Читать книгу Patrimonio urbano de la Ciudad de México: la herencia disputada - Víctor Delgadillo - Страница 13
¿Sirve de algo la Cumbre Mundial de la ONU sobre los Asentamientos Humanos?
ОглавлениеLa tercera Cumbre Mundial sobre los Asentamientos Humanos, Hábitat III, a realizarse en 2016, tendrá lugar en un momento en que más de la mitad de la población del mundo vive en ciudades; las desigualdades socioeconómicas se han exacerbado y crece la pobreza social, y las formas de urbanización neoliberales muestran de manera brutal sus consecuencias. Así, por ejemplo, en México alrededor de cinco millones de viviendas (en su mayoría nuevas) se encuentran vacías. Se trata de conjuntos de «artefactos» urbanos con miles de viviendas de dimensiones miserables que fueron construidos desde el año 2000 en lugares distantes de las ciudades y, en ocasiones, prácticamente en medio de la nada, condenando a la población «beneficiada» a invertir mucho tiempo y recursos en sus traslados diarios. Esta urbanización salvaje implicó un enorme crecimiento urbano en escala metropolitana, que a nombre del déficit habitacional promovió enormes ganancias para las empresas constructoras, llamadas en México vivienderas.15
Otro de los peores ejemplos de la urbanización capitalista neoliberal es España, país que tienen alrededor de 3.4 millones de nuevas viviendas vacías, a las cuales se suma una enorme cantidad de megaproyectos inconclusos (aeropuertos, centros vacacionales, complejos turísticos de playa o montaña, etcétera) y alrededor de 800 000 desahuciados de su vivienda por el no pago de los créditos hipotecarios contraídos. Algunas muestras de los excesos de la «economía del ladrillo» y de la «burbuja inmobiliaria» han sido recogidos en publicaciones con diversos enfoques. Así, por ejemplo:
• Ruinas modernas, una topografía de lucro16 es el catálogo de una exposición fotográfica y planimétrica del mismo nombre que muestra los absurdos del lucro y la especula ción, permitidos por una generalizada corrupción: la construcción inconclusa, que semeja ruinas, de megaproyectos habitacionales, turísticos y de diverso tipo en medio prácticamente de la nada.
• Por su parte, Fin de ciclo17 es un libro que, desde la perspectiva de la economía política, pretende explicar, en un enfoque de largo plazo, la estupidez de la lógica de lucro —financiada por las poderosas economías de la Unión Europea— que exprimió los ahorros a las clases medias y medias bajas de España mediante créditos hipotecarios para la compra de vivienda.
En otros países las consecuencias son similares. A ello podemos sumar la reproducción de la pobreza ahora urbana, los miles de asentamientos humanos irregulares en América Latina y en México (de los que casi nadie habla), así como un desarrollo urbano exclusivo y excluyente que se conduce con políticas que mejoran de manera selectiva el espacio urbano y/o rehabilitan un selectivo patrimonio urbano, constituido por partes de centros y barrios históricos.
Volviendo a Hábitat III, en sí mismas las cumbres de la ONU constituyen actos diplomáticos a los que asisten jefes de Estado y ministros encargados del desarrollo urbano y del ordenamiento territorial de los diferentes países, quienes firman protocolos y compromisos políticos (en apariencia neutros y despolitizados, que a menudo se incumplen) para atender rezagos, problemas y desafíos sociales urbanos. Sin embargo, las cumbres de la ONU imponen una agenda internacional que coloca esos temas en el escenario y en el debate público nacional y local. Así, por ejemplo:
• En México, en 1975 grupos feministas de las llamadas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) pudieron colocar temas fundamentales en la agenda nacional durante el Año Internacional de la Mujer.
• En 1976, en el marco de la Cumbre de la ONU sobre los Asentamientos Humanos, Hábitat I, el gobierno federal decretó en escala nacional la Ley General de Asentamientos Humanos (primera en el ámbito nacional en México), y en escala internacional se creó la Coalición Internacional para el Hábitat, integrada por ONG y organizaciones y movimientos sociales defensores de los derechos a la vivienda y a la ciudad, de muchos países, que en un trabajo articulado han podido evitar varios desalojos forzosos en algunas ciudades y fortalecer su lucha en escala local mediante campañas políticas y múltiples intercambios.
El Centro Hábitat de la ONU, entidad responsable de la realización de Hábitat III, promueve una agenda urbana internacional en apariencia despolitizada y neutra que es legitimada por su carácter internacional. Esta institución promueve un desarrollo urbano «sustentable», que aminore la pobreza, los problemas urbanos y el cambio climático, pero también un desarrollo urbano «competitivo» capaz de retener o de atraer inversiones privadas que generen riqueza económica y empleos. En este discurso, al parecer neutro, la ONU premia las «mejores prácticas» para demostrar que, en el mundo hegemónicamente neoliberal, los pobres —con ayuda de ONG, organizaciones filantrópicas y curas comprometidos— cuentan con las suficientes capacidades para mejorar su entorno construido (vivienda y barrio) así como la calidad de su vida, incluso en condiciones adversas.
Las críticas a las cumbres de la ONU son muchas, pero las oportunidades que Hábitat III abre para discutir la agenda urbana de los gobiernos y las políticas públicas de cara a los medios de comunicación y la sociedad son innegables. Por ello estas páginas pretenden sumarse a los debates en torno a las políticas urbanas que se impulsan en distintas ciudades y, en general, a la necesaria reflexión en torno al futuro urbano y las ciudades del mañana.