Читать книгу El poder de la universidad en América Latina - Adrián Acosta Silva - Страница 8
ОглавлениеAGRADECIMIENTOS
En la vida académica, ningún texto surge del vacío intelectual, institucional ni emocional. Las lecturas de artículos, ensayos, reseñas o libros son deudoras de circunstancias, personas y lugares específicos durante tiempos más o menos determinados, o más o menos imprecisos, según se quieran ver. Aunque el ejercicio de escribir es parte de un proceso que se desarrolla siempre en solitario, la manera en que esto es posible supone también, inevitablemente, un contexto específico, habitado por voces, lecturas, dudas, conversaciones y observaciones que trascienden a los individuos y sus respectivas soledades. En este caso, es obligado hacer mención de las situaciones, instituciones y personas que hicieron posible el desarrollo del proyecto que hoy se expresa en la forma de un texto convencional. Ya se sabe: detrás de cada libro hay una pequeña historia que a veces vale la pena ser contada. Supongo que éste puede ser el caso.
El proceso de investigación sobre el cual descansan las páginas que siguen tiene, como suele suceder en la vida académica e intelectual universitaria, un origen remoto, uno reciente, así como una combinación de eventos determinados por las fuerzas siempre misteriosas del azar. El origen remoto se configura por una serie de preguntas, dudas y hallazgos acumulados en más de 30 años dedicados tanto al estudio de las universidades públicas en México como en América Latina, relacionados casi todos con la trayectoria sociohistórica de las propias universidades, su evolución, pleitos, conflictos políticos contemporáneos, sus significados sociales y políticos, sus estructuras de poder, sus mecanismos de vinculación con el desarrollo de las profesiones, las ciencias y las humanidades. El origen reciente tiene que ver con el estudio del fenómeno expansivo de la educación superior en prácticamente todo el mundo, en la relocalización del papel que las universidades públicas juegan en ese proceso de proliferación, relativamente azaroso y espontáneo; el poder social que, a pesar de todo, mantienen estas instituciones como espacios de atracción para la formación de las nuevas generaciones, el desarrollo de la investigación o su representación como centros reclutadores de élites políticas o sociales significativas en distintos contextos sociales, económicos y políticos de América Latina y el Caribe.
En la hechura del texto que ahora se pone a consideración del lector, intervienen también factores que suelen ser producto de la combinación, siempre imprecisa, de voluntad/fortuna, cálculo/azar. El estudio de las reformas universitarias, las fallas coyunturales, los problemas sistémicos del gobierno universitario, así como el análisis de las trayectorias de estudiantes y egresados de universidades públicas en México, temas aparentemente distintos, cuanto distantes en el estudio de la educación superior, llamaron mi atención y me impulsaron a examinar cómo esos problemas del presente universitario latinoamericanos se habían desarrollado quizá desde el origen mismo de la fundación de las primeras universidades hispanoamericanas. En esas circunstancias, digamos, intelectuales, surgió la oportunidad de disfrutar de un año sabático en mi universidad (la Universidad de Guadalajara), que coincidió también con la oportunidad de realizarla en una institución extranjera y con la disponibilidad de apoyos institucionales básicos para concretarla.
Ello explica el hecho de que, aprovechando una agradable estancia sabática en el Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) entre febrero de 2016 y enero de 2017, decidí desarrollar un estudio que permitiera abordar el déficit de conocimiento que tenía acerca del pasado remoto y reciente de las universidades latinoamericanas y caribeñas. Ese esfuerzo se prolongó de 2017 a 2019 en Guadalajara, donde revisé y cuestioné mis avances mediante la revisión de nuevos materiales bibliográficos y documentales en diversas bibliotecas universitarias. En el caso de la UAB, debo agradecer la generosa aceptación del Grupo de Investigación, Educación y Trabajo de ese Departamento (GRET), que me hizo partícipe durante un año de su seminario de investigación, así como por el acceso a la Biblioteca de Humanidades de la Universidad en su hermoso campus de Cerdanyola, en las montañas de Barcelona. También debo mencionar el apoyo financiero que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) otorgó a mi proyecto a través del “Programa de Becas de Investigación para Estancias Nacionales e Internacionales” (convocatoria 2015, clave 263807) para los miembros del Sistema Nacional de Investigadores. Asimismo, debo reconocer el apoyo institucional otorgado por la Universidad de Guadalajara, por medio del Departamento de Políticas Públicas del CUCEA y de la Coordinación General Académica para dedicarme un año completo a la realización de este proyecto.
Entre 2017 y 2019, en la Universidad de Guadalajara, llevé a cabo la investigación en el marco del “Programa de Apoyo a Miembros del Sistema Nacional de Investigadores” (Pro-SNI). En el Departamento de Políticas Públicas del CUCEA y en el Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo del CUCSH, pude combinar los tiempos y condiciones institucionales indispensables para culminar el proyecto iniciado en Barcelona en 2016. En especial, debo expresar mi reconocimiento por el trabajo de Bruno Acosta Hernández, estudiante de la carrera de Urbanística y Medio Ambiente del CUAAD, quien se desempeñó como becario del proyecto entre 2017 y 2018, revisando acervos bibliográficos, documentos y materiales gráficos vinculados con el estudio.
También deseo expresar mi agradecimiento al personal de las bibliotecas de Humanidades de la UAB, de la Facultad de Geografía e Historia y de Educación de la Universidad de Barcelona (UB) por la consulta de libros, revistas y documentos relacionados con el proyecto. El trabajo de lectura y reflexión que realicé en las instalaciones de los campi de la UAB, El Raval y Mundet de la UB fueron el pretexto perfecto para conocer no sólo la bibliografía especializada sobre el tema, sino también para recorrer las calles de la hermosa ciudad marítima, a la vez moderna y medieval que es hoy Barcelona, la capital de Catalunya. Asimismo, agradezco al personal de la biblioteca del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca por su apoyo, su orientación en tanto en la revisión bibliográfica como documental de su acervo entre junio y octubre de 2016.
Extiendo mi reconocimiento a las personas que hicieron posible mi estancia académica en la UAB. A mi amigo y colega Jordi Planas, su apoyo incondicional e interés por incorporarme al GRET y su orientación para hacer más fácil mi instalación en Barcelona a comienzos de 2016. A Luis F. Aguilar Villanueva, le agradezco su siempre cálido estímulo y apoyo intelectual, personal y académico en los últimos años, actitudes que me ayudaron a tomar la decisión de emprender el sabático en la UAB. A Manuel Alcántara y a José María Hernández, de la Universidad de Salamanca, y a Pilar García Jordán, de la Universidad de Barcelona, les extiendo también mi agradecimiento por sus amables invitaciones para presentar mis avances de investigación en sendos seminarios académicos llevados a cabo en dichas universidades en octubre y noviembre de 2016, respectivamente. A los miembros del GRET de la UAB, coordinados por Rafael Merino, su confianza y hospitalidad para integrarme con toda libertad a sus espacios académicos de reflexión y trabajo cotidiano durante mi estancia catalana.
Debo incluir también en este recuento de memoria y aprendizajes las conversaciones que, en el otoño de 2016, tuve con mi viejo amigo y colega Antonio Camou en la célebre Cervecería Moritz de la calle Sant Antoni, cercana al edificio principal de la Universidad de Barcelona (un local que debería ser de visita obligada para cualquier forastero, junto con el Camp Nou, la Iglesia de la Sagrada Familia, la de Santa María del Mar o La Pedrera de Gaudí). Como siempre que nos encontramos en Argentina o en México, esas charlas me resultaron estimulantes y cálidas, donde los temas de las universidades, la gobernabilidad y los problemas de las democracias en México, en España y en Argentina flotaron durante un par de tardes junto con las inevitables referencias al futbol, el clima, los amigos mutuos, nuestras mujeres o hijos.
Debo reconocer igualmente a quienes me acompañaron todos los días a lo largo de un año en esa ciudad espléndida y asombrosa que es Barcelona, y con quienes compartí el privilegio de conocer las calles, edificios y rincones que guarda la Ciudad Condal para propios y extraños. Con la música de fondo de Serrat, Bruce Springsteen, Neil Young, Van Morrison, Nick Cave y Chet Baker (gracias, Enrique Vila-Matas), y entre las carrers, traveseras y avingudas de los barrios de el Born, el Raval, el Gótico, en Passeig de Gracia, o en la playa hermosa y solitaria de Sant Adriá de Bessos, justo frente al imponente Mediterráneo, la compañía, los abrazos y las largas charlas con Angélica, Bruno y José Emilio hicieron siempre más agradable y cálida la experiencia del sabático en las tierras catalanas y el regreso a las tierras jaliscienses. Ellos bien saben, desde siempre, que forman la tierra firme del mundo íntimo de mis afectos y preocupaciones, de mis sueños y esperanzas.
El recuento estaría incompleto sin mencionar el interés y apoyo de las instituciones que hicieron posible la publicación de este libro. De un lado, la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe, el organismo que durante más de 70 años se ha consolidado como uno de los espacios institucionales más importantes de reflexión y discusión sobre los problemas de las universidades públicas de la región. Del otro lado, la Universidad de Guadalajara, mi espacio de formación estudiantil, primero, y desde 1984 el referente institucional de mi desarrollo académico y laboral. A Siglo XXI Editores, su aceptación para la coedición de esta obra. Publicar en esta casa editorial es un privilegio y una responsabilidad intelectual para quienes creemos que la discusión pública de los trabajos académicos es una forma de construir espacios de conversación, donde los libros juegan hoy como ayer un papel relevante.
Barcelona, España, enero 2017/
Zapopan, México, diciembre 2019.