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Un batallón de humaliedroides liderado por Enforcer logró invadir el Hangar del todavía resistente Sentry Shuttle. Por el debido momento, los bombardeos se habían detenido dándoles la total ventaja a los dos frentes de librar su batalla sin tambaleos.
Enforcer no perdió tiempo en desengancharse de la resistencia, una vez desatado el fuego cruzado sólo optó por dirigirse al ascensor de carga del cual se comunicaba con la cocina del nivel intermedio y la bodega del último nivel. Esto se había construido de esa forma con la finalidad de trasladar la mercancía en mayoreo a cualquiera de los tres niveles.
Parecía como si alguien ya le había informado a Enforcer sobre los planos del Sentry Shuttle porque iba derechito a las salas de evacuación. Ante este imprevisto, Heros no tuvo alternativa que ponerse al corriente, así que abrió el canal de comunicación con Bryan para verificar su estatus.
—Reporte Sargento, qué ha sido de…
—Acabo de evacuar a los oficiales —interrumpió sin dejarlo concluir—, nos encontramos colocando los explosivos pero si mal calculamos podríamos crear una brecha demasiado enorme que nuestros escudos antigravedad pudieran no contenerla.
—¡Dejen de calcular y vuelan la maldita sala!
—Pero...
—Enforcer va en camino Sargento, esto tiene que suceder ahora mismo.
—Entendido señor, sujétese —advirtió.
Heros no tenía tiempo para cubrirse del impacto, se lanzó a la fuga y en el proceso se barrió por el suelo logrando meterse al ascensor con el impulso de una calculada explosión fusionada ante un par de granadas que él mismo había arrojado con el motivo de ser impulsado como también excluir a los lacayos de Enforcer.
Las puertas se cerraron apenas detrás de él quedándose casi frente a frente con Enforcer y a solas como él había querido.
—Heros Durion —exclamó Enforcer con un gesto amistoso.
—Que tal Enforcer —respondió en misma sintonía, acostado en el suelo en una graciosa pose mientras recuperaba el aire.
—¿No piensas levantarte?
Heros miró su reloj y le hizo una señal de aguardar.
—Un segundo.
En eso una segunda y más rotunda explosión retumbó por cada uno de los tres niveles. Tal parecía Bryan había llevado a cabo la peligrosa maniobra de forma exitosa ya que todavía seguían vivos.
El elevador se detuvo momentáneamente por precaución pero después retomó su rumbo al estabilizarse el crucero.
Tanto Enforcer como Heros se encontraban de pie, con la gran excepción de que Heros se encontraba obstruyéndole su salida. La frustración comenzaba a notársele en el rostro descubierto, inclusive podría notarse la desesperación en sus ojos cada vez más morados por la intensidad de su coraje al no poder zafarse de Heros.
A excepción de Executor y otros humaliedroides, Enforcer no portaba una armadura completa, sólo accesorios básicos de tonos guindas en abrazaderas, coderas, rodilleras, etc. Nada de cascos o máscaras para así ver con sus propios ojos lo que estaba haciendo o lo que estaba por hacer.
Principalmente portaba un uniforme de auténtica piel recubierta por una gabardina que conectaba con su camisa y pantalones. La tonalidad daba cerca del gris oscuro aunque de acorde a la iluminación tendía a dar al rojo o morado oscuro quizás por facilitar el flujo sanguíneo; con la obvia excepción de la blancura de sus guantes los cuales destacaban por su contraste al irse al extremo claro de ese mismo tono ilusivo.
—¡Muévete!
Enforcer amenazó a Heros al apuntarle con una de sus manos enfundadas esperando que llegara a sus sentidos y lo dejara pasar, lo cual al cabo de un minuto se dio cuenta que no iba a suceder.
—Vamos Enforcer, te reto a que uses tu fuerza.
Debido a la masiva sonda de fuerza que solía desatar, Enforcer no podía arriesgarse a implementar su poderosa habilidad dentro de un frágil compartimento. Su estallido podría originar incluso su propia muerte tanto adentro como en el espacio si la estructura se desprendiese a consecuencia de ello.
—Astuto y tonto a la vez.
Heros volvió a sonreír al darse cuenta de su ligera ventaja.
—¿Realmente crees que me has ganado?
—Sí.
Sospechándose de un As debajo de la manga, Enforcer inclinó la cabeza ante su exceso de confianza y batió con un ligero pulso de su fuerza una granada arrojada por Heros mientras éste saltaba al área de los comedores para cubrirse.
En ese preciso momento en que las puertas del elevador se habían abierto, Enforcer le adivinó la jugada al tratar de emitir la sonda más débil posible, aunque de igual forma no pudo contenerse porque ni siquiera ninguna de las mesas pudo proteger del todo a Heros quien terminó sufriendo el impacto de los escombros.
Estando sepultado entre los despojos, Enforcer se puso de pie tras haber resbalado por el efecto colateral y sin darse cuenta le pasó por un lado en su recorrido hacía las salas de evacuación. No tardó mucho en ser acompañado por varios de sus secuaces.
—¿Sargento, me escucha? —susurró Heros a través del comunicador integrado en su visor para no ser descubierto por el enemigo andante— Bryan, responde.
Heros guardó absoluto silencio ante el brote de charla entre Enforcer y sus hombres.
—¡Wako, Xet, Ollug! ¡Dónde estaban!
—Perdónenos mí Señor —Wako mostró iniciativa como siempre solía hacer—, tuvimos que rodear por los estribores ante el repentino bloqueo del ascensor.
—¿Y Myezis?
—Se quedó a liderar al resto de la legión.
—Hubiese sido mejor tú —Enforcer miró con insatisfacción a Ollug.
—No desconfíe de Myezis mí Señor —respondió Ollug en defensa de Myezis— él hará lo posible por mantener a los Replicantes alejados de nosotros.
—Tú lo has dicho, lo posible —Enforcer concentró su fuerte mirada en Ollug quien en contraste con el resto, solía no dirigirse mucho con su palabra sino con sus acciones—. Tú que tienes que reportar.
Manteniendo su inexpresividad, Ollug alzó el brazo revelando la cabeza de Bryan. A Enforcer le encantaba que su presencia no lo intimidara.
—Ollug se hizo cargo del responsable detrás del bombardeo de la sala este de evacuación.
Heros no pudo evitar sentirse rencoroso ante la terrible revelación de Wako, la cual se recalcó al reconocer la cabeza que rodaba por el piso ya que a Ollug le gustaba jugar con su comida, por así decirse.
—Entonces sólo nos queda la sala oeste, debemos apurarnos antes de que Heros Durion vuelva a hacer de las suyas.
—Si me permite mi Señor, yo puedo hacerme cargo de él.
—Él no es la prioridad Wako, así que no desperdiciaremos nuestro tiempo en ese tonto, debemos abordar las capsulas y debemos hacerlo ya.
—Como usted comande mi señor —y todos coincidieron con una ligera reverencia.
En espera de verlos ingresar a la última sala de evacuación, Heros presionó con uno de sus dedos el monitor de sus lentes para conectar vía señal. Buscó el ingreso a las cámaras y una vez adentro, observó con horror como masacraban a los empleados de Administración.
Lo peor era la falta posible de acción; honestamente no había nada que pudiese hacer por aquellas pobres almas debido a que se sacrificaría en vano teniendo muy en serio la prioridad por la cual había sido seleccionado a cumplir.
Y para el colmo, Heros no podía competir al nivel de Enforcer ni mucho menos en la compañía de tres de sus mejores soldados. De por sí gozaban de esas manoplas tácticas de batalla con la modalidad de construir toda clase de armas que de por sí los hacían aún más duros de matar.
Por tanto debía esperar el momento adecuado para atacar y para ello, sería a través del sobrecalentamiento de cada una de las seis capsulas que aguardaban en aquella delimitada sala, esto mediante el comando emitido vía remoto desde el computador integrado en su fascinante visor.
En cuanto entraron, Heros bloqueó las salidas y sobrecalentó los motores de las capsulas poniéndolos en ruta a autodestruirse. Consciente que no podría contener por mucho a Enforcer, se apuró hacía una de las bóvedas de armas ocultas en la mampara que daba justo enfrente del núcleo motorizado del crucero, ubicado a la mitad de ambas salas de evacuación.
Al darse cuenta que las capsulas estaban deshabilitadas, Enforcer dejó escapar un gruñido conforme canalizaba una gran fuente de energía de la cual desató en un intenso oleaje de aire intenso e hirviente que terminó por reventar las compuertas de salida.
Heros tuvo que frenarse y hacerse a un lado para impedir ser aplastado por la compuerta rodante. Al intentar retomar su ritmo hacía la bóveda secreta, entró en la mira letal de Enforcer cuyo segundo golpe de fuerza lo hizo atravesar el suelo debajo de sí hasta aterrizar en las instalaciones hidráulicas del tercer y último nivel.
—¡Excelente tiro mi Señor!
—No realmente.
Antes de que Wako pudiera cuestionarle, el sobrecalentamiento de la sala pendiente de evacuación llegó a su punto de ebullición. En cuestión de segundos se generó una brecha de la cual el espacio aprovechó para succionarlo.
Enforcer, Wako y Ollug ya se encontraban afuera debido a un ligero presentimiento al haber sentido el intenso calor en los vidrios y metal de las capsulas. En cambio Xet estuvo a punto de ser devorado por no diferenciar el frío ni el calor, esto gracias a la activación instantánea de los escudos de contención.
—¿Y ahora qué haremos mi Señor? El plan era ingresar a la Tierra usando la protección de las capsulas.
Los soldados de Enforcer se miraban entre sí, tratando de encontrar una alternativa a su decepcionante confusión.
—Ahora Wako, tomaremos el puente.
Heros no podía darse el lujo de seguir desmayado ante el impacto, dado que se encontraba sumergido en una fuente de agua desatada. Era muy probable que los constantes bombardeos hubiesen provocado varias fugas en las tuberías las cuales inundaban parte del compartimento sellado en donde se encontraba.
Accidentalmente se había golpeado con unos de los contenedores al darse una brutal vuelta en su descenso. Tras reaccionar, nadó hacía el exterior y trató de sostenerse de algunos tubos rotos logrando así impulsarse hacía el ducto de ventilación que yacía abierto y a su vez descompuesto.
Estaba demasiado helado y en el húmedo estado en que se encontraba, nomás sentía como su sangre se le congelaba del efusivo frío. Tampoco se diga de sus dedos porque podía sentir el dolor en sus huesos.
Bajo el módulo de visión nocturna pudo encaminarse hacia una de las orillas del estribor donde para su sorpresa, se topó con varios cadáveres acostados encima de las ametralladoras laterales del segundo nivel.
De por sí nadie se encontraba disparando al crucero, siendo lógico en Heros tras concluir en que la siguiente maniobra de Enforcer sería tomar el puente de mando, dado su fracaso en las salas de evacuación.
Con sumo cuidado se sujetó de la escalera vertical, escalando hacía el nivel superior. Esperaba y ganarle la partida a Enforcer pero cuando accedió a la superficie se encontró con que Enforcer ya se había reunido con su escuadrón.
—¡Llegas tarde estimado Heros! ¡Demasiado tarde!
Tras burlarse, la compuerta principal se selló herméticamente. Heros no podía explicarse las razones detrás de esta falla, se suponía que nadie podía destrabar la compuerta desde afuera, todo operaba desde adentro para evitar esta clase de situaciones.
Era más que obvio la involucración de un tercero, un posible traidor de quien todavía desconfiaba porque dudaba que Bryan hubiese sido. La Legión no mata a los suyos, una gran diferencia en comparación con los humanos.
Wako, Xet, Ollug se reunieron con Myezis mientras éste se adelantaba a hacer casa limpia dentro del puente de mando. Whalfer ni siquiera pudo rendirse, cuando menos lo anticipó había recibido un disparo en la cabeza al igual que el resto de su tripulación. Enforcer no mostró piedad alguna ni tampoco fue partícipe de la masacre.
—Hemos tomado el control —declaró Myezis tras quebrarle el cuello a Kade Evans, el contramaestre del Capitán.
—Hasta que excedes mis expectativas Myezis, bravo.
—Gracias mi Señor.
—Fija rumbo a la Tierra.
—¿Algún lugar en específico?
—El Hexágono.
Myezis asintió y al darse la vuelta le ordenó a uno de los humaliedroides que andaba cerca del timón que lo tomara y fijara el curso hacía el sitio señalado por Enforcer.
Heros comenzó a sentir el descenso del crucero. Así que debía hacer algo al respecto para que Enforcer y su escuadrón no aterrizaran sanos y salvos a la Tierra. Si era necesario, haría lo posible por destruir el crucero aunque cientos estuviesen dentro de este.
Fue inteligente haber supuesto que el mismo código fronterizo de las capsulas de escape respaldasen al Sentry Shuttle de recibir un ataque automático por las Torres Defensivas del Hexágono, aún más inteligente haberle sido bloqueado su acceso vía remoto al sistema emergente del puente porque su visor había perdido la conexión. Seguramente a consecuencia de Enforcer. No será un gran guerrero como Executor pero indudablemente su capacidad cognitiva se lo compensaba.
—Piensa Heros ¿debe haber alguna forma de detener esto?
Vino a su cabeza la advertencia de Whalfer sobre deslizar la compuerta de despegue del hangar, dado que implicaría el desgaste total de la de por sí fugaz y escasa energía a consecuencia de los escudos delanteros y los campos anti-gravedad.
Aquella acción pondría el Sentry Shuttle en un choque autodestructivo con la Tierra tal como temía Whalfer en un principio al serle rechazado la petición de enviar varios de sus combatientes aéreos para defender el crucero.
Con suerte y la presión de la atmosfera podría desintegrarlos antes de siquiera tocar la Tierra. Como era de esperarse, su vida como la del resto entraba en juego pero era la única manera de detener a Enforcer.
Sacrificar a una minoría por el bien de la mayoría solía estar rodeado de contradicciones e idealismos, aunque esta vez no había tiempo para discutirlas una por una en un comité organizado por el Consejo. La decisión había sido tomada y Heros contaba con la autoridad de llevarla a cabo.
Si no se equivocaba, en uno de los rincones del hangar había una pequeña caja eléctrica que servía para acceder manualmente a la compuerta de despegue en caso de que el puente de mando fuese bloqueado y se requiriese de una inminente evacuación.
Heros no la pensó dos veces, removió el candado y tras abrirla deslizó la cuchilla integrada en su guante derecho para cortar un par de cables y cruzarlos entre sí logrando su propósito.
El Sentry Shuttle sufrió un apagón de todos los sistemas excepto los de contención interna, tales como los escudos de anti-gravedad cuya prioridad era cubrir las brechas al espacio.
Este corte inesperado de energía ocasionó que el crucero se pusiese en picada conforme ingresaba la atmósfera. La iluminación se reinstauró mediante las reservas limitadas de emergencia, reabriéndose así cada compuerta que haya estado sellada durante el bloqueo.
Al reanudarse la alarma, Enforcer comprendió que Heros los había sentenciado a una violenta colisión con la Tierra. De igual forma, todavía estaba a tiempo de prevenir dicha tragedia
—Trata de mantenerla rumbo al Hexágono, lo más cerca posible.
—Sí señor.
Myezis hizo lo posible por estabilizar el descenso, lo cual no era nada fácil considerando la gravedad de los daños que había sufrido la nave tras haber salido de la atmosfera.
—El resto, prepárese para pelear.
Wako, Xet y Ollug comenzaron a recargar sus manoplas tácticas con las capsulas de energía que portaban en su bolsillos para imitar una de las asombrosas habilidades de Executor, la creación de cualquier tipo de arma tanto primitiva como tecnológicamente avanzada.
Obviamente sus mecanismos se encontraban limitados ante tal inmedible supremacía, aunque eso no les impedía tratar de copiar tal majestuosidad.
—¡Prepárense para atacar!
—Sí mi Señor —sus tres seguidores asintieron en perfecta sincronía.
Enforcer anticipaba que en cualquier momento Heros emergería de las escaleras giratorias para tratar de detenerlo y no se equivocaba en absoluto. Ambos individuos sabían a lo que se enfrentaban y por ende no se daban el lujo de subestimarse uno a otro.
—Recuerden, la sobrevivencia de la Tierra depende de nosotros, no hay nadie más, sólo nosotros, una vez entrando al puente, hagan lo posible por destruirlos, no titubeen porque créanme cuando les digo que ellos no mostrarán compasión.
Heros alzó una de sus pistolas curveadas generando una ola de anticipación por parte de los replicantes todavía vivos. Aprovechó para liderar al escuadrón hacía las escaleras circulares y una vez en la superficie trapecial del puente se desató la segunda batalla por el Sentry Shuttle.
Wako y Xet se mantuvieron cubriéndole la espalda a Myezis quien había optado por amortiguar el descenso de la nave a través de un paneo de lo más estable pese a estarle pasando las balas a su alrededor.
Ollug había decidido adentrarse en el conflicto, manchándose las manos de sangre después de tanto quebradero de cabezas. Entretanto Enforcer esperaba en una esquina a Heros quien lo buscaba con impaciencia. Una vez ubicados los dos, no perdieron el tiempo en apuntarse a la cara, uno con el guante y el otro con la pistola.
Debido a un supuesto código de respeto, Heros soltó la pistola al mismo tiempo que Enforcer bajó el brazo para optar por un combate limpio. Heros corrió a taclearlo pero Enforcer lo recibió con una patada que conectó con su cabeza. Heros sólo giró hasta colapsarse por el suelo.
—¿Qué pasó con que un acto defensivo es mucho mejor que uno ofensivo?
—A veces es bueno hacer excepciones.
Tras limpiarse la sangre de la nariz, Heros activó la granada que le había plantado en secreto durante la tacleada.
La explosión dañó uno de los guantes de Enforcer causándole un doloroso cortocircuito en la palma de sus manos. Heros aprovechó su dolor y entabló una serie de golpes mientras a su alrededor caían replicantes y humaliedroides.
Heros logró conectar con unos buenos derechazos a la cabeza, la ventaja de no usar casco. Enforcer era feliz con su simple armadura de metal rojizo para actuar con la menor dificultad posible. Por otra parte, Enforcer conservaba cierta vanidad que en cuanto Heros le cortó la cara con las uñas de su mano extendida, éste lo sujetó del cuello y lo levantó del suelo para descargar su coraje.
—Hasta aquí llegaste Heros Durion.
—¡Veo que todavía confías en ese pedazo de mierda! —Expresó Heros tratando de respirar mientras le colgaban los pies.
—¿Quién? ¿Myezis? ¡Suele tener sus momentos!
—Te aseguro que hoy no es la excepción.
En eso el timón explotó ante una carga explosiva que había dejado oculta Heros antes de que Enforcer y sus hombres abordaran el crucero. Myezis y unos cuantos más dejaron de existir en un breve segundo.
El Sentry Shuttle se tornó boca abajo ante la pérdida de los controles primarios, el colapso ahora era inevitable. La vista debajo de ellos consistía en un océano de fuego, ya que ambos se encontraban combatiendo en pleno ingreso a la capa de ozono.
A pesar de la intensa combustión, Heros y Enforcer continuaron peleando hasta que el crucero logró adentrarse a los cielos grises de una Tierra incendiada.
Wako trató de apuntarle pero Xet lo detuvo ante el riesgo de darle accidentalmente al ventanal. El punto era matar a Heros y no a todos de paso, considerando lo terrible que sería ser succionados por el espacio.
En una de esas Heros logró apropiarse de una de las armas caídas, pero al momento de apuntarle a la cabeza de Enforcer, fue pateado por Ollug posicionándolo enfrente y en directo del único guante operativo de Enforcer.
Heros trató de zafarse mas el oleaje de fuerza ya había sido desatado. El ventanal debajo de él se quebró en cientos de pedazos de los cuales algunas piezas se incrustaron en sus brazos conforme los atravesaba con brutalidad.
Tanto Enforcer como Ollug estuvieron en riesgo de ser expulsados como Heros, he aquí la ventaja de haberse activado el escudo de contención. Esto gracias a una reserva de energía del puente de mando.
Conforme se estabilizaba la gravedad, Enforcer observó a Heros girar en estado inconsciente por los aires hasta desaparecer entre las nubes grises que rodeaban parte del descenso inevitable del Sentry Shuttle.
La nave comenzaba a ladearse un poco a la izquierda por lo que fue necesario irse preparando para el inminente impacto, y más después de haber sido destruido el sistema de navegación.
Las alarmas volvieron a reanudarse conforme el crucero se acercaba a la Tierra. Partes de la proa comenzaban a desprenderse dándole entrada al de por sí tremendo calor que se había anexado a consecuencia del roce atmosférico.
—¡Sujétense de lo que puedan! —alertó Wako tras enderezar el crucero— ¡Será un aterrizaje forzoso!
Enforcer no era tanto el problema sino Wako, Xet, Ollug y los demás humaliedroides porque estaban expuestos a sufrir una muerte instantánea si no lograban protegerse adecuadamente.
El impacto se sintió en cada pasillo, cuarto o compartimento del Sentry Shuttle. Algunos cayeron al suelo y otros a duras penas lograron mantenerse de pie debido al dolor.
Por mera suerte la mayoría se salvó en contraste con otros que no contaron con el mismo beneficio, debido a que fueron aplastados durante los desprendimientos metálicos.
Como era de esperarse, al final sólo permaneció una aguda neblina de la cual ocultó tanto a Enforcer como a sus secuaces, dejando sus destinos en absoluto misterio.