Читать книгу Los animales nos enseñan… - Vanessa Méndez Villalobos - Страница 14
La psst, psst – Parte 3
ОглавлениеTu Biblia dice: “Él, en el momento preciso, todo lo hizo hermoso”. Eclesiastés 3:11.
–¡Ayer estuve muy feliz, tía, porque aprendí de las abejas! Pero recuerdo que solo vimos dos tipos de abejas: la reina y las obreras. Tú me dijiste que eran tres. Dime cómo se llama el último, por favor, tía.
–El último grupo de abejas son los zánganos. Podríamos decir que es el papá de todas las abejas de la colmena –explicó la tía Adri.
–Entonces, ¿cuida a las crías y a todo el panal? –preguntó Wendy.
–No, Wendy; no es como tu papá, que cuida de ustedes, les da alimento y las defiende. Los zánganos tienen una función muy diferente. Como ellos deben ser fuertes, entonces se dedican a comer lo que producen diariamente seis abejas.
–¡Sí que comen mucho! –expresó Wendy–. Entonces, ¿son más grandes en tamaño?
–No, al contario; su tamaño es menor que el de la reina, pero sí están gorditos, lo que hace que su vuelo sea ruidoso. Sus ojos son más grandes que los de las demás y su lengüita es corta. Por eso las obreras lo alimentan.
Wendy abre sus hermosos ojos.
–¡Ah! ¡Nada más se la pasa comiendo! No hace nada esa abeja. Es floja –exclama.
–Jesús la hizo así, Wendy. Cada ser que Jesús creó fue diseñado con características especiales; así como tú eres diferente de tu hermanita, y tus papis las aman a las dos.
Oremos: “Gracias, querido Jesús, porque aunque somos diferentes tú nos amas. Ayúdame a aceptar las diferencias. Amén”.