas de mis lecciones favoritas. Son las que he utilizado con éxito con mis alumnos a lo largo de los años; además he incluido la información que he compartido en mi blog en la serie Star School. Tengo la esperanza de que Astrología para la vida real explique la astrología de una forma fácil y divertida. Si hay algo que he aprendido con el paso de los años es que es mucho más fácil comprender lo que no resulta aburrido.

Esto es lo que espero que seas capaz de hacer después de leer este libro:

 Saber a dónde dirigirte (online) para hacer tu carta astral, también conocida como carta natal.

 Mirar tu carta astral y detectar de inmediato los símbolos de tres cosas muy importantes –tu signo solar, tu signo lunar y tu signo ascendente– y entender qué significan.

 Comprender todos los principios básicos de la astrología: palabras como retrógrado, tránsito o sextil. Conocerás el significado de estas palabras, ¡y ya no te parecerá un idioma extranjero!

 Cuando invites a amigos a cenar podrás hacer la carta astral de cada uno de ellos y una lectura básica de astrología. ¡Y será muy divertido!

 Mirar un libro de efemérides y saber qué es lo que está pasando en el universo ese día, esa semana, ese mes y ese año, para poder planificar tu vida más eficazmente.

 Sentirte empoderado/a, y no inútil. Comprenderás que la astrología muestra un panorama general de lo que está sucediendo: una especie de pronóstico meteorológico. La astrología ofrece información pero ¡tú decides lo que quieres hacer con ella! Siempre tienes la libertad de elegir... y siempre hay un modo de utilizar la información en beneficio propio.

 ¡Te sentirás inspirado/a para seguir aprendiendo! Siempre se puede estudiar algo más. Incluso después de más de treinta años sigo aprendiendo cosas nuevas.

¿Estás preparado/a? ¡Vamos allá!

* N. de la T.: La crema de malvavisco es un dulce extremadamente popular en algunas regiones de los Estados Unidos. Uno de sus usos más conocidos es como ingrediente del fluffernutter, un sándwich de mantequilla de cacahuete.

Astrología para la vida real

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