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10. Los Destinos de los Ascendentes
Оглавление40:10.1 (452.1) Los mortales fusionados con el Espíritu están, en general, confinados a un universo local. Los sobrevivientes fusionados con el Hijo están restringidos a un superuniverso; los mortales fusionados con un Ajustador están destinados a penetrar el universo de los universos. Los espíritus de fusión mortal siempre ascienden al nivel de origen; dichas entidades espirituales infaliblemente regresan a la esfera de la fuente primaria.
40:10.2 (452.2) Los mortales fusionados con el Espíritu son del universo local; generalmente no ascienden más allá de los confines de su reino nativo, más allá de los límites de la gama espacial del espíritu que los impregna. Los seres ascendentes fusionados con el Hijo del mismo modo se elevan a la fuente de dote espiritual, y como el Espíritu de la Verdad de un Hijo Creador se centra en la Ministra Divina asociada, del mismo modo su «espíritu de fusión» está fomentado por los Espíritus Reflexivos de los universos más elevados. Esta relación espiritual entre los niveles local y del superuniverso de Dios el Séptuple puede ser difícil de explicar pero no de discernir, estando revelada claramente en aquellos hijos de los Espíritus Reflexivos —las Voces secoráficas de los Hijos Creadores. El Ajustador del Pensamiento, que proviene del Padre en el Paraíso, no se detiene jamás hasta que el hijo mortal llegue cara a cara con el Dios eterno.
40:10.3 (452.3) La misteriosa variable en la técnica asociativa por la cual un ser mortal no puede fusionarse eternamente con el Ajustador del Pensamiento residente o no lo hace, puede parecer indicar un error en el esquema de ascensión; superficialmente, la fusión con el Hijo y con el Espíritu parece asemejarse a compensaciones de fallas no explicadas en algún detalle del plan del logro del Paraíso; pero todas estas conclusiones son erróneas; se nos enseña que todos estos acontecimientos se producen en obediencia a las leyes establecidas de los Supremos Gobernantes del Universo.
40:10.4 (452.4) Hemos analizado este problema y hemos llegado a la conclusión indudable de que llevar a todos los mortales a un destino último en el Paraíso sería injusto respecto de los universos espacio-temporales ya que las cortes de los Hijos Creadores y de los Ancianos de los Días dependerían en ese caso totalmente de los servicios de aquellos que están en tránsito hacia reinos más elevados. Y parece ser perfectamente justo que los gobiernos de los universos locales y de los superuniversos sean provistos cada uno de un grupo permanente de ciudadanos ascendentes; que las funciones de estas administraciones se enriquezcan mediante los esfuerzos de ciertos grupos de mortales glorificados de estado permanente, complementos evolucionarios de los abandonteros y de los susatia. Ahora bien, es plenamente obvio que el esquema actual de ascensión provee efectivamente a las administraciones del tiempo y del espacio de tales grupos de criaturas ascendentes; y muchas veces nos hemos preguntado: ¿Acaso todo esto representa una parte planificada de los planes omnisapientes de los Arquitectos del Universo Maestro, diseñada para proveer a los Hijos Creadores y a los Ancianos de los Días de una población ascendente permanente? ¿Con órdenes evolucionadas de ciudadanía que se volverán cada vez más competentes para llevar adelante los asuntos de estos reinos en las edades universales venideras?
40:10.5 (452.5) El hecho de que los destinos mortales varíen de esta manera no prueba de ninguna manera que uno de ellos sea necesariamente más grande o más pequeño que el otro, sino meramente que difieren. Los seres ascendentes fusionados con el Ajustador efectivamente tienen una carrera grande y gloriosa como finalistas, que se extiende ante ellos en el futuro eterno, pero esto no significa que sean preferidos por sobre sus hermanos ascendentes. No existe favoritismo, no hay nada arbitrario, en la operación selectiva del plan divino de la supervivencia mortal.
40:10.6 (453.1) Aunque los finalistas fusionados con el Ajustador disfrutan obviamente de las más amplias oportunidades de servicio de todos, el logro de este objetivo automáticamente les impide la posibilidad de participar en la lucha de las edades en cualquier universo o superuniverso, a partir desde las épocas más primitivas y menos establecidas hasta las eras posteriores y establecidas de relativo logro de la perfección. Los finalistas adquieren una maravillosa y vasta experiencia de servicio transitorio en los siete segmentos del gran universo, pero generalmente no adquieren ese conocimiento íntimo de un universo específico que aun ahora caracterizan a los veteranos fusionados con el Espíritu del Cuerpo Nebadónico de lo Completo. Estos seres disfrutan de una oportunidad de presenciar la procesión ascendente de las edades planetarias a medida que éstas se desarrollan una por una en diez millones de mundos habitados. Y en el fiel servicio de estos ciudadanos del universo local, cada experiencia es superimpuesta sobre las experiencias anteriores hasta que la plenitud del tiempo madura esa elevada calidad de sabiduría que se engendra en la experiencia centralizada —sabiduría autoritaria— y esto en si mismo es un factor vital en la estabilización de cualquier universo local.
40:10.7 (453.2) Tal como ocurre con los que se fusionan con el Espíritu, lo mismo sucede con los mortales fusionados con el Hijo que han alcanzado estado residencial en Uversa. Algunos de estos seres provienen de las épocas más tempranas en Orvonton y representan un cuerpo de sabiduría que se va acumulando lentamente, con discernimiento cada vez mayor que está haciendo contribuciones de servicio cada vez más extensas para el bienestar y el establecimiento futuro del séptimo superuniverso.
40:10.8 (453.3) Cuál será el destino último de estas órdenes estacionarias de ciudadanía en el universo local y en el superuniverso no lo sabemos, pero es muy posible que, cuando los finalistas paradisiacos sean pioneros en las fronteras en expansión de la divinidad en los sistemas planetarios del primer nivel espacial exterior, sus hermanos fusionados con el Hijo y con el Espíritu de la lucha evolucionaria ascendente contribuirán aceptablemente al mantenimiento del equilibrio experiencial de los superuniversos perfeccionados, mientras se mantendrán prontos para dar la bienvenida a la corriente de ingreso de peregrinos al Paraíso que puedan, en ese día distante, pasar por Orvonton y por sus creaciones hermanas como un vasto torrente de búsqueda espiritual proveniente de estas galaxias actualmente desconocidas y desiertas del espacio exterior.
40:10.9 (453.4) Aunque la mayoría de los que se fusionan con el Espíritu sirven permanentemente como ciudadanos de los universos locales, no todos lo hacen. Si alguna fase de su ministerio universal requiriese su presencia personal en el superuniverso, entonces se producirían en estos ciudadanos transformaciones del ser que les permitirían ascender al universo más alto; y a la llegada de los Guardianes Celestiales con órdenes de presentar a estos mortales fusionados con el Espíritu ante las cortes de los Ancianos de los Días, así ascenderían, para no regresar jamás. Se vuelven pupilos del superuniverso, sirviendo como asistentes de los Guardianes Celestiales y permanentemente, excepto aquellos pocos que a su vez son llamados al servicio del Paraíso y de Havona.
40:10.10 (453.5) Como sus hermanos fusionados con el Espíritu, los que se fusionan con el Hijo no atraviesan Havona ni logran el Paraíso a menos que hayan sufrido ciertas transformaciones modificadoras. Por razones buenas y suficientes, estos cambios se han efectuado en algunos sobrevivientes fusionados con el Hijo, y estos seres se encuentran de vez en cuando en los siete circuitos del universo central. Así pues algunos de entre los mortales fusionados con el Hijo o con el Espíritu efectivamente ascienden al Paraíso, logran un objetivo de muchas maneras equivalente al que aguarda a los mortales fusionados con el Padre.
40:10.11 (453.6) Los mortales fusionados con el Padre son finalistas potenciales; su destino es el Padre Universal, y lo logran, pero dentro de los límites de la edad universal presente, los finalistas como tales, no logran su destino. Permanecen siendo criaturas no completadas, espíritus de la sexta etapa, y por lo tanto no activas en los dominios evolucionarios de estado pre-luz y vida.
40:10.12 (454.1) Cuando la Trinidad abraza a un finalista mortal —se torna un Hijo Trinidizado, tal como un Mensajero Poderoso— entonces ese finalista ha logrado el destino, por lo menos para la presente edad universal. Los Mensajeros Poderosos y sus semejantes pueden no ser en el sentido exacto espíritus de la séptima etapa, pero además de otras cosas el abrazo de la Trinidad los dota de todo lo que un finalista alguna vez logrará como espíritu de la séptima etapa. Después de que los mortales fusionados con el Espíritu o con el Hijo son trinidizados, pasan a través de la experiencia en el Paraíso con los seres ascendentes fusionados con el Ajustador, siendo idénticos a éstos en todos los asuntos que pertenecen a la administración del superuniverso. Estos Hijos Trinidizados de Selección o de Logro son, al menos por ahora, criaturas completadas, en contraste con los finalistas, que actualmente son criaturas no completadas.
40:10.13 (454.2) Así pues, en el análisis final, difícilmente sería apropiado utilizar las palabras «más grande» o «menor» al comparar los destinos de las órdenes ascendentes de filiación. Cada hijo de Dios comparte en la paternidad de Dios, y Dios ama a cada uno de sus hijos de la misma manera; no hace diferencia de los destinos ascendentes tanto como no hace diferencia de las criaturas que logran tales destinos. El Padre ama a cada uno de sus hijos, y ese afecto es nada menos que verdadero, sagrado, divino, ilimitado, eterno y único —un amor donado a este hijo y a ese hijo, individual, personal y exclusivamente. Y ese amor eclipsa totalmente todos los demás hechos. La filiación es la relación suprema de la criatura con el Creador.
40:10.14 (454.3) Vosotros como mortales podéis ahora reconocer vuestro lugar en la familia de filiación divina y comenzar a sentir la obligación de aprovecharos de las ventajas tan libremente proveídas por el plan del Paraíso de supervivencia mortal, tal plan ha sido tan grandemente enaltecido e iluminado por la experiencia de vida de un Hijo autootorgador. Todas las facilidades y todos los poderes han sido provistos para asegurar vuestro logro último del objetivo paradisiaco de perfección divina.
40:10.15 (454.4) [Presentado por un Mensajero Poderoso temporalmente asignado al personal de Gabriel en Salvington.]