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Qué es la astrología... y qué no es

Desde el inicio de los tiempos hemos estado tratando de descubrir nuestro lugar en el cosmos. Hemos lanzado huesos, mirado las llamas, observado los pájaros y elevado nuestros ojos al cielo en busca de respuestas. ¿Qué estamos haciendo aquí? ¿Quiénes somos? ¿De qué va todo esto? Y lo más importante, ¿nuestros destinos están predeterminados, o no?

Adentrémonos en la astrología.

La astrología es el estudio de las estrellas. Es un sistema excelente que, según se cree, fue desarrollado en Egipto muchas lunas atrás y transmitida a los babilonios, a quienes se les reconoce la labor de haber perfeccionado el sistema hasta convertirlo en una herramienta práctica y muy útil. Los babilonios utilizaron la astrología para predecir los patrones climatológicos, atender las tareas estacionales y adivinar el futuro. Dominaban los métodos matemáticos más avanzados, y eran muy hábiles para determinar las posiciones planetarias y los tránsitos. El Zodíaco «nació» alrededor del año 500 a. de C.

A partir de entonces se entremezcló con las creencias griegas y egipcias antes de abrirse finalmente camino hacia el mundo occidental, donde continuó transformándose hasta llegar a ser lo que hoy conocemos como astrología.

La astrología se convirtió en una ciencia respetada, utilizada primero por reyes y generales (el presidente Ronald Reagan fue uno de sus fans), y después por el resto de nosotros, el pueblo llano.

Qué es la astrología

La astrología es un sistema que estudia los efectos de los planetas y las estrellas sobre los seres humanos. Los astrólogos examinan la correlación entre las posiciones de los cuerpos celestes y sus relaciones con los eventos que tienen lugar en la Tierra. Creen que al estudiar los patrones y las posiciones de los planetas en el ­momento del nacimiento de una persona, podemos tener una idea de su carácter y potencial.

Qué puede hacer la astrología

La astrología no solamente te permite conocer tu personalidad y tus posibilidades de éxito (o de afrontar dificultades), también te ayuda a organizar eventos, analizar la compatibilidad con tu pareja y tomar decisiones conscientes.

Qué no es la astrología

La astrología no es un sistema infalible que puede señalar cada detalle de tu vida con coordenadas claras como el cristal. Si bien puede ser una herramienta sorprendentemente exacta, hay muchas formas de analizar una carta. Y esto significa que la interpretación puede ser diferente dependiendo del astrólogo que la haga. Y ni siquiera el astrólogo más cualificado es capaz de verlo todo. No sería realista esperar lo contrario. No existe nada ni nadie que tenga ese poder.

La astrología ofrece una idea general de la energía que está operando, pero siempre hay espacio para la interpretación... y el error. De modo que solo porque tu carta astrológica diga que esa nueva pareja que hay en tu vida será un amante apasionado que te hará temblar desde el chakra coronario hasta las plantas de los pies, no debes dar por sentado que realmente lo será.

La astrología no es ninguna garantía («¡Mi carta indica que seré rico!»). Una carta complicada no significa que estás condenado a ser un borracho que vivirá debajo de un puente, y una carta con excelentes aspectos y posiciones planetarias tampoco indica que estás destinado a tener una estrella con tu nombre en el paseo de la fama de Hollywood. Porque para que la vida vaya bien, es necesario que trabajes para conseguirlo.

Esto significa que no existen cartas buenas ni cartas malas. La astrología muestra únicamente el potencial. Eres tú quien debe aprovechar tus puntos fuertes y trabajar para resolver tus puntos débiles.

La astrología es una herramienta de empoderamiento para todos aquellos que están deseando analizarse críticamente y realizar el trabajo necesario para vivir mejor. Tu vida se torna mágica cuando la astrología se utiliza de ese modo.

Pero ¿es «real» la astrología?

(Explicando la astrología a escépticos y cínicos)

Seguramente habrás conocido a muchas personas que ponen los ojos en blanco cuando se habla de astrología.

¿Astrología? Venga, ¿se supone que debo creer (mirando vagamente hacia el cielo) que los «planetas», las «lunas» y las «estrellas» (comillas sarcásticas) tienen influencia en mi vida? Hay que ser realista. Eso es una locura.

Sin embargo, no es ninguna «locura». Piensa en ello. La Luna, el Sol, las demás estrellas y los planetas tienen un impacto en nuestras vidas de muchas maneras. ¡Esto ha sido estudiado y confirmado por científicos de las mejores universidades! Si conoces a un escéptico, aquí hay tres ejemplos que puedes compartir con él.

1. La Luna y las mareas del océano

La fuerza gravitacional de la Luna causa que el océano tenga marea alta y marea baja. Piensa en ello. La Luna es tan poderosa que literalmente empuja al océano hacia delante y hacia atrás.

Si la Luna es tan poderosa que tiene influencia sobre los océanos, ¿es realmente tan descabellado pensar que podría tener influencia también sobre los diminutos seres humanos que somos? Después de todo, nuestros pequeños cuerpos están llenos de agua, sodio y diversos minerales, igual que el océano. Con toda seguridad, ¡también nosotros recibimos la influencia de la Luna de alguna manera!

2. Júpiter, Venus y el clima de la tierra

Investigadores de la Universidad de Columbia confirman que los tirones gravitacionales de Júpiter y Venus tienen un impacto sobre nuestro clima en la Tierra.

USA Today publicó: «Los científicos pueden ahora vincular de una forma muy precisa los cambios climáticos, el medioambiente, los dinosaurios, los mamíferos y los fósiles de todo el mundo con este ciclo de 405.000 años», afirma Dennis Kent, experto en paleomagnetismo de Columbia. ¡Guau! He aquí una prueba de que otros planetas ejercen influencia en la vida que hay en la Tierra.

(Ver: https://www.usatoday.com/story/news/2018/05/07/ climate-changes-orbits-jupiter-and-venus-affect-earths-climate/587280002/).

3. El sol, las estaciones y la salud mental

Las diferentes estaciones –primavera, verano, otoño e invierno– se producen por la inclinación del eje rotacional de la Tierra en relación con el Sol.

En invierno, cuando está oscuro, muchas personas sufren el síndrome conocido como trastorno afectivo estacional, y experimentan apatía, cansancio, ansiedad y depresión.

Esta es una manifestación evidente de la influencia de un cuerpo celeste (en este caso, el Sol) en los sentimientos y conductas de los seres humanos.

Puedes compartir esos tres ejemplos con un amigo escéptico. Con un poco de suerte, empezará a ver que realmente no es «una tontería» ni «una locura» pensar que la Luna, el Sol, las demás estrellas y los planetas tienen influencia en nuestras vidas. Porque... ¡sabemos que la tienen!

Cuando estudias astrología, estás estudiando las formas sutiles y emocionales en que la Luna, el Sol, las demás estrellas y los planetas tienen un impacto sobre nosotros, un impacto sobre lo que sentimos, sobre nuestra conducta y sobre los desafíos y oportunidades que surgen en diferentes momentos de la vida.

De cualquier modo, tu amigo puede seguir siendo totalmente escéptico, ¡y no pasa nada! Todos tenemos derecho a pensar lo que queramos, y tú no tienes que intentar persuadir o convencer a nadie para que vea el mundo de la misma forma que tú lo ves.

Sin embargo, si el ordenador de tu amigo escéptico se estropea en el próximo Mercurio retrógrado y pierde la tesis doctoral de ochenta mil palabras en la que ha estado trabajando durante los últimos tres años, puedes limitarte a encogerte de hombros y decirle: «Te lo advertí».

Libre albedrío frente a destino

Algunas corrientes de pensamiento sostienen que todo está predeterminado. Otras afirman que nosotros creamos el futuro. En ambas explicaciones hay algo de verdad.

Esto es lo que yo pienso sobre este tema.

Algunas cosas dependen del destino. Por ejemplo, un niño que ha nacido con la capacidad de pintar como Picasso a la edad de cuatro años es un prodigio. Este no es un comportamiento aprendido, es una habilidad innata que no tiene explicación. El niño posee ese talento, y al cultivarlo desarrolla un gran potencial para alcanzar el éxito.

Nuestro libre albedrío determina el resultado. Supongamos que ese mismo niño prodigio desarrolla su talento durante un tiempo con gran reconocimiento, pero un día decide que quiere ser fontanero. Abandona la pintura y se apunta a un curso de formación profesional. El camino al que parecía estar destinado ha cambiado porque él ha elegido una opción diferente.

A pesar de tener libre albedrío, no llegamos a asumir que lo tenemos. O no lo utilizamos. Es por este motivo por lo que la adivinación del futuro y la astrología predictiva parecen funcionar. Supongamos que te leen el porvenir, te sientes como una galleta de avena que se desintegra, y luego te sientas a esperar que llegue un forastero alto y guapo con un montón de regalos o, por el contrario, que suceda alguna calamidad. Esa mentalidad se enfrenta a la vida con la actitud de esperar que las cosas sucedan, y de ese modo la vida se torna pasiva.

Un enfoque mejor es ser proactivo, lo que significa estudiar tu carta e interpretar lo que puede suceder en el futuro, y luego tomar decisiones inteligentes basadas en esa información. (¡La responsabilidad personal sienta muy bien!). Si tratas a la astrología como si tú fueras el jefe, te funcionará a la perfección.

Voy a ilustrar lo que acabo de decir. Yo tengo una carta horrible en la mayoría de los sentidos. Con la Luna en Escorpio y una mezcla completa de planetas mutables en una complicada cuadratura en T, no es de extrañar que los astrólogos hagan una mueca cuando echan una ojeada a mi carta. En cualquier caso, de acuerdo con el cielo yo debería pasarlo muy mal. Sin embargo, no es eso lo que ha sucedido. Evidentemente, he tenido algún que otro pequeño drama, pero en general estoy felizmente casada, tengo dos hijos maravillosos y una carrera exitosa. ¡Mi vida fluye!

¿Por qué? Porque sabía en qué momentos la fortuna me sonreiría y cuándo tendría que trabajar. A lo largo del camino asumí mi responsabilidad y tomé decisiones conscientes que me permitieron crear una vida que adoro. Utilizar la astrología como una guía y no como una Biblia. ¡Esa es mi salsa secreta!

Otro ejemplo: no hace mucho tiempo, Saturno estaba atravesando mi segunda casa, que corresponde al dinero. Un astrólogo me dijo: «Oh, al parecer tu negocio va a quebrar».

Me reí y le contesté: «Es que así es como yo me muevo». Yo sabía que Saturno puede ser muy potente, pero si te acercas a él con atención y tienes un plan de acción, puedes trabajar con él formando un equipo ideal. Con esta mentalidad, organicé una nueva economía y me planteé un gran objetivo: saldar mi hipoteca quince años antes del plazo.

En cuanto concebí este plan, actué como un banquero durante la Gran Depresión. Contaba cada centavo, archivaba los vales, buscaba nuevos negocios, y todo eso me permitió liquidar mensualmente una cuota más alta. Cuando el tránsito concluyó, me faltaba solamente un año para cumplir ese gran objetivo que me había planteado. Ah, y además había saldado todas mis deudas.

Esa es la forma de sacar provecho del cosmos.

En cuanto avances en la lectura de este libro comenzarás a funcionar de ese modo. Consciente. Responsable. Preparado para recibir el éxito. ¿Suena bien? ¡Pues vamos a hacer que la magia se produzca!

Tomar notas en el diario

¿Qué es lo que piensas sobre el libre albedrío y el destino? ¿Cuándo sentiste que te estabas dejando llevar por la vida? ¿Puedes recordar una época en la que tus decisiones cambiaron por completo tu vida?

Astrología para la vida real

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