Читать книгу Atenas y Jerusalén en diálogo - Alberto F. Roldán - Страница 7
ОглавлениеIntroducción
La presente obra expone las relaciones entre filosofía y teología. Atenas y Jerusalén son símbolos de ambas disciplinas, respectivamente. Remiten a la pregunta de Tertuliano: “¿Qué tiene que ver Atenas con Jerusalén, la academia con la iglesia?”
He dividido el libro en tres partes, referidas a tres ejes: filosofías, hermenéuticas y teologías. La primera se inicia con el capítulo “Las relaciones entre filosofía y teología según Paul Tillich y Wolfhart Pannenberg”. Seguidamente, en “El concepto kantiano del reino de Dios en la religión dentro de los límites de la mera razón”, muestro el modo en que el filósofo Emmanuel Kant concibe el reino de Dios en su obra La religión dentro de los límites de la mera razón. El tercer capítulo de esta parte, “La influencia de Sören Kierkegaard en la teología de Karl Barth. Dialéctica, desesperación y fe”, indaga sobre la manera en que Sören Kierkegaard deja su impronta en el estilo barthiano. Los términos “fe”, “desesperación”, “decisión”, de fuerte raigambre kierkegaardiana, son frecuentes en la obra de Barth, sobre todo en su comentario a Romanos. Este trabajo fue publicado inicialmente en la revista Teología y cultura, año 10, vol. 15, 2013.
La segunda parte del libro está consagrada a las hermenéuticas contemporáneas. El primer capítulo se titula “La hermenéutica de Paul Ricoeur: del símbolo a la acción”, en el cual sintetizo su rica perspectiva, que destaca tanto el símbolo como la acción humana. Este trabajo está basado en mi tesis: Ética en la praxis educativa desde la hermenéutica de Paul Ricoeur, defendida en la Universidad del Salvador. A continuación, en “Giro hermenéutico, teología y debate con las ciencias en Hans-Georg Gadamer”, analizo la interrelación de esas disciplinas en sus ensayos tardíos. El tercer capítulo de esta parte, “La kénosis de Dios según Gianni Vattimo: hermenéutica después de la cristiandad” —publicado en la revista Teología y cultura, N.° 7, año 2007— está dedicado a interpretar el pensamiento del filósofo italiano a partir de la kénosis o vaciamiento de Dios.
La tercera parte, sobre las teologías, incluye en primer lugar un capítulo titulado: “La fe como evento existencial-escatológico en el pensamiento de Rudolf Bultmann. De la filosofía de Martín Heidegger al planteamiento teológico”. Publicado inicialmente en la revista Franciscanum, Universidad de San Buenaventura, Bogotá, volumen lv, N.° 160, expone la influencia de Martín Heidegger en el exégeta luterano para su replanteo de la fe. El siguiente capítulo, “La teología política como respuesta al desafío que la secularización plantea a los cristianos”, es una ponencia que ofrecí en octubre de 2014 en el simposio organizado por el Instituto Superior de Enseñanza Religiosa. Finalmente, dedico el último capítulo a uno de los teólogos que más me han marcado en mi forma de hacer teología: José Míguez Bonino. Expongo su teología centrada en el reino, interpretado como la acción reconciliadora de Dios en la historia. Las reflexiones finales se abren con una pregunta inquietante: “¿La iglesia evangélica crea pensamiento?”
Mi gratitud a quienes me han ayudado consciente o inconscientemente en la elaboración de este libro. A mi querida esposa, Emi, por su inigualable compañía y sostén de años de vida matrimonial y ministerial. A mis hijos: Myrian, directora de escuela secundaria, David —teólogo y filósofo—, quien en muchas charlas me ha enriquecido con su profundidad de análisis, y Gerardo, abogado con trayectoria en Argentina y Australia. También mi gratitud al doctor Fernando Aranda por su gentileza de escribir el prólogo. Mi agradecimiento a las instituciones en donde desarrollo la docencia: fiet —del cual soy uno de sus fundadores—, prodola, semisud y uap. Con esta obra estoy celebrando mis bodas de oro con la teología.
Al Padre de los astros, de quien procede todo buen regalo y todo don perfecto y “en el cual no hay fases ni períodos de sombra” (Stg 1.17 nbe), sea toda la gloria ahora y siempre. Amén.
Alberto F. Roldán
Ramos Mejía, 12 de abril de 2015