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Prólogo

Cuando afronté el reto de escribir un libro dedicado principalmente a la voz, además de al oído, era consciente de que ya había en el mercado editorial una serie de manuales dedicados a tal materia. Por tanto, si me planteaba elaborar un nuevo texto sobre dicho asunto, era para aportar algo diferente, junto con otros temas más generales ya desarrollados en otros libros, como la respiración, la relajación y las diferentes partes del aparato vocal.

En este trabajo se incluyen una importante cantidad de ejercicios propuestos al final de varios capítulos, con la intención de asentar correctamente las ideas expuestas previamente de una forma teórica. Además, muchos de esos ejercicios se pueden realizar tiempo después de haber leído el libro, de manera independiente y para llevar a cabo una serie de pautas destinadas a un fin muy particular, como mejorar la respiración, la relajación, la postura corporal, hacer un calentamiento vocal, etc.

Muchos de los libros publicados referidos a la voz, de los que siempre se aprende, están escritos por logopedas o foniatras, por lo que hacen su contribución sobre todo desde un punto de vista clínico, centrándose en diferentes patologías relacionadas con la voz. También hay libros para la voz elaborados por profesionales de la música, por lo que su enfoque, con respecto al de los otros expertos citados, es diferente en algunos apartados.

Dado que me incluyo en el segundo de esos dos grupos por mi formación y dedicación a la docencia musical universitaria, he querido hacer un trabajo cuyo resultado fuese bastante práctico. El libro está destinado sobre todo a las personas que se dedican a la enseñanza, a todos los niveles educativos, porque la prevención de los problemas de la voz se debe realizar partiendo de un conocimiento profundo de ella. La gran mayoría de los educadores reclaman una mayor formación de la voz para evitar esos continuos problemas vocales que la profesión acarrea. A este tema en concreto le dedico un capítulo entero.

A pesar del riesgo de que con tanta diversidad este libro se convierta en un cajón de sastre, pienso que a aquellos que de alguna manera trabajan con la voz pero no son docentes también les podría interesar, a priori, este manual, pues las causas de un mal uso de la voz son en muchos casos las mismas, y por lo tanto también sus consecuencias.

No he querido dedicar más de un capítulo a hablar de las patologías de la voz, ya que hay bastantes publicaciones dedicadas a esta cuestión, y además se alejaría tanto de mi formación académica como de los propósitos de este libro. Sin embargo, he considerado interesante tratar al menos superficialmente las diferentes dolencias relacionadas con la voz, con el propósito de concienciar a la gente de que algunas de esas patologías son más comunes de lo que se piensa y que se pueden evitar si se conocen sus consecuencias.

A la hora de enumerar las diferentes partes del aparato vocal, he procurado ser lo más conciso posible sin exponer todos sus pormenores, que podrían ser múltiples y que más bien solo despertarían interés dentro de un ámbito anatómico y médico.

He dedicado un capítulo a hablar con cierto detalle de las clasificaciones vocales. Desde un punto de vista histórico me ha parecido interesante mostrar cómo han evolucionado las voces, dedicándole un amplio apartado a los castrati.

El último capítulo se refiere al oído, pero no por ello es menos importante que los capítulos anteriores. Se puede justificar perfectamente su inclusión en este libro por el hecho de que el oído está muy relacionado con la voz. He aprovechado la ocasión para realzar la importancia de educar en el silencio, no en el sentido de comunicarse menos, sino en el de manifestarse pero molestando lo menos posible a los demás, promoviendo así un ambiente saludable. El resultado positivo de esta educación es bueno tanto para el cuerpo como para la mente, así como para las múltiples relaciones entre las personas. No por hablar más, la comunicación es más fluida. Qué mejor manera de inducir al silencio que ser muy consciente de los sonidos que se escuchan a nuestro alrededor. Esto ayuda a ser cada vez más sensible a la contaminación acústica a la que estamos sometidos activa o pasivamente en nuestro mundo actual.

Ya que de momento no se contempla en los planes educativos una asignatura en la que explícitamente se insista en la importancia del silencio, necesario para una buena convivencia entre las personas, al menos quiero contribuir humildemente a que nuestra sociedad actual sea menos ruidosa. Además, para el inicio de muchos de nuestros actos (privados o públicos), o en general para el comienzo de algo, se requiere silencio para suscitar la concentración.

Ojalá este libro sea una herramienta muy útil tanto para ampliar conocimientos y despertar la conciencia de algunos aspectos relacionados con la salud personal y colectiva como para poder ser utilizada en las clases.

Alberto Álvarez Calero

Educar la voz y el oído

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