Читать книгу El pacto de las viudas - Víctor Álamo de la Rosa - Страница 5

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Cálmate, mi rey, te lo ruego. Mira:

es la boca de la gruta. No hagas ruido, y entra.

Comete el buen crimen que ha de darte

esta isla para siempre, y yo, tu Calibán,

seré tu eterno adorador.

(La tempestad, William Shakespeare)

El pacto de las viudas

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