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El trípode
ОглавлениеDespués de la cámara y las lentes, el trípode es la herramienta más importante del equipo en la fotografía de naturaleza. Las condiciones de luz o la búsqueda de resultados estéticos por medio de largas exposiciones, le convierten en una pieza básica. El avance de la tecnología, reduciendo el ruido de las imágenes con ISO alto, ha hecho que cada vez dependamos menos de él, pero sigue siendo indispensable en la mayoría de disciplinas.
La variedad de trípodes a nuestra disposición, hacen que acertar en su adquisición sea un auténtico quebradero de cabeza. No existe un trípode perfecto para todo, por lo que tendremos que valorar sus diferentes características y elegir el que se adapte mejor a nuestras necesidades.
•Carga máxima. Es el límite de peso que puede soportar el trípode con garantías. Si las disciplinas que realizaremos son paisaje o macro, los requisitos del trípode serán bastante menores a las necesarias para fotografiar fauna y usar grandes teleobjetivos.
Roberto Iván Cano
Para conseguir la estrella de sol es necesario cerrar mucho el diafragma; de esta forma se produce la difracción en las láminas del obturador. Víctor, el protagonista de nuestra toma, necesita el trípode, porque está tomando imágenes con exposiciones cercanas al segundo. Así le dará textura de seda a las olas cuando rompan.
Nikon D800, Nikon 24-70 mm f/2.8 @ 70 mm, ISO 100, f/16, 1/320 s.
•Robustez: En la naturaleza es frecuente que encontremos fenómenos atmosféricos adversos. El viento y las olas del mar pueden producir pequeñas vibraciones en el trípode que trepiden la imagen final. Un trípode robusto con cierto peso, aporta estabilidad y seguridad a la hora de trabajar. El grosor de las secciones de las patas y el propio material del trípode condicionan las vibraciones indeseadas.
•Dimensiones. El tamaño que ocupa el trípode cuando está recogido es determinante a la hora de transportarlo, sobre todo cuando viajamos. La mayoría de los trípodes dividen sus patas en secciones que se cierran y abren de forma telescópica para ocupar menor espacio. Un mayor número de secciones hace que exija menos espacio una vez plegado, en detrimento de la estabilidad.
•Peso. Es fundamental en la estabilidad del trípode. Para sumar peso en los modelos más ligeros, y por tanto estabilidad, la barra central suele traer un gancho en su parte inferior posibilitando colgar un contrapeso, habitualmente nuestra mochila. Junto con las dimensiones, el peso es determinante a la hora de desplazarnos. No es lo mismo transportar un trípode unos pocos metros, que llevarlo encima en sesiones donde las caminatas sean largas y con gran desnivel. En el mercado podemos encontrar trípodes de similares características (dimensiones, altura) pero con diferencias importantes según el material del que estén hechos. Los trípodes de fibra carbono son más ligeros y estables que los de aluminio, por contra son más caros.
•Sistemas de bloqueo. Como ya hemos visto, las patas del trípode se divide en secciones. Para fijarlas cuando se extienden hay varios sistemas, entre los que destacan dos: de rosca y de pinza.
−Altura de trabajo. La altura máxima y mínima a la que podemos usar el trípode determina nuestro espacio de trabajo y limita las posibilidades fotográficas a la hora de encuadrar.
−La rótula. Es una parte fundamental e indispensable del trípode. Es el elemento que nos permite inclinar, rotar y pivotar la cámara para lograr el encuadre deseado.
Hay infinidad de sistemas, pero podemos identificar tres grandes grupos:
-De tres ejes. Permite manejar con un gran control cada uno de los ejes de movimiento. Esto las hace ideales para ajustar los encuadres con precisión y realizar pequeñas variaciones de manera sutil. Muy usada en paisaje y con sujetos estáticos.
-De bola. Quizá sea la más versátil de las rótulas. Permite ajustar todos los ejes de movimiento de la cámara con un solo mando y ocupa muy poco espacio con respecto a los otros sistemas. Su precisión a la hora de ajustar y encuadrar es más limitada, pero permite trabajar en el trípode con un agarre menor, pudiendo hacer seguimientos a sujetos en movimiento y encuadrar de manera más sencilla y rápida.
-Gimbal. Con lentes muy pesadas, y sobre todo cuando se quiere hacer seguimiento de sujetos en movimiento, este sistema es el ideal. Permite equilibrar el peso de los teleobjetivos sin apenas esfuerzo, evitando al fotógrafo cargar con su peso mientras lo usa.
−La zapata. Es la parte final que ajusta el trípode a nuestra cámara. Existen varios sistemas de zapata, y su elección también viene determinada por el tipo de fotografía que debemos realizar. El sistema más utilizado actualmente es el Arca Swiss. Resulta apto para la mayoría de las situaciones, con excepción de lentes muy pesadas donde sería recomendable una zapata hexagonal o similar. También son muy interesantes las zapatas en L. Este tipo de modelos no suele venir de serie con la rótula y no hay para todo tipo de sistemas, por lo que debemos asegurarnos de que es compatible. Al hacer una fotografía en formato vertical con una zapata normal es necesario colocar la cámara de manera que su peso no queda sobre el trípode, haciendo que este no sea tan estable como sería deseable. Usando un sistema en L esto se soluciona ya que la cámara siempre descansará sobre el eje del trípode. Además, con este sistema podemos mantener la misma perspectiva al cambiar del formato horizontal al vertical, facilitando el flujo de trabajo.
−Fiabilidad. Este es el factor más difícil de valorar antes de adquirir un trípode. Las características teóricas de un trípode y otro pueden ser iguales, pero su fiabilidad es fundamental. Hay infinidad de marcas y modelos que tienden a coger holgura en sus diferentes partes. Para evitar sorpresas desagradables, aquí solo queda la opción de preguntar a gente de confianza y que nos den su valoración.