Читать книгу Wadalaquia - A.G. Villella - Страница 10

Consternado por lo sucedido y el agregado que unos seres de unas pintura rupestre aparezcan y mencionen su nombre de pila, Rikin Becker sigue confundido por el pasar de lo minutos tratando de asimilar las cosas y nunca es sus centenares años de vida vivió una situación semejante.–

Él asintió con miedo –Si, soy Rikin Becker unidad 602–

Pensativo luego pregunta –¿Quiénes son ustedes?, ¿Cómo saben mi nombre? ya que nadie me llama así tantos años que llegue en este extraño planeta–

—Nosotros no tenemos nombres, este en nuestro hogar desde el momento que nacimos en las paredes. Andamos por todas las paredes de la cueva, es un lugar inmenso con muchos peligros y sos la única persona que vimos. Ocupamos estos lugares cuando nuestro antecesores dejaron de existir y somos la segunda era. Todavía nos queda millones de años para que otros ocupen nuestros lugares–

—Sabíamos que algún día ibas a aparecer buscándolos–

—Tiene muchas preguntas para hacernos y en realidad no estas para hacer preguntar sino para cumplir una misión–

—Cuanto menos preguntes mejor, de todo modos el momento que salgas perderás la memoria y no sabrás de nuestra existencia y solo será una leyenda–

El soldado mas confundido que antes pregunta –¿Qué tengo que hacer?, ¿Por qué yo?–

—Sos la persona indicada para este trabajo que solo vos podes realizarlo, a pesar que eres una raza guerrera, lo que te diferencia de los demás es que tienes tu propia personalidad y eres diferente al resto–

—¿Qué tengo hacer?– insiste.–

—Te entregaremos dos objetos, un collar con una descripción. Esa descripción contiene la dirección de un futuro planeta llamado Tierra (en la descripción contiene símbolos), un día un ser lo encontrará y por accidente llegará a ese planeta que se encuentra a billones años luz–

—¿Y el segundo objeto?– pregunta Becker.–

—El otro objeto, hemos preparado unas bacterias que quedara en tu memoria el momento exacto cuando tienes que mandarlo al espacio. Esto llegará en el momento indicado, cuando el planeta esta en condiciones para tener vida–

—Sigo sin entender–

—No te preocupes, no hace falta que entiendas. Como te dije al salir perderás la memoria y en alguna parte de tu cerebro quedará tu misión. No sabrás porque lo harás pero lo harás–

—¿Qué tipo de vida estamos hablando?–

—La vida que ves afuera, y además con el tiempo un raza nueva nacerá, serán humanos–

—¿Humanos dices?–

—Si humanos como escuchaste. Ellos serán también mortales como ustedes y en cuanto a su personalidad serán versión un tanto mejorado–

—¿Estás diciendo que somos primitivos?– pregunta un poco enojado.–

—No, solo que ustedes son guerreros de alma, por lo general brutos y están escondidos atrás de una máscara–

—Es nuestra naturaleza la máscara, indica muchas cosas y una de ellas nuestro estatus. Es nuestra forma de vida, así convivimos durante toda la vida. Hay una leyenda al respecto y se remonta en el segundo rey que tuvimos. Se habla del Rey Berkusen, el único rey más amable que tuvo la raza aunque parezca difícil de entender. No era uno cualquiera y se trata unos de los pocos que quizás de como fueron criados de chicos, la leyenda dice que un día entra al laboratorio y por accidente le quema toda la cara y como le daba vergüenza mostrarse de lo horrible en que se encontraba su rosto decidió usar una máscara que le había regalado su esposa en uno de sus cumpleaños. Ante la impotencia de no seguir mostrando su rostro. Entonces de tanto tiempo de estar aislado de la sociedad un buen día sale de la habitación con una máscara y tanto los empleados por mostrar compasión y la admiración que le tenían mostraron su apoyo acompañando utilizando cada uno una máscara mostrando sus respetos y así fue que el resto de la población al enterarse también lo siguieron de tanto cariño que le tenía a este buen rey. Son solo leyendas y las leyendas pueden ser verdadero con tinte de mentiras–

—Estos seres de que te hablo no se asemejarán a los tuyos con la diferencia que muchos usarán máscaras para ocultarse de otro modo y habrá personas agresivas dependiendo como los críen–

Rikin escuchando atento asiente.–

—No puedes quedarte mas tiempo es hora de irte–

—Tengo muchas preguntas para hacer–

—Es momento de irte y recuerda perderás la memoria sobre nosotros y solo quedará en tu cabeza los que debes hacer. Lo harás sin saber porque–

—Ten estos dos objetos– sus últimas palabras.–

Luego los seres en forma de pintura rupestre se alejan de Rikin y un fuerte ruido comienza, tan insoportable, Rikin sale corriendo para la salida y manada de “pájaros diabólicos” picoteando su cuerpo y así de un largo camino sale.

Sin ver por donde corría se tropieza con una piedra y cae en el suelo y la manada de pájaros malévolos dejan de picotearlo y al vuelo del viento sin rumbo.–

Después de muchas horas inconsciente se despierta con dolores de cabeza atroz y además por todo su cuerpo.–

—¿Dónde estoy?, ¿Qué estoy haciendo acá?, ¿Cómo llegue a este lugar horrible? se pregunta con tanta confusión.–

Al fin de tanto tiempo esperando recuperándose, Rikin Becker emprendió su marcha hasta su hogar.–

Con tanto miedo sigue su marcha mirando por un lado y para el otro en una noche muy oscura con tanta vegetación tratando de salir de este horripilante lugar donde se encontraba.–

En un momento dado su marcha se detiene y siente que tiene algo de peso dentro de su túnica.

Palpa y se encuentra una de objetos que sobresale, mete la mano dentro y saca el collar y el otro objeto donde contenía vida.–

—¿Qué es estos dos objetos que tengo encima?– se pregunta.–

—No recuerdo haber agarrado estos objetos en el baúl– pensó.–

Se dispone a caminar a su lugar de siempre para seguir con la rutina habitual previamente pasando por la enfermería por si acaso.–

Camina con dificultad desorientado en el tiempo espacio eligiendo las bifurcaciones que considera correspondiente correctos hasta su casa.–

Luego de un tiempo su instinto no fallo y llega al fin al antro y ve venir unas personas hacia él desesperadamente.–

—¿602 donde estuviste?–

—¿Te estuvimos buscando por todo lados?–

—¿Estas bien?–

—El gran general esta enojadizo con vos que desapareciste– afirma luego de varias preguntas.–

—No, estoy muy dolorido. He perdido la memoria– dice con poco animo.–

—No se que me paso, debo ir a la enfermería, necesito descansar–

—Tu tiempo de descanso expiró hace unos días–

—¿Me decís días estuve desaparecido?– desconcertado.–

—Si, te ausentaste por mucho tiempo y de las pocas posibilidades pensamos que habías desertado. Es raro en vos ya que sos muy fiel–

—No, estoy acá nuevamente y no me siento bien. Estoy como si me hubiera pasado por encima la nave nodriza. Solo recuerdo que salí a caminar y no se que me paso después. Se que me desperté en el suelo todo dolorido–

—Te acompaño y pronto estarás activo, te necesitamos–

Trato como puedo de llevarlo al 602 hacia la enfermería y él camina casi arrastrándose.–

Cuando llegan al cuartel y abren la puerta todas las miradas se centra en él.–

Llevándolo por el pasillo que conduce a los médicos y se puede escuchar el murmullo de todas las personas que se encontraban.–

—Te dejo recostado en la cama hasta que llegue el doctor Pirs– luego se van del consultorio.–

Mientras tanto en el otro lado, el Gran General continua protestando con todo aquellos responsables de que los equipos no funcionara correctamente. Después de enterarse por un informador que un grupo Aña atacan el planeta donde se alojan los Trincherianos y los que lo irrito es enterarse de que descubrieron la forma de poder ingresar al planeta sin que los afectaran.–

Un revuelo de novela se produjo en el cuartel. No se salvó nadie.–

A través de una mensaje estelar manda hacia a otras bases para saber los resultados de esa contienda y todo lo que quería saber amenazándolos constamente.–

Sin darle respiro lleva rápido la respuesta que ansia saber.–

En la nota decía lo siguiente: “Gran General, el ataque al planeta Verton fue un éxito la resistencia a la atmósfera. La mala noticia es que fueron derribados casi en su totalidad.–

Al principio teníamos la victoria asegurada, era aplastante, pero con la llegada de los Cuerveanos mostrando su poderío armamentístico nos superaron en todo sentido.–

Solo sobrevivieron pocas naves que dieron marcha atrás con el continuar de la batalla.–

Los soldados terrestres como eran de esperar, fue una victoria abrumador por parte de los Trincherianos.–

Los nuevos dispositivos que hemos inventado para poder acceder a su planeta, fue un éxito. A la brevedad le pasamos todo el reporte completo ya que todavía estamos a la auditoría correspondiente.–

Además comentarle que se le pasará todo los detalles del nuevo dispositivo.–

Para terminar el comunicado, le pedimos disculpa por no hacerlo llegar los informes hacia su persona porque corríamos el riesgo de ser interceptado y que todo quedará en vano.–

Esta en la razón en la cual actuamos sin una orden suya”.–

El Gran General disconforme por la nota vuelve a responder sin pelos en la lengua todo lo que sentía.–

De repente golpean la puerta fuerte.–

—Pase–

—Gran General para comunicarle que encontramos a su segundo en malas condiciones a las afueras del cuartel–

—Ese cretino ¿A dónde se fue?– contesta enojado. –Es un infundio y traidor– arremete sin escuchar explicaciones.–

—Cálmese ahora esta en la guardia con el doctor Pirs y él…– el General lo interrumpe.–

—Voy para allá y me va a escuchar–

Camina enojado hacia la enfermería mientras unos de sus soldado camina por detrás tratando de hacerlo calmar y dando todo tipo de explicaciones.–

Mientra el Gran General camina a ritmo ligero gritando por el pasillo, el doctor Pirs se apura para hacerle las curaciones lo mas rápido que pueda antes que el líder llegue y se arme una posible pelea en su consultorio aunque sabe perfectamente que cuenta poco tiempo.–

Así mientras lo cura a Rikin piensa en como decirle la mejor manera posible.–

En eso golpean en la puerta del consultorio y con la tranquilidad del mundo el doctor Pirs abre y es él.–

Por sorpresa llego calmado y entra para ver a su segundo.–

—¿En qué estado se encuentra mi segundo?–

Pirs contesta –Tiene heridas leves, perdida de memoria y es imposible que pueda hablar con usted ahora. Necesito tenerlo en observación por unos días. Quédese tranquilo todo esta bajo control–

Es como si el Gran General con la tormenta de furia de repente se esfumó en segundos.–

—No le digo nada doctor porque se que nunca me miente y puedo confiar, pronto lo quiero en mi oficina–. Al terminar cierra la puerta con un fuerte golpe sin escuchar algo más del médico.–

Pirs se quedó con la palabra en la boca.–

Todavía quedó la furia del volcán en su interior a punto de erupcionar por completo.–

El alfaque Pirs siguió con su rutina rodeado de pacientes que atender.–