Читать книгу Antiaging natural - Victoria Baras - Страница 10

Capítulo II Los músculos

Оглавление

Hasta ahora, hemos estado comentando nutrientes que mejoran la apariencia de la piel, redensifican el colágeno y detienen el daño oxidativo en todos los tejidos. Vamos a ver específicamente qué hacer con la musculatura. Ello es interesante no sólo estéticamente, sino también para prevenir algunas molestias comunes en el Segundo Tiempo. El Protocolo Antiaging Natural para los músculos tiene como objetivo recobrar masa y tono muscular, mantener los músculos y ligamentos oxigenados y elásticos y prevenir el dolor de espalda.

El dolor de espalda

Cada día tenemos experiencias del poder curativo de los nutrientes utilizados en dosis terapéuticas. Es preciso recordar, sin embargo, que el propósito de este libro es proponer un tratamiento regenerador y revitalizante, partiendo de la base de que la persona que inicia el Protocolo Antiaging Natural está sana. Sin embargo, vamos a detenernos unos instantes en este síntoma por lo extendido que se encuentra entre la población. En efecto, un 80% de los adultos tiene o ha tenido dolor de espalda al llegar a su SegundoTiempo, y después de la gripe es la mayor causa de absentismo laboral. El trastorno más frecuente es la lumbalgia, dolor en la parte baja de la espalda. Su origen radica en subluxaciones de columna, en problemas músculo tendinosos, escoliosis y lesiones deportivas o domésticas, aunque lo más frecuente es que se deba a un sobreesfuerzo muscular (postural, pesos) o a conflictos emocionales que se alojan ahí. Diagnósticos más graves como artritis, artrosis, osteoporosis o reumatismo se presentan también como un simple dolor de espalda, incluso idiopatías viscerales como inflamación de la próstata o de la vejiga o un estreñimiento. Así pues, se impone la visita al traumatólogo para descartar complicaciones.

El dolor de espalda común en el SegundoTiempo puede presentarse súbitamente y tardar en aliviarse meses, quizás hasta un año; una inflamación de la ciática requiere mucha paciencia y, además, cuando una ya está convencida de que ha resuelto el problema, que el nervio ya se ha desinflamado, un día sin más el dolor regresa. Basta un poco de fatiga, que hayamos abusado de nuestra resistencia o que pasemos por un período de tensión nerviosa. En efecto, el dolor de espalda y sus ramificaciones están generalmente asociados al estrés y a espasmos de origen emocional. Una emoción como el miedo puede provocar una contracción muscular que a su vez produce ácido pirúvico y ácido láctico que causan irritación primero y dolor después. ¿Te has fijado en cómo camina un perro cuando tiene miedo? Sí, con el rabo entre las patas, pero además toda la parte posterior se encoge y se agacha, como si se arrastrara para pasar inadvertido. También nosotros tenemos miedo, miedo a no poder aguantar tanta presión y tanto estrés, miedo al fracaso, miedo a que otros interpreten que lo que hacemos es un fracaso porque no casa con el estereotipo de lo que se entiende por «éxito», miedo de morirnos sin haber hecho realmente lo que queríamos o, si lo hicimos y no andamos boyantes económicamente, miedo a haber cometido un error, miedo al futuro, miedo a pasar hambre, a envejecer.

Las flores de Bach

¿Qué hacemos en un Protocolo Antiaging Natural? Sanar estas emociones, nutrir las fibras y emplear remedios naturales que pueden contribuir a paliar el dolor y desinflamar la zona. Por otro lado, se impone revisar qué está pasando en el ámbito emocional. Las emociones no son buenas ni malas, simplemente están ahí y, en lugar de negarlas y reprimirlas por parecernos políticamente incorrecto sentir miedo o rencor o rabia o frustración, lo mejor es reconocerlas y tratarlas. Existe un remedio floral muy efectivo cuyo uso doméstico viene avalado por la OMS: las flores de Bach. Se trata de la esencia vibracional de 38 plantas que su autor, el Dr. Edward Bach, fue elaborando al trabajar con flores y plantas que pudieran influir en estados mentales y emocionales, utilizando no sus principios activos químicos sino energéticos, en la misma línea de pensamiento que el Dr. Hanemann, padre de la homeopatía, de quien fue coetáneo. Para manejar las Flores de Bach eficazmente con terceras personas, hay que ser un terapeuta diplomado por el Bach Institute o similar. Sin embargo, y debido a su ausencia de riesgo para la salud, pueden formar parte de nuestro botiquín privado, de nuestro arsenal terapéutico para afrontar los cambios y retos que propone este Protocolo Antiaging Natural, pues muchas de ellas tratan emociones propias de este Segundo Tiempo: Larch, por ejemplo, es la flor de la persona que tiene tendencia a anticipar el fracaso, a pensar que algo puede no salir como ella pretende, y esa posibilidad le llena de ansiedad y preocupación. Mimulus es la esencia floral apropiada para la persona que tiene miedo a una cosa concreta, a los celos del marido, a los accesos de cólera de su hija rebelde, a su jefe déspota, a no llegar a fin de mes, a que la competencia cope el mercado, o a hablar en un consejo de administración. Rock Rose es conveniente cuando el miedo se convierte ya en pánico. Olmo es muy útil cuando nos sentimos sobrepasados por las responsabilidades. Oak es la flor del típico luchador, agotado, quemado, pero que sigue en la brecha. Walnut es la esencia maestra para una situación de cambio como la que representa alcanzar la madurez de los 50. Gentian y Gorse pueden ayudarnos cuando estamos desanimados y aún frente al desaliento. Mustard es la esencia para la tristeza. Centaury es una gran ayuda ante situaciones en que deseamos expresarnos tal cual somos y no nos atrevemos por falta de confianza en nosotros mismos, o porque pensamos que no es conveniente, que no vale la pena hacer un escándalo, es decir, cuando por la razón que sea rehuimos el enfrentamiento. Cerato y Schlerantus son muy eficaces ante las dudas y la falta de seguridad en uno mismo. Las esencias florales Impatiens y Verbain hay que utilizarlas de forma continuada y las personas que mejor pueden testimoniar la bondad de estas dos esencias responden al perfil típico del sufridor de dolor de espalda: el impaciente y el entusiasta exaltado que se mete en todos los berenjenales y luego se siente abrumado por cien tareas pendientes. Hay 38 flores y cada una de ellas puede ser de una gran ayuda para superar una situación concreta o una tendencia de nuestra personalidad que nos impele a repetir patrones de conducta que nos dan malvivir; especialmente remarcable es el llamado Rescue Remedy o Remedio de Urgencia. Es una combinación de 5 esencias preparadas por el propio Dr. Bach y se presenta en gotas y, también, en vaporizador. Ante una situación especialmente estresante, como por ejemplo haber estado a punto de sufrir un accidente, haberte peleado a muerte con tu amiga del alma, o que tu jefe te ha despedido, un poco de Rescue bajo la lengua te devolverá la presencia de ánimo. Si te interesa el tema, cómprate algún libro de los muchos publicados sobre los remedios florales del Dr. Edward Bach.

Mi consejo es que, si vemos que tenemos dificultades para manejar el estrés, el miedo y la ansiedad, nos permitamos el lujo de consultar un buen terapeuta que trabaje con flores, homeopatía, con psicoterapia o con el poder de la palabra, lo que más nos guste, pero que no nos limitemos a tapar el síntoma a base de tranquilizantes y analgésicos. ¡Hemos llegado a la segunda mitad de nuestra vida! ¡Eso ya es un éxito! Vamos a vivir el Segundo Tiempo con la mejor calidad de vida, y eso significa utilizar todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance, desde técnicas de relajación a deportes de aventura, desde inteligencia emocional hasta un coach personal,2 pero en cualquier caso el proceso de hacerse mayor debería ir acompañado de un mejor conocimiento de uno mismo, con toda nuestra grandeza y, también, con todas nuestras limitaciones, y si eso implica reconocer que nos hacemos más vulnerables al estrés, seamos asertivos y pidamos ayuda.

Si un dolor de espalda dura más de una semana, la primera medida que debes tomar es consultar al traumatólogo, y lo segundo pasar por el osteópata o el quiropráctico y hacerte una buena revisión de columna. Es muy importante que te hagan pruebas, radiografías y una resonancia magnética si procede, pero siempre acompañadas de una buena exploración. Alucino en las consultas médicas que te envían a rehabilitación sin haberte puesto una mano encima para palpar la espalda, sentir las diferencias en cuanto a tensión y temperatura en uno y otro lado de la columna, tantear zonas dolorosas y, por supuesto, corregir posibles subluxaciones si las hay; de manera que aconsejo complementar la visita al traumatólogo con una buena revisión osteopática.

Es importantísimo seguir el consejo de este tipo de profesionales respecto a la postura al dormir, al sentarse, al cargar peso. El osteópata nos aconsejará si hay que relajar una contractura antes de pasar a fortalecer la zona abdominal y dorsolumbar. Pilates basa su técnica precisamente en la importancia de reforzar la musculatura abdominal y dorsal, pero hay muchas otras alternativas: yoga, natación o el gimnasio de la esquina; muchos tienen un buen profesional que se ocupará de diseñarte una rutina adaptada a tu caso.

Y el tercer paso para resolver el dolor de espalda es ¡beber mucha agua! Muchos casos se resuelven espontáneamente al hidratar de forma correcta las fibras musculares. No olvides que, con los años, el hipotálamo deja de enviar las señales «tengo sed» tan claramente como de niños. No es que necesitemos menos agua que un chaval, es que nos olvidamos de beber. Deberíamos responder con un gran vaso de agua a la mínima sensación, no hacer tiempo hasta estar sedientos o esperar llegar al bar para tomarme unas cañas con los amigos. No te cortes un pelo, ponte una botella de litro en la mesa y ves bebiendo a sorbos de manera que cuando acabe la jornada laboral hayas acabado el litro o litro y medio. Además, te recomiendo que bebas a pequeños sorbos, que dejes el último sorbo de agua unos instantes en la boca antes de tragar. Es importante que toda la boca se humedezca, que se absorba el H2O vía sublingual manteniendo así nuestro cerebro bien hidratado.

Resumiendo, solucionamos o prevenimos el dolor de espalda con terapia emocional y manejo osteopático, mucha agua y los nutrientes que veremos a continuación. Todos ellos sirven como prevención para mantener la musculatura fuerte y resistente, y al final del capítulo especifico los que pueden ayudarnos a recuperarnos si el dolor de espalda se ha instalado ya en nosotros cuando iniciamos este Protocolo Antiaging, pues poseen un gran poder antiálgico y antiinflamatorio que nos será muy útil para acompañar el proceso de curación de la causa real subyacente que ha servido de «gatillo» para desencadenar este doloroso trastorno.

Nutrientes para los músculos

El principal alimento de la musculatura es la proteína por su capacidad de formar tejido colágeno —la carne de nuestros músculos— y por su virtud de convertir ciertos aminoácidos en una serie de hormonas directamente relacionadas con la masa muscular: la hormona del crecimiento y la testosterona. En segundo lugar, los músculos precisan minerales, vitaminas e, incluso, enzimas antioxidantes. Pero, sobre todo, sobre todo, todo, ¡los músculos necesitan ejercicio! Vamos a verlo.

Las proteínas

No se puede hablar de los músculos sin sacar a colación las proteínas. Las proteínas son un grupo de alimentos básicos para el ser humano. Los otros grupos son: glúcidos, también llamados hidratos de carbono, y lípidos —o grasas—.

Las proteínas provienen generalmente de una fuente animal como la carne, pescado, huevos, leche y productos lácteos, o de origen vegetal, como las proteínas de soja, de guisante, de lentejas, etcétera. Las proteínas están formadas a su vez por partes más pequeñas llamadas aminoácidos, que son los verdaderos «ladrillos» de nuestra estructura corporal. Los aminoácidos se enlazan formando cadenas más o menos cortas denominadas péptidos. Las proteínas son necesarias para la formación y la reparación de tejidos de todo nuestro organismo, desde músculos y ligamentos hasta la piel y el propio cerebro. Las proteínas no son una fuente de energía de elección. Es decir, en condiciones normales, el cuerpo no consume proteínas para producir la energía que necesita para vivir, para respirar, para hacer las digestiones, mantener el corazón latiendo, etcétera. Los primeros combustibles siempre serán los glúcidos (azúcares y todo lo que se transforma fácilmente en azúcar) y los lípidos (grasas). Si no hay glúcidos ni lípidos a mano, entonces sí que el cuerpo empieza a descomponer la proteína, y eso es peligroso; se pierde músculo y tejido magro y la descomposición de la proteína genera niveles tóxicos de amoníaco, un subproducto de la combustión proteica. Además, el organismo no almacena el exceso de proteína para hacer más musculito. Utiliza la que necesita en ese momento para reparar tejido o desarrollarlo si estamos haciendo ejercicio físico, y el resto lo desecha.

Proteína debemos comer la justa. Alcanzado el Segundo Tiempo, no deberíamos abusar de los filetes de 1 kilo de «la guarida del lobo», pues sobrecargan el hígado y los riñones, pueden producir cristales de ácido úrico (¿te acuerdas de «la gota», enfermedad de reyes grandes comilones?) y, lo que es más importante para las mujeres, interfiere en el metabolismo del calcio, además de aumentar la excreción de este mineral a través de la orina, es decir, nos desmineraliza si la comemos en exceso.

Todos los aminoácidos son básicos para la regeneración celular. Sin embargo, algunos son especialmente atractivos. Veamos: la arginina optimiza el almacenamiento del nitrógeno y potencia la hormona del crecimiento. Como es natural, nos interesa tener la mayor cantidad posible de esta hormona que influye en la fortaleza y el desarrollo de nuestros músculos. Durante el ejercicio, la arginina convierte el amoníaco en urea, que puede ser excretada fácilmente. La ornitina es otro aminoácido que también estimula la somatotropina, es decir, la hormona del crecimiento humano. Fortalece el tejido conectivo, tendones y ligamentos. Al tomar estos aminoácidos más lisina, vitaminas del grupo B y vitamina C, el ejercicio físico que realicemos se verá rápidamente recompensado por un crecimiento significativo de la masa muscular. De hecho, todos los deportistas de gimnasio que esculpen un cuerpo escultural toman suplementos de aminoácidos. No tienen nada que ver con los anabolizantes y sus efectos son parecidos. Pero, ¡ah, amigos! ¡Siempre que vaya acompañado de ejercicio!

No acaban aquí los aminoácidos recomendados para mejorar la masa y el tono muscular, para evitar que la flacidez haga presa en nuestras carnes y nos avergüence pasar el salero al comensal de enfrente. También la glicina, ingerida junto a la arginina, aumenta los niveles de creatina y de hormona del crecimiento. Qué vamos a decir de nutrientes que llevan nombres como creatina (de crear) o bien hormona de crecimiento (¡crecimiento!), cuando entramos en una etapa en la que todo lo que oímos es «desciende la producción de esto, se detiene la síntesis de aquello o se ralentiza la metabolización de lo de más allá…»

El aminoácido carnitina, también llamada vitamina B11, es especialmente interesante si además de tonificar la musculatura deseamos perder grasa, pues es una verdadera «lanzadera». Transporta la grasa desde los michelines hasta los músculos, en donde, si estamos practicando ejercicio, se transformará en masa muscular al tiempo que adelgazamos.

El aminoácido GABA también potencia la hormona del crecimiento, que como puede comprenderse en esta Segunda Mitad de nuestra vida no abunda tanto en nuestro organismo como cuando estábamos pegando «estirones».

La prolina, tomada junto a la vitamina C, tiene un efecto impresionante sobre la piel y el tejido conectivo en general. Muchas de mis clientes la toman como si fuera la mejor crema de noche, pues sienten que su piel se estira y sus músculos recobran turgencia. La glutamina también estimula la hormona de crecimiento, además de ser el principal alimento de los enterocitos —las células del intestino— y tener un efecto ligeramente relajante.

Los aminoácidos de cadena ramificada (leucina, isoleucina y valina) suponen ellos solos un tercio de los aminoácidos que forman el tejido muscular, y cuando se toman como complemento se metabolizan completamente en el músculo, evitando la degradación de los otros aminoácidos. Tienen pues doble interés por su efecto anticatabólico y antiaging.

Una buena combinación de estos aminoácidos sería alternar los dos más activos como precursores de la hormona del crecimiento, arginina y ornitina, con los tres de cadena ramificada, leucina, isoleucina y valina, y siempre completar con una fórmula que lleve los 20 aminoácidos combinados, para evitar posibles desequilibrios. Los encontrarás en la mayoría de los suplementos para desarrollar musculatura que se venden en tiendas de dietética y gimnasios. Busca una buena marca de origen biológico o denominación eco para asegurarte que el suero de leche del que extraen los aminoácidos no está acompañado de sustancias nocivas con las que frecuentemente se atiborra a las vacas. Me refiero a antibióticos y anabolizantes. Aparte del suero de leche, existen preparados proteicos de origen vegetal muy completos y fáciles de tomar. En concreto, en el mercado podemos encontrar unas pastillas de proteína de guisante libre de residuos nitrogenados, una bendición para hígado y riñones. También de origen vegetal son las proteínas que hallamos en gran cantidad en las algas Spirulina o Chlorella. Algunos laboratorios presentan algas con Tribulus terrestris, una planta precursora de testosterona que complementa muy bien su acción energética. ¡Nada de esteroides ni anabolizantes!

Los minerales calcio y magnesio son muy importantes para mantener la musculatura en buena forma. De su equilibrio depende que podamos evitar calambres y rampas. Cuando se produce una carencia de magnesio, pueden presentarse dolorosas contracturas musculares y espasmos. Existe un remedio descubierto por el Dr. Schüssler, padre de las sales bioquímicas que llevan su nombre, específicamente indicado en casos de contracturas:es la Magnesia phosphorica, también llamada «el siete caliente». Magnesia phosphorica es la sal número 7 de las sales de Schüssler.3 Magnesia phosphorica es muy eficaz disolviendo una docena de pastillas en una taza de agua caliente y bebiéndola a sorbitos. La contractura desaparecerá en una hora. Las sales de Schüssler pueden conseguirse en farmacias y tiendas de nutrición.

Por otra parte, el potasio es el mineral del corazón, el principal músculo del cuerpo. Algunas personas no toleran tomar potasio como complemento, pues les provoca diarrea. Una buena manera de absorber potasio es la sal de Schüssler Kalium phosphoricum. Esta sal se toma en pastillas, dejándolas disolver lentamente bajo la lengua, y su uso continuado calma el corazón agitado y refuerza todo el sistema nervioso. Patatas, castañas, aguacate, plátanos y, en general, las frutas y hortalizas que no tienen sabor salado, como las calabazas, son alimentos ricos en potasio.

Me impresionó un artículo que leí recientemente en la prensa sobre una persona aquejada de fibromialgia que, no contenta con los resultados que le ofrecían los medicamentos más usuales para tratar sus síntomas, resolvió ponerse a investigar el funcionamiento de los músculos con tal tenacidad que, fruto de sus estudios, nació el complejo de iones minerales denominado Recuperation. La mezcla de sodio, potasio, magnesio y calcio restablece el equilibrio iónico. En la misma línea, quizás más completas todavía, se encuentran las ampollas de agua de mar isotónicas de René Quinton.

Quinton fue un visionario del siglo pasado obsesionado con el parecido entre el agua de mar y el suero plasmático. En efecto, el agua de mar, tal como la conoció Quinton, libre de chapapote y vertidos industriales, contiene todos los elementos minerales y, curiosamente, en la misma proporción y secuencia que la sangre humana, como un recordatorio de que nuestros ancestros fueron renacuajos y nuestra primera cuna una gran charca con todos los elementos necesarios para la vida esperando el soplo divino que desencadenaría la reacción que animó la creación del mundo. René Quinton hizo experimentos inyectando agua de mar en vena, incluso extrayendo sangre y sustituyéndola por agua de mar, pero sus experimentos nunca tuvieron demasiado apoyo institucional ni interés comercial (¡el mar no se puede patentar!), y cayeron en el olvido hasta que, hace una década o dos, fueron rescatados coincidiendo con la moda de las bebidas isotónicas para deportistas. Como desarrollo mucha actividad al aire libre y a pleno sol, suelo llevar ampollas de René Quinton durante el verano y, gracias a ellas y al agua en abundancia, siempre me siento hidratada y energética.

Y siguiendo con los alimentos para los músculos, que es el objetivo de este capítulo de nuestro Protocolo Antiaging Natural, merece destacarse la glucosamina. Este nutriente, capital para la salud de las articulaciones, es asimismo muy interesante aquí, pues asegurará la incorporación de sulfato (azufre) al músculo, aportando estabilidad al tejido conectivo;la coenzima Q10 es también un nutriente mayor, en este caso por su papel oxigenante, antioxidante y liberador de energía.

Clásicos como el polen de abeja, la levadura de cerveza, el germen de trigo y la jalea real han sido suplementos dietéticos para deportistas durante décadas, y sus razones siguen siendo válidas hoy en día, pues aportan energía y resistencia. También la gelatina, algo que en España sólo se utilizaba como adorno para presentaciones de alta cocina y que, en cambio, en países como Irlanda y Gran Bretaña tiene una gran tradición, es un alimento muy interesante por su aporte proteico, su capacidad saciante y su ausencia de grasas. Yo lo incorporo siempre a las dietas Antiaging. Es fácil de preparar y en su versión neutra puede utilizarse en comidas o postres, mezclados con frutas.

Otro complemento interesante, en este caso por sus principios fitoactivos, pues se trata de una planta, es el abrojo (Tribulus terrestris), por ser precursor de testosterona. Como veremos más adelante, uno de los síntomas más evidentes del descenso de testosterona que se da en la andropausia es un gran cambio en la musculatura, que disminuye y se afloja mientras aumenta la grasa corporal. Tomar Tribulus terrestris como precursor de testosterona facilita una recuperación paulatina de la masa muscular. Es una planta y no tienen nada que ver con esteroides sintéticos. Sin embargo, las mujeres deben tomarla bajo el control de un especialista precisamente por su capacidad de aumentar los niveles de testosterona.

El silicio orgánico

Este mineral se merece un apartado para él solo. Ha salido ya a escena en el capítulo de la piel, pero ahora deseo hablarte más extensamente de este maravilloso mineral que está presente en los tejidos de todo nuestro organismo.

El silicio orgánico estimula la síntesis del colágeno y de la elastina, y es un gran fortalecedor del organismo. Pero, además, el silicio tiene un papel vibracional importantísimo.

¡Es un gran transmisor! ¡Junto con el germanio, este mineral es el elemento transistórico por excelencia, reconocido en el campo de la electrónica! ¿Y qué tiene que ver un transistor con nosotros? Todo. Nuestras células, nuestro corazón —recordémoslo— funcionan por impulsos eléctricos, nuestro pensamiento pasa de neurona en neurona por el diferencial de carga positiva-negativa que van componiendo los iones de los diferentes minerales que circulan por nuestro organismo. Recordemos que ya Hermes Trimegisto, en el siglo I de nuestra era, estableció el principio universal «todo vibra». Todo está en continuo movimiento, todo se contrae y expande, cada cosa a su propio ritmo y en su escala: nuestros pulmones al inspirar y espirar, las mareas en pleamar y bajamar, ¡el universo mismo está en expansión después de una gran contracción! ¡El Big Bang!

El silicio regula el potencial eléctrico de la membrana celular, y actúa como intermediario en el transporte de electrones, amplificando los impulsos entre distintas moléculas. Cuando una célula está en buen estado, existe un equilibrio y los polos positivo/negativo están alineados. El desequilibrio eléctrico celular da origen a múltiples desórdenes orgánicos, al envejecimiento prematuro y a la enfermedad. El silicio está cargado en los extremos con iones positivos y negativos inestables que no paran de girar alrededor de cada una de sus moléculas. Tanta vivacidad no es estéril: el silicio libera o intercambia iones positivos o negativos allí donde se necesita, restableciendo así la polarización correcta y devolviendo el equilibrio iónico al organismo.

El silicio por sí solo, como mineral, no tiene efectos tan poderosos en nuestra salud. Loïc Le Ribault, científico francés recientemente fallecido, padecía psoriasis. En 1972 trabajaba con cristales de cuarzo en los que observó que existía una película de silicio amorfo soluble, orgánico debido a su transformación gracias a los microorganismos que lo habitaban (bacterias y diatomeas). Revolviendo entre esos cristales, la psoriasis de Le Ribault parece que mejoró hasta casi desaparecer. Hace unos veinte años la industria cosmética empezó a incorporar organosilicados para reestructurar el colágeno y la elastina dermofacial, si bien en cremas de aplicación tópica. Ya en 1994 Le Ribault descubrió la molécula de silicio orgánico estable y sin toxicidad que podía ingerirse y actuar desde el interior del organismo.

El silicio se encuentra en todos los tejidos corporales, aunque en concentraciones más importantes en el timo, en las glándulas suprarrenales, el bazo y el páncreas, además del tejido conjuntivo. Y curiosamente esa proporción desciende un 35% en el tejido muscular femenino. La concentración de silicio en los tendones es también muy importante. En cualquier caso, hacia la Segunda Mitad de nuestra vida, el nivel de silicio ha disminuido alrededor de un 30%. Muchos estudios señalan que la disminución de estrógenos afecta de manera importante la absorción de silicio, y que esta disminución provoca descalcificación y osteoporosis. Lo cierto es que un tejido con osteoporosis muestra una reducción de silicio de un 50%, mientras que la pérdida de calcio y azufre sólo es del 8%. Estudios in vitro mostraron que los osteoblastos (células de los huesos) a los que se les añadió silicio aumentaron la síntesis de colágeno de manera notable, además de desempeñar una función catalítica en la fijación del calcio, azufre y fósforo, todos ellos elementos constituyentes del hueso. En el cordón umbilical, por ejemplo, la concentración de silicio es importantísima y se presenta ligada a estructuras como el ácido hialurónico y la condroitina, componentes esenciales de las articulaciones del adulto.

Si ya se ha instalado el dolor

Si al comenzar nuestro Protocolo Antiaging Natural sufrimos de dolor de espalda, además de los nutrientes anteriormente citados como la glucosamina o el silicio, utilizaremos el efecto antiinflamatorio de la cúrcuma y del ácido graso omega 3. También nos serviremos de las virtudes antiinflamatorias de la bromelaína y de la papaína. Estas enzimas tienen un efecto sinérgico ingeridas junto al azufre MSM. La yuca es un buen antiálgico en casos de dolor moderado. También el aminoácido fenilalanina tiene efecto antiálgico por su capacidad de aumentar las endorfinas naturales, pero este aminoácido no puede ser manejado sin la guía de un experto nutriólogo. El mineral molidbeno también está siendo utilizado en pequeñas dosis como analgésico antirreumático.

La fitoterapia nos brinda un poderoso aliado para calmar el dolor y la inflamación, el harpagofito, que se revela realmente eficaz a altas potencias y estandarizado. Por último, los ácidos grasos acetilados, que no tienen nada que ver con los ácidos grasos omega 3, parece que ofrecen una alternativa interesante como antiinflamatorios y antiálgicos.

Recordemos que la salud de nuestros músculos requerirá de ejercicio sin sobrecargas y una dieta equilibrada rica en antioxidantes, aminoácidos, vitaminas, minerales y mucha agua. Sólo así podremos, si no recobrar el tipazo de los veinte años —que ni falta nos hace—, sí disfrutar de la sensación placentera que proporciona un cuerpo tonificado y resistente. Y si un amigo se pregunta «¿Por qué de repente todo me cuelga?», disponemos de mucha información para contestarle y animarle a que también él se comprometa a cuidarse con el Protocolo Antiaging Natural.

Antiaging natural

Подняться наверх