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9. Los Ciudadanos Permanentes del Universo Local
Оглавление37:9.1 (414.6) Tal como en los superuniversos y el universo central, el universo local tiene sus órdenes de ciudadanía permanente. Estas incluyen los siguientes tipos creados:
37:9.2 (414.7) 1. Susatia.
37:9.3 (414.8) 2. Univitatia.
37:9.4 (414.9) 3. Hijos Materiales.
37:9.5 (414.10) 4. Seres Intermedios.
37:9.6 (414.11) Estos aborígenes de la creación local, juntamente con ascendentes fusionados con el Espíritu y los espironga (que están clasificados de otra manera), constituyen una ciudadanía relativamente permanente. Estas órdenes de seres, generalmente no son ni ascendentes ni descendentes. Son todas criaturas experienciales, pero su creciente experiencia sigue estando disponible en el universo de su nivel de origen. Aunque esto no es completamente cierto respecto a los Hijos Adánicos y los seres intermedios, es relativamente cierto respecto a estas órdenes.
37:9.7 (414.12) Los Susatia. Estos maravillosos seres residen y actúan como ciudadanos permanentes en Salvington, la sede de este universo local. Son la brillante descendencia del Hijo Creador y el Espíritu Creativo y están estrechamente asociados con los ciudadanos ascendentes del universo local, los mortales fusionados con el Espíritu, los miembros del Cuerpo de Perfección nebadónico.
37:9.8 (414.13) Los Univitatia. Cada uno de los cien grupos sede central de constelaciones de las esferas arquitectónicas usufructa el servicio continuo de una orden residencial de seres conocidos como los univitatia. Estos hijos del Hijo Creador y el Espíritu Creativo constituyen la población permanente de los mundos sedes de la constelación. Son seres no reproductivos que existen en un plano de vida aproximadamente a mitad de camino entre el estado semimaterial de los Hijos Materiales domiciliados en las sedes de los sistemas y el plano más netamente espiritual de los mortales fusionados con el Espíritu y los susatia de Salvington. Pero los univitatia no son seres morontiales. Ellos logran para los mortales ascendentes durante la travesía de las esferas de la constelación, lo que contribuyen los nativos de Havona a los espíritus de los peregrinos que pasan por la creación central.
37:9.9 (415.1) Los Hijos Materiales de Dios. Cuando se ha completado el ciclo de un enlace creativo entre el Hijo Creador y el representante en el universo del Espíritu Infinito, el Espíritu Materno del Universo, cuando ya no se anticipa más progenie de esta naturaleza combinada, entonces el Hijo Creador personaliza en forma dual su concepto final de ser, confirmando así finalmente su propio y original origen dual. En él y dentro de él crea entonces a los hermosos y magníficos Hijos e Hijas de la orden material de filiación universal. Éste es el origen de los originales Adán y Eva de cada sistema local de Nebadon. Son una orden reproductiva de filiación, habiendo sido creados masculinos y femeninos. Su progenie constituye la ciudadanía relativamente permanente de una capital de sistema, aunque algunos son comisionados como Adanes Planetarios.
37:9.10 (415.2) En una misión planetaria los Hijos e Hijas Materiales son comisionados para fundar la raza adánica de ese mundo, una raza planificada para amalgamarse a la larga con los habitantes mortales de esa esfera. Los Adanes Planetarios son Hijos tanto descendentes como ascendentes, pero los clasificamos ordinariamente como ascendentes.
37:9.11 (415.3) Los Seres Intermedios. En los primeros tiempos de la mayoría de los mundos habitados, ciertos seres superhumanos, aunque materializados se encuentran asignados a éstos, pero generalmente se retiran al llegar los Adanes Planetarios. Las transacciones de estos seres y los esfuerzos de los Hijos Materiales para mejorar las razas evolucionarias frecuentemente dan como resultado la aparición de un número limitado de criaturas que son difíciles de clasificar. Estos seres únicos en su género están frecuentemente a mitad de camino entre los Hijos Materiales y las criaturas evolucionarias, de allí su designación: seres intermedios. En un sentido comparativo, estos seres intermedios son los ciudadanos permanentes de los mundos evolucionarios. Desde los primeros días de la llegada de un Príncipe Planetario hasta los distantes tiempos del establecimiento del planeta en luz y vida, constituyen el único grupo de seres inteligentes que permanecen continuamente en la esfera. En Urantia los ministros intermedios son en realidad los custodios auténticos del planeta; son, prácticamente, los ciudadanos de Urantia. Los mortales son en efecto los habitantes físicos y materiales de un mundo evolucionario, pero todos vosotros vivís vidas tan breves; permanecéis en vuestro planeta natal por tan corto tiempo. Vosotros nacéis, vivís, morís y pasáis a otros mundos de progresión evolucionaria. Aun los seres superhumanos que sirven en los planetas como ministros celestiales son de asignación transitoria; pocos de ellos son anexados por largo tiempo a una esfera determinada. Los seres intermedios, sin embargo, proveen continuidad en la administración planetaria frente a los ministros celestiales que se reemplazan continuamente y a los habitantes mortales que se cambian constantemente. A través de estos cambios y reemplazos incesantes, los seres intermedios permanecen en el planeta, llevando a cabo su trabajo sin interrupciones.
37:9.12 (415.4) En la misma forma, todas las divisiones de la organización administrativa de los universos locales y superuniversos tienen sus poblaciones más o menos permanentes, habitantes con título de ciudadanía. Así como Urantia tiene sus seres intermedios, Jerusem, la capital de vuestro sistema, tiene a las Hijas e Hijos Materiales. Edentia, la sede de vuestra constelación, tiene a los univitatia, mientras que los ciudadanos de Salvington son de dos tipos: los susatia creados y los mortales evolucionados fusionados con el Espíritu. Los mundos administrativos de los sectores menores y mayores de los superuniversos no tienen ciudadanos permanentes. Pero las esferas sede de Uversa son continuamente fomentadas por un sorprendente grupo de seres conocidos como abandonteros, la creación de los agentes no revelados de los Ancianos de los Días y los siete Espíritus Reflexivos residentes en la capital de Orvonton. Estos ciudadanos residentes en Uversa están presentemente a cargo de la administración de los asuntos rutinarios de su mundo bajo la inmediata supervisión del cuerpo uversano de los mortales fusionados con el Hijo. Aun Havona tiene sus seres nativos, y la Isla central de Luz y Vida es el hogar de los distintos grupos de Ciudadanos del Paraíso.