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Los paisajes turísticos valencianos, valiosos, valorados. Un proyecto estratégico de desarrollo territorial para la Comunitat Valenciana
ОглавлениеRafael Mata Olmo1, Jorge Hermosilla2 y Emilio Iranzo García3
Resumen
Durante la campaña 2016 la Universitat de València ha iniciado un proyecto estratégico para la Agencia de Turismo de la Comunitat Valenciana, que considera como fundamento conceptual los valores que representan los paisajes valencianos. El paisaje como recurso territorial, el paisaje como inspiración de un relato identificado con la historia y los sentimientos de los ciudadanos, el paisaje como reflejo del carácter mediterráneo, el paisaje como base de productos turísticos sostenibles. Este artículo aborda el (nuevo) rol que desempeña el paisaje en la política turística valenciana, recoge reflexiones en torno a cómo ha evolucionado la función del paisaje en los productos turísticos, y finalmente aglutina las diversas acciones que se han desarrollado en el proyecto “Paisajes turísticos valencianos, valiosos, valorados”, agrupadas en la identificación de los recursos, el diseño de productos y la divulgación posterior.
Abstract
During 2016, the University of Valencia has initiated a strategic project for the Tourism Agency of Valencia. This project considers the values that represent the Valencian landscapes, as conceptual base. Landscape as territorial resource, landscape as inspiration for a story, identified with the history and feelings of citizens, landscape as a representation of Mediterranean character, landscape for developing sustainable tourism products. This article discusses the (new) role played by the landscape in the Valencian tourism policy, and contains reflections on how the function of the landscape has evolved in tourism products. Finally, it also summarizes the various actions that have been developed in the project “Valencian Tourist Landscapes, valuable landscapes, landscapes valued”. They have been grouped into: identification of resources, designing products and subsequent dissemination.
I. El paisaje en la política turística valenciana
El informe del Consell de Turisme de la Generalitat Valenciana, presentado el 13 de enero de 2016, recoge los 10 ejes de la política valenciana para el período 2016-2019. De manera explícita la Agencia Valenciana de Turismo (AVT) hacía hincapié en las áreas que orientarán sus diversos objetivos y líneas de trabajo. Estos ejes son los siguientes: hacer del turismo una razón de estado; la planificación estratégica como instrumento de diseño y aplicación de políticas; la gestión del conocimiento, innovación y capital humano; la gobernanza colaborativa; la rentabilidad de la actividad turística; las playas, infraestructuras y dotaciones; la vigilancia competitiva y la lucha contra el intrusismo; el paisaje y la identidad mediterráneos; la gastronomía y el mediterráneo rural como factor diferencial; y el compromiso ético y la responsabilidad social.
Se trata a nuestro entender de una apuesta política por la incorporación de fundamentos que tienen que ver con el carácter del territorio, con la calidad de vida de los ciudadanos, con el respeto de los entornos espaciales y sociales, con la eficacia y especialmente con la eficiencia, y, por supuesto, con el desarrollo económico de la Comunitat Valenciana. En este sentido, el turismo representa un sector clave para nuestra economía, dado que supone el 15% del PIB valenciano, aproximadamente.
El territorio y, en particular, el paisaje, es decir la percepción que se tiene del propio territorio, adquieren en la actual política turística valenciana un nuevo rol, que alimenta un relato basado en el carácter mediterráneo de los diversos espacios turísticos del espacio valenciano. No es casualidad que las ideas centrales del plan de comunicación que sustentó la presencia valenciana en FITUR 2016 estuvieran centradas en torno a “identidad, cultura, pasión, fiestas, historia, proximidad, gastronomía, hospitalidad, luz y color, amabilidad, tradición y paisaje”. Y todo ello con un objetivo común, transmitir los valores del “Mediterráneo auténtico”. De la misma manera, las acciones que se han ido desarrollando a lo largo de esta anualidad mediante el correspondiente Plan Operativo refuerzan la importancia que se le reconoce, al desarrollo territorial. Basta con enumerar algunas de ellas: (a) Las ayudas a los destinos turísticos, en el contexto del plan de competitividad turística, se dirigen a la valorización turística de los recursos y de los paisajes, así como al apoyo a iniciativas de turismo responsable y sostenible (adecuación de los recursos, impulso a la imagen de los destinos, mejora de la señalización, impulso al turismo sostenible). (b) La creación de destinos turísticos desde el territorio mediante la generación de sinergias, entre administraciones públicas (Generalitat, Diputaciones y Mancomunidades) y actores locales, materializado en los Planes Territoriales de Competitividad (10), que pretenden la revalorización de los recursos turísticos de cada territorio de referencia, la creación de nuevos productos turísticos y la aplicación de nuevas tecnologías. (c) El marco estratégico del despliegue turístico mediante la participación y la implicación de las universidades valencianas, a las cuales se les han encomendado proyectos relacionados con la redacción del nuevo Libro Blanco del Turismo Valenciano, la revisión del Plan de Espacios Turísticos Valencianos (Universitat d´Alacant), el impulso al Turismo Ético y Responsable entre los agentes turísticos valencianos (Universitat Jaume I, de Castelló), y la Planificación Estratégica adaptada a los Paisajes Turísticos Valencianos (Universitat de València). El presente artículo analiza precisamente este proyecto que tiene como objetivo central la revalorización de los paisajes valencianos desde una perspectiva turística, de manera que el paisaje es considerado como recurso territorial, como generador de productos turísticos reales, y como argumento base de un relato estructurado y atractivo para quienes nos visitan campaña tras campaña, los turistas.
II. Una nueva relación entre turismo y paisaje: de la banalización y la estandarización a la sostenibilidad
Como destacó hace tres décadas David Pearce (1987), hacer turismo significa, ante todo, cambiar de lugar: “la motivación fundamental para el viaje turístico es una necesidad –real o simulada– de romper con la rutina; para muchos, la mejor forma de conseguir esa ruptura es a través de un cambio físico de lugar. Así pues, el ‘cambio de lugar’ parece ser no sólo uno de los atributos definitorios del turismo, sino su verdadera esencia”. Probablemente aquello que mejor transmite al turista ese cambio de lugar tan deseado es, precisamente, el paisaje (Nogué, 1989).
La valoración del paisaje como atracción y recurso turístico ha cambiado apreciablemente a lo largo del tiempo. Pero no es menos cierto que el paisaje como experiencia multisensorial y cultural de lugares desconocidos o no cotidianos ha estado siempre, desde su génesis, en el núcleo del fenómeno y la actividad turística. Esas relaciones tradicionales y estrechas entre turismo y paisaje han sido también contradictorias, sobre todo a partir del momento en que el turismo deja de ser minoritario y restringido a partes muy concretas del territorio, y pasa a constituir un fenómeno de masas, con gran capacidad de consumo de espacio y de recursos (Mata, 2006). Frente a un turismo muy acotado social y espacialmente en sus orígenes, el turismo abierto al gran público sigue buscando paisajes bellos y singulares, mercantilizándolos como componentes fundamentales del producto turístico (Villar Lama, 2013), manifestando al mismo tiempo gran capacidad de transformación y generación de nuevos paisajes, que con frecuencia implican deterioro o suplantación de las imágenes que se utilizaron como reclamo y la generación de unos paisajes nuevos –los paisajes del turismo– que adolecen, en general, de originalidad y adaptación al lugar, además de implicar en muchos casos un consumo insostenible de recursos territoriales (Mata, 2012). Por todo ello, actualmente, el creciente interés por el estudio de las relaciones entre turismo y paisaje, y por la formulación de estrategias turísticas sostenibles e integradas en el paisaje, aborda el asunto desde una doble perspectiva:
(1) La que entiende el paisaje como factor de calidad, como recurso turístico fundamental, que debe ser valorado y gestionado con prudencia, de manera que el turismo no lo devore y transforme, sino que lo incorpore en su estrategia como parte fundamental de la calidad del destino.
(2) La que considera el paisaje como inspirador de nuevos productos, ocupándose prioritariamente de los paisajes generados por el turismo, analizando críticamente su estandarización y “espectacularización”, pero aportando también criterios para el diseño de nuevos destinos y productos, y para la “reinvención” y recualificación de paisajes obsoletos y de baja calidad, especialmente en destinos litorales maduros y masificados.
Al margen del papel del paisaje como recurso turístico –el primero de los enfoques sobre las relaciones entre turismo y paisaje–, el uso del paisaje por el turismo –y por tanto, la creación de un “nuevo” paisaje turístico– se realiza en la práctica, de tres maneras distintas (Antón Clavé, 2011):
(1) En unos casos, subordinando la actividad turística a la función principal de espacio, de manera que el turismo tenga la menor repercusión posible sobre el propio paisaje, tal y como ocurre, por ejemplo, en los productos que implican actividades en espacios naturales protegidos.
(2) En otros, incorporando de manera complementaria una nueva función –la turística y/o recreativa– que afecta, mediatiza y puede llegar a condicionar la función principal del espacio (por ejemplo, en áreas rurales y urbanas de interés, con intensa frecuentación turística y/o recreativa); el paisaje visto y contemplado por los visitantes puede llegar a estar total o parcialmente desvinculado de la vida cotidiana de los residentes y los actores locales.
(3) O bien, transformando el espacio y creando un paisaje radicalmente diferente al preexistente a través del desarrollo de una nueva función productiva que pasa a ser dominante.
El desarrollo turístico genera con frecuencia, según Zukin (1998), procesos de desterritorialización cuando los lugares replican experiencias similares con el objetivo de capturar una parte del mercado para un producto estandarizado. “Obvia decir que la desterritorialización (desdiferenciación, desmemorización, descontextualización) del paisaje afecta a las comunidades locales, a los precios de los productos que en él se producen y consumen, y a la especialización del mercado laboral. Genera, además, conflictos de identidad” (Antón Clavé, 2011). Consecuencia directa de la estandarización, entendida como un proceso de réplica global de componentes y composiciones paisajísticas orientadas al consumo de una imagen, es la espectacularización del paisaje para hacerlo pretendidamente más atractivo y, sobre todo, de consumo más simple y masivo. La denominada espectacularización implica “la transformación del paisaje en un objeto especializado y orientado a públicos específicos que es gestionado, comercializado y consumido a través del “estar” pasivo, el “contemplar”, el “disfrutar” y el “sentir” de sus visitantes (ya sean playas, espacios naturales en los que se indica el mejor lugar para tomar las fotografías, cascos históricos, estaciones de montaña, centros comerciales o parques temáticos)” (Antón Clavé, 2011).
Frente a la estandarización y la espectacularización pasiva, con el correlato de insostenibilidad ambiental y de aculturación que tales procesos suelen implicar, la agenda de un turismo renovado y sostenible, integrado en el lugar, de mayor calidad y competitividad, entre otras razones por su propia singularidad, otorga al paisaje –a los paisajes diversos de los lugares– una función significativamente distinta, más respetuosa y más activa, más ligada también, en lo posible, a la vida cotidiana de los habitantes de los lugares, sobre todo cuando de trata de turismo en medios naturales y rurales, o junto a comunidades con modos de vida distintos de los que introduce la nueva actividad turística. Así lo recoge ya la Carta Mundial del Turismo Sostenible (OMT, 1995) y el Código Ético Mundial para el Turismo (ONU, 1999-2002). Estos criterios han inspirado la Agenda Europea por un Turismo Sostenible y Competitivo (CCEE, 2007) y el reciente Plan de Turismo Español Horizonte 2020 (Cañizares, 2013). En definitiva, abogamos por una estrategia turística integrada en el proceso de capital territorial de primer orden, garantizando su salvaguarda y promoción; pero, al mismo tiempo, debe establecer los criterios de integración en el paisaje de los proyectos, de modo que estos contribuyan a realzar el carácter y los valores del paisaje con las mejores decisiones en cuanto a emplazamiento, accesibilidad, gestión de los recursos, y calidad arquitectónica de los edificios, infraestructuras y zonas verdes.
Dicha estrategia turística integrada en el desarrollo territorial y respetuosa con el carácter de los diversos paisajes debería seguir unas determinadas pautas que facilitaran la relación sustentable entre turismo y paisaje. Nos referimos a una serie de acciones estratégicas que persiguen la competitividad, la calidad y la sostenibilidad del turismo, teniendo como referencia el carácter, las singularidades e identidad del territorio (Mata, 2012):
A) Mayor protagonismo del paisaje. El diseño de nuevos destinos o la recualificación y mejora de los ya existentes debe conceder a los factores ambientales, tanto naturales como culturales, y al paisaje que los sintetiza ante la mirada y la vivencia del turista, un papel cada vez más importante.
B) Diferenciación de los destinos turísticos. Los valores patrimoniales territoriales y, específicamente, el paisaje contribuyen, una vez convertidos en recursos por la actividad turística, a definir y diferenciar el destino, y a cualificarlo, frente a procesos muy extendidos de banalización y artificialización que finalmente restan competitividad e ingresos, al tiempo que generan elevados costes de gestión para las administraciones públicas y los particulares.
C) “Glocalización” en la gestión de los paisajes. En un contexto de globalización y muy alta competencia territorial, los factores asociados a la autenticidad, integridad y carácter de los paisajes, incluidos en ellos los modos de vida locales, son factores muy importantes de competitividad, sin perjuicio de la calidad requerida para los equipamientos y servicios complementarios, y de la innovación en la canalización de flujos de información y conocimiento.
D) Protagonismo del carácter y la identidad de los lugares. En las estrategias de turismo innovadoras, competitivas y sustentables, los paisajes no deberían ser sólo escenarios espectaculares para la contemplación pasiva, sino la expresión del carácter y la identidad de los lugares, de manera que puedan establecerse fórmulas de interacción entre visitantes y poblaciones locales, especialmente en el caso de iniciativas ligadas a paisajes y modos de vida rurales.
E) La reivindicación de un relato basado en la historia. El paisaje puede y debe explicar la memoria y el presente de un territorio, y es precisamente esa capacidad de contar una historia y de interactuar con la sociedad y el territorio que se visita lo que propicia una experiencia turística al tiempo más placentera y civilizadora, tanto para los visitantes como para los residentes. Este planteamiento quizás no tenga cabida en destinos turísticos masivos y en aquellos que han suplantado radicalmente el substrato eco-cultural del espacio sobre el que se asientan; pero sí que lo tiene para territorios y estrategias turísticas como la valenciana, con una base paisajística de gran fuerza expresiva y autenticidad en amplias áreas de su espacio geográfico.
F) Los sistemas de paisajes asentados en regiones turísticas. Los paisajes de un territorio, integrados e interpretados en red, no como la mera suma de lugares o hitos, contribuyen a sustentar una oferta turística diversa, complementaria y proactiva con procesos de desarrollo territorial equilibrados, sostenibles y con capacidad de llegar a muchos puntos del territorio. En ese sentido, resulta conveniente generar y fortalecer “regiones turísticas”, frente a destinos singulares y muy localizados, a partir de áreas de características más o menos homogéneas y con identidad propias, que normalmente se dibujan en una escala subregional y para las que el paisaje es un ingrediente relevante (Lozato-Giotart, 1990).
G) Dimensión pública e interpretativa, y accesibilidad. El acceso público y la accesibilidad a los paisajes y el disfrute a partir de su interpretación constituye una vía importante para la mejora del valor ofrecido a los turistas, con experiencias turísticas que diferencien y potencien el posicionamiento del destino, y revaloricen los productos del lugar.
III. El proyecto. Paisajes turísticos valencianos, valiosos, valorados
La caracterización y valoración del paisaje en su relación con el turismo precisa de un estudio aplicado sobre las potencialidades de la diversidad paisajística del territorio de referencia, tanto natural como cultural, para fundamentar una estrategia turística diferenciada, competitiva y sostenible en el ámbito, en esta ocasión, de la Comunitat Valenciana. El objetivo general del presente proyecto consiste en abordar acciones incardinadas en paisajes de escalas diversas, tanto municipal y comarcal, como provincial y autonómica, así como iniciativas muy concretas, preferentemente empresariales, relacionados con el sector turístico. Su contenido se mueve, pues, entre la caracterización y valoración del paisaje en su relación con el turismo –Landscape Tourism Character Assessment–, más propia de la especialidad científica y profesional del geógrafo, y la localización y diseño de proyectos turísticos concretos integrados en el paisaje –Landscape Desing–, competencia habitual de arquitectos y paisajistas, entendiendo en todo caso el paisaje como patrimonio territorial y recurso turístico en la perspectiva de la sostenibilidad.
La denominación del proyecto de revalorización de los paisajes valencianos pretende, al margen de la singularidad que aporta el propio enunciado, basado en el prefijo “val-“, realzar su dimensión territorial (“valencianos”), su valoración técnica (“valiosos”) y su valoración social (“valorados”). Necesariamente hace referencia a la diversidad de paisajes que hallamos a lo largo del territorio valenciano, expresión de procesos ecológicos e históricos. Nuestros paisajes son el fruto de distintos procesos que han consistido en la superposición, la remodelación o directamente en la sustitución de unas estructuras territoriales por otras. Son el resultado de la acción modeladora de las sociedades sobre su entorno, tanto en áreas rurales e intermedias, como en las urbanas y periurbanas. Tales procesos, con variantes locales diversas, pueden sintetizarse en los tres siguientes.
(a) La crisis del medio rural y las áreas de montaña, localizadas en el interior y zonas más distantes de los núcleos dinámicos del litoral. Lo que fue un espacio armónico y paisajísticamente equilibrado experimenta en la actualidad cambios fisonómicos y funcionales, como resultado del retroceso de la silvicultura, ganadería y agricultura, del abandono del hábitat disperso (masías) y de algunas infraestructuras y oficios tradicionales. La homogeneización del paisaje, allí donde la vegetación natural recoloniza los campos de cultivos abandonados, engullendo estructuras patrimoniales como son los bancales y muros de piedra en seco, caminos de herradura, neveras, caleras, carboneras y otras construcciones típicas del medio rural.
(b) La agricultura continúa siendo el motor de las dinámicas paisajísticas valencianas. En la zona intermedia y en el litoral valenciano la actividad agrícola perdura como el elemento estructurante de estos paisajes. Unos paisajes que son rurales, marcados por su carácter productivo. Aquí resulta muy llamativa la diferencia entre el secano y el regadío, si bien la apertura de nuevos riegos por bombeo de aguas subterráneas, ha sustituido la trilogía algarrobo, almendro, olivo por el monocultivo de naranjos, que acaba con la diversidad paisajística de los anteriores mosaicos agrícolas.
(c) Un tercer proceso significativo desde el punto de vista paisajístico es la periurbanización, que alcanza incluso las zonas intermedias; nos referimos a la ciudad dispersa y a otros usos no agrarios, que inundan buena parte del espacio agrícola del litoral, donde el crecimiento urbano, la implantación de polígonos industriales y de grandes infraestructuras viarias y de servicios fragmentan y alteran la identidad de los paisajes heredados. Igualmente están en peligro las huertas históricas aledañas a los núcleos urbanos más dinámicos.
El diseño del proyecto se sustenta en una estructura secuencial de varias fases: en primer, lugar la identificación de los paisajes más significativos del territorio valenciano; en segundo, la creación y el reconocimiento de productos turísticos que tengan como argumento central el paisaje, el carácter de los diversos paisajes valencianos; y finalmente, la divulgación, la visualización y la comunicación del propio proyecto, a través de una batería de acciones de diversa naturaleza. Se trata pues de una estructura clásica de un plan de actuación turística (Hermosilla, 2003).
III.1. La fase de identificación de los paisajes valencianos valiosos y valorados
Durante los primeros meses de desarrollo del proyecto se ha procedido a la identificación de los 100 paisajes valencianos más significativos desde el punto vista técnico (criterios objetivos), así como social (criterios subjetivos, relacionados con la percepción colectiva). Se ha procedido a seleccionar paisajes, unidades paisajísticas, elementos e hitos paisajísticos, todos ellos con un singular carácter cultural.
Esta selección de paisajes representativos de la Comunitat Valenciana ha tenido en cuenta la riqueza natural, los valores culturales e históricos, la belleza visual, el simbolismo, la plasticidad, la singularidad, el patrimonio de los paisajes o, en determinados casos, la combinación de varios de esos atributos. Se presentan clasificados en diversos grupos, atendiendo a las características geográficas y a las dinámicas territoriales que en ellos se generan. Se ha optado por una clasificación tipológica en la cual cada clase (tipo) obedece a la dominancia o singularidad de algunos rasgos y valores que definen su carácter, siempre teniendo en cuanta que los paisajes son realidades integradoras y complejas: paisajes de montaña y forestales; fluviales; humedales; litorales; históricos; agrarios; industriales y de servicios; habitados y simbólicos. Tanto para la identificación de los tipos que expresan la diversidad de los paisajes valencianos, como para la selección del centenar de paisajes representativos, se ha realizado una detallada labor de documentación, trabajo de campo, consulta pública mediante jornadas organizadas en diversas comarcas valencianas, así como la participación de especialistas en el estudio del paisaje, desde diversas disciplinas (geografía, arqueología, historia del arte…).
La labor de selección de los paisajes valencianos ha estado acompañada por la elaboración de cartografía de detalle de los 100 paisajes seleccionados. De la misma manera se ha procedido a la realización de un banco de imágenes para cada uno de esos paisajes, merced a la labor de capturas fotográficas realizadas por fotógrafos de reconocido prestigio y material fotográfico facilitado por administraciones públicas.
Paisajes turísticos valencianos, valiosos y valorados
Paisajes de montaña y forestales | 25. El Fondó d'Elx |
1. El Caroig-La Muela de Cortes | Paisajes litorales |
2. El Benicadell | 26. Litoral de la Marina Alta |
3. Aitana | 27. Peñíscola |
4. El Montgó | 28. Gandía |
5. El Puig Campana | 29. Tabarca |
6. El Carrascal de la Font Roja | 30. Torres Vigía |
7. La Tinença de Benifassà | 31. Benidorm |
8. Alcornocales de la Serra d'Espadà | 32. La Serra Gelada |
9. El Calderón | 33. La Serra d'Irta |
10. El Macizo del Mondúver | 34. Les Columbretes |
11. La Serra Calderona | Paisajes históricos |
12. El Circo de la Safor | 35. La Valltorta-Gasulla |
13. Sierra Mariola | 36. Sagunto |
14. Eje-ruta Gandia – Alcoi | 37. Tierras de Frontera |
Paisajes fluviales | 38. Morella |
15. El Túria | 39. La Cueva de la Araña |
16. El Bajo Segura | 40. El Pla de Petracos |
17. Las Hoces del Cabriel | 41. Las neveras y ventisqueros de Mariola |
18. La Ribera del Xúquer | 42. Embalse d’Elx |
19. El Barranc de l'Infern | 43. Embalse Tibi |
20. El Riu Montnegre | 44. Embalse Relleu |
21. La Rambla de la Viuda | Paisajes agrarios |
Paisajes de los humedales | 45. La citriculltura de la Plana |
22. La Albufera de Valencia | 46. Tierras del Vino de Requena-Utiel |
23. La Marjal de Pego-Oliva | 47. El Almendral de las Hoyas Alicantinas |
24. El Prat de Cabanes-Torreblanca | 48. Los Olivos del Maestrat |
49. El Norte Valenciano | 75. València histórica |
50. El Arrozal de la Ribera Baixa | 76. Alzira y los huertos |
51. El Algarrobal del Piedemonte Valenciano | 77. Alicante histórico |
52. Bancales de Callosa d'En Sarrià | 78. Xàtiva y entorno |
53. Terres dels Alforins | 79. Dénia |
Paisajes industriales y de servicios | 80. Xàbia |
54. Los saltos hidroeléctricos del Júcar | 81. Ontinyent |
55. Industria del papel y textil del Riu d'Alcoi | 82. Albaida |
56. La industria cerámica | 83. Castellón histórico |
57. Las salinas de Santa Pola-Torrevieja | 84. Bocairent |
58. Las salinas de Villargordo del Cabriel | Paisajes simbólicos |
Paisajes urbanos y entornos | 85. El Desert de les Palmes |
59. Ciudad de las Ciencias y las Artes | 86. Penyagolosa |
60. Orihuela | 87. L'Horta de València |
61. El Periurbano de Alicante | 88. El Penyal d'Ifach |
62. Ares del Maestrat | 89. El Palmeral d'Elx |
63. Masías, barracas y alquerías | Paisajes comarcales-territoriales |
64. Benassal y el agua | 90. Alt Maestrat – Vilafranca, Albocàsser |
65. Montanejos | 91. Alto Mijares y Sª Espadán |
66. Ademuz y su Vega (comarca) | 92. Alto Palància |
67. Vinaròs-Benicarló | 93. Els Ports, tierras septentrionales |
68. Alpuente y entorno | 94. El Alto Turia de la Serranía |
69. Requena y su villa | 95. La Ribera Baixa, el tramo inferior del Xúquer |
70. Alboraia y la chufa | 96. La Vall d’Albaida |
71. Cofrentes y entorno | 97. Vinalopó Mitjà, tierras de transición |
72. Ayora y entorno | 98. Vall del Pop, el interior de la Marina |
73. Segorbe y entorno | 99. L’Alcoià y El Comtat, tierras del Serpis |
74. Llíria – Edeta | 100. Ruta de la Seda |
III.2. Identificación, catalogación y elaboración de productos turísticos de inspiración paisajística
El proyecto pretende además la creación y el diseño de productos que tengan como denominador común la riqueza paisajística del territorio valenciano. Para ello se procede a la identificación de productos territoriales, de experiencias turísticas, predominantemente con un planteamiento supramunicipal. Por un lado, se establecen colaboraciones con los planes territoriales de competitividad turística. Para la presente anualidad nos referimos a los siguientes territorios: Els Ports de Morella, Alt Maestrat, Espadán-Mijares, Alto Palancia; Vall d´Albaida, Alto Turia, Ribera Baixa; Alcoià-Comtat, Vall del Pop, Vinalopó Mitjà. Por otro lado, se procede a la identificación de iniciativas y proyectos cuyas acciones corresponden a diversas administraciones públicas, diputaciones, mancomunidades y ayuntamientos. Finalmente, el equipo técnico elaborará propuestas con una perspectiva integral que respondan a las motivaciones de los turistas: experiencias, gastronomía, alojamientos… (qué ver, qué hacer, qué comer, qué comprar, qué contar, dónde dormir).
Las propuestas serán recogidas en un informe técnico del cual formará parte el fichado de experiencias turísticas y los planes territoriales de competitividad. Se confeccionará una base de datos para los actores territoriales relacionados con la actividad turística.
Se contará con un plan de participación que facilitará la colaboración de las diversas administraciones públicas (consellerias de la Generalitat Valenciana, diputaciones provinciales, mancomunidades, ayuntamientos), y de las asociaciones representativas del sector turístico. Se organizarán jornadas en el territorio, foros técnicos dirigidos a facilitar información del proyecto entre los actores territoriales, y a conocer las diversas iniciativas que se desarrollan en el territorio.
Así mismo, se constituirá un panel de expertos, cuya función primera es el asesoramiento técnico al equipo redactor del proyecto. Estará constituido por representantes de la Agencia de Turismo de la Comunitat Valenciana (ATCV), empresarios turísticos y representantes universitarios, entre otros actores económicos y sociales.
III.3. Divulgación, visualización y comercialización del proyecto “Los paisajes turísticos valencianos, valiosos, valorados”
El proyecto persigue la concienciación sobre el valor de los múltiples paisajes valencianos con fines turísticos, mediante un plan de comunicación asentado en varias acciones, dirigidas tanto a la población local como a visitantes potenciales. Para ello se diseñan varios formatos de divulgación que favorecerán la difusión de los contenidos elaborados previamente.
A) Se elabora una publicación en formato digital, que recogerá los 100 paisajes valencianos, valiosos y valorados, con una incuestionable atracción turística. Esta edición se ampliará en sucesivas campañas, a medida que se proceda a la incorporación de “nuevos” paisajes. La obra está redactada por una veintena de profesores universitarios pertenecientes a diversas disciplinas, como la geografía, la historia, la arqueología, la historia del arte, etc. Cuenta con un interesante aparato cartográfico, así como material fotográfico actualizado.
B) Se cuenta con la colaboración de medios de comunicación valencianos que facilitarán la difusión parcial de los contenidos de la publicación digital, así como la obra completa. Participarán los medios de mayor implantación territorial en la Comunitat Valenciana.
C) Se produce un audiovisual para televisión, en tres lenguas (castellano, valenciano e inglés), mediante la participación del Taller de Audiovisuales de la Universitat de València. De la misma manera se realizan una decena de audiovisuales diseñados para resaltar la riqueza y la diversidad paisajísticas del territorio valenciano.
D) Se diseñan y producen dos exposiciones itinerantes, cuyos objetivos son, por una parte, la divulgación del proyecto “Paisajes turísticos valencianos, valiosos, valorados”, mediante paneles explicativos, y, por otra parte, apuntar algunos de los paisajes más significativos, a través de fotografías, “Imágenes, patrimonio paisajístico. Sensaciones encontradas”.
E) La organización del congreso “Turismo, Paisajes, Innovación: la Comunitat Valenciana”. Se pretende que tenga continuidad durante las próximas campañas. Consistirá en un encuentro académico y profesional en el cual tendrán cabida las nuevas tecnologías, la gastronomía, los medios de comunicación y las redes de sociales, las denominaciones de origen, las experiencias paisajísticas en el territorio…
F) Diseño de una exposición interactiva en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, de València.
G) Diseño de una estrategia de medios que facilite la comunicación de los contenidos elaborados. Se procede a la clasificación de contenidos, la elaboración de mensajes, el desarrollo de la web, la configuración de una estrategia de geoposicionamiento de los territorios y paisajes en plataformas en línea, la gestión de la distribución del contenido en plataformas social media (Facebook, Twitter, Instagram, YouTube…), el mantenimiento de blog, el posicionamiento de los contenidos en buscadores.
Bibliografía
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1 Universidad Autónoma de Madrid.
2 Universitat de València.
3 Universitat de València.