Читать книгу Enseñanza del Español como Lengua Extranjera - ELE -, - Alberto Ramírez Avendaño - Страница 4
Оглавление1. Fundamentación teórica
1.1 Estado de la cuestión
Los siguientes son algunos estudios que se realizaron dentro de las aulas de clase desde diferentes perspectivas, en las cuales se usaron como herramientas las fiestas populares y los carnavales de las regiones con diferentes propósitos en la enseñanza. Esta revisión se realizó partiendo de lo global tomando como punto de partida Hispanoamérica, seguida de Latinoamérica y por último la perspectiva local, en este caso Colombia.
Como aportes internacionales, en primer lugar, encontramos la investigación titulada Las festividades como fomento de la cultura popular de Mallorca en Primaria (Fornés, 2014), la cual se realizó en Mallorca, Islas Baleares, España. El propósito principal de este estudio fue diseñar una propuesta educativa para el fomento de la cultura por medio de las festividades de la misma. El problema objeto de estudio fue la pérdida de apropiación cultural por parte de los estudiantes, al celebrar fiestas externas y no las propias. La población muestra está compuesta por cuatro grupos que conforman el segundo ciclo de educación primaria de un colegio público, la cual arrojó como resultado la posibilidad de llevar a cabo el diseño de una propuesta educativa que fomente la cultura, utilizando como estrategia pedagógica las festividades propias de la región. Por lo tanto, los conceptos básicos tratados en este proyecto son de gran utilidad en el presente estudio, teniendo en cuenta que las festividades han sido utilizad como estrategia pedagógica dentro del aula de clase y han logrado un afianzamiento en ella. Entonces, en las aulas de ELE se buscará una significación de conceptos por medio de las festividades propias de la región y que, por lo tanto, forman parte de la cultura misma.
En segundo lugar, se exploraron en algunas investigaciones en Latinoamérica. Uno de estos estudios es el realizado por Macías Rodríguez, de la Universidad Nacional de Seúl, en el que se analiza la función que cumplen las fiestas. Así, la autora citando a Roiz (1982), indica que “la fiesta es un fenómeno social comunicativo, una serie de acciones y significados de un grupo, expresados por medio de costumbres, tradiciones, ritos y ceremonias, como parte no cotidiana de la interacción, especialmente a nivel interpersonal, caracterizadas por un alto nivel de participación” (p.118). Después de hacer una exploración por las diferentes fiestas de Latinoamérica, la autora concluye que estas fiestas son un fenómeno unificador y preservador de las comunidades en el que se reviven las fuerzas de sus raíces y confirman su identidad.
En el ámbito local encontramos la investigación titulada La fiesta como elemento facilitador en el desarrollo de la competencia intercultural para la enseñanza del español como lengua extranjera (ELE), de los autores Gómez y Mahecha (2016), la cual es de enfoque cualitativo, realizada a estudiantes de nacionalidad estadounidense que toman curso de ELE de manera presencial para edades entre los 20 y 25 años. Su objetivo fue diseñar una propuesta de actividades contextualizadas a partir de la fiesta como elemento facilitador en el desarrollo de la Competencia Intercultural en ELE, usando el Carnaval de Barranquilla. El problema principal de estudio fue la poca comprensión de los estudiantes sobre aspectos interculturales dentro del lenguaje, como las expresiones que se usan en las fiestas. Se obtuvo como resultado el hecho de que, aunque los libros y herramientas utilizadas en los salones de ELE tienen elementos culturales, no son suficientes para el desarrollo de la competencia intercultural. En primer lugar, esta investigación está muy relacionada con el tema de estudio del presente proyecto, ya que está preocupada por la significación del lenguaje auténtico en los estudiantes no hablantes nativos del español. En segundo lugar, busca utilizar las fiestas colombianas como estrategia pedagógica para la enseñanza de ELE. Aunque es importante mencionar que el eje principal de este proyecto se encuentra en la recopilación de un corpus que ayude a los aprendices en su proceso de aprendizaje y no solo enfocarse en una propuesta de actividades, aunque hace también parte del proceso.
Dentro de esta revisión observamos varias propuestas pedagógicas de implementación de las fiestas tradicionales de los pueblos como elemento de enseñanza dentro de las aulas de clase.
Finalmente, El libro Colombia diversa, de María Cristina Martínez y Lizeth Rayo (2019), está compuesto por 9 unidades y 1 de apertura que permiten el desarrollo de la Competencia cultural. Se centra, particularmente, en la interacción dada a través de actividades, en las que se refleja la cultura colombiana, por medio de la presentación de 9 festividades colombianas con sus costumbres típicas y manifestaciones folclóricas como la danza, la música, las comidas, etc. Cada parte del libro expone lecturas, actividades, tareas específicas, expresiones idiomáticas y reflexiones de aprendizaje. Para esto, utiliza introducciones, lecturas, videos, audios y fotos. Cada unidad está formada por objetivos específicos y contenidos comunicativos, lingüísticos y culturales. El libro está orientado para cursos de ELE de inmersión en Colombia y para estudiantes de español de Hispanoamérica.
1.2 Marco Conceptual
1.2.1 La competencia comunicativa
La Competencia Comunicativa se refiere a la capacidad que tiene una persona para comunicarse en una lengua. El poseer esta competencia incluye el conocimiento de la lengua y la habilidad de usarla en determinados contextos. Hymes (1996), explica que esta competencia está mediada por el contexto social, las necesidades y las motivaciones; de igual forma, por la acción, siendo la posibilitadora de esas motivaciones, necesidades y experiencias.
Con base en el documento sobre Estándares Básicos de Competencias en idiomas extranjeros (inglés) propuesto por el Ministerio de Educación Nacional – MEN, las competencias se entienden como los conocimientos, habilidades y características individuales que la gente usa para actuar e interactuar en un contexto determinado. De esta manera, en el aprendizaje de un idioma extranjero, en nuestro caso el español como lengua extranjera, es primordial el desarrollo de la competencia comunicativa. Esta competencia incluye: la competencia lingüística, que se refiere al conocimiento que el individuo posee de una lengua, de su forma y de su significado; la competencia pragmática, la cual alude al conocimiento del uso de la lengua para alcanzar ciertos objetivos o intenciones comunicativas. Esta competencia incluye la competencia discursiva y la competencia funcional. Finalmente, la competencia sociolingüística, que tiene que ver con el conocimiento de las condiciones sociales y culturales que se ven reflejadas durante el aprendizaje de la lengua extranjera. En esta línea se apoya el presente proyecto.
Así las cosas, la presente investigación mantuvo como foco el desarrollo de la competencia comunicativa en lengua española y sus habilidades lingüísticas básicas: escucha (y escucha comprensiva), oralidad (habla y canto), lectura (y comprensión lectora) y escritura (como producción).
1.2.2 La competencia intercultural
En el mundo actual en el que vivimos, y gracias a la tecnología, es más factible estar expuestos a interactuar con personas de diferentes culturas quienes hablan otros idiomas, en nuestro caso, en español como lengua extranjera. Así las cosas, es pertinente comprender a qué se refiere la competencia intercultural.
Esta competencia está relacionada con la actitud que se tiene hacia otras culturas, partiendo de la comprensión de su propia cultura. Byram (2009), afirma que, cuando una persona aprende un idioma extranjero no solamente se expone a desarrollar su habilidad de comunicarse, sino a la habilidad de asegurar una comprensión de esas personas que hablan otro idioma y quienes poseen una identidad cultural distinta a la propia. Así, se puede resumir que, al aprender un idioma extranjero, se debe desarrollar la competencia intercultural en la que el aprendiz es capaz de interactuar en el idioma objeto del aprendizaje con hablantes que poseen una cultura diferente. Al hacerlo se debe tener en cuenta que existen perspectivas, valores y conductas que son distintivas.
1.2.3 Más allá de las competencias comunicativa e intercultural: la búsqueda del bilingüismo
El modelo de Educación Bilingüe Intercultural, surge como una necesidad de comunicación y de expansión en el siglo XVIII en Europa y posteriormente, es implementado en los pueblos de México y Centro América en el cual las comunidades aborígenes están expuestas a un aprendizaje en dos idiomas simultáneamente. A partir de esas experiencias, este modelo se ha extendido a toda América Latina en diferentes formas según los contextos sociohistóricos y sociolingüísticos (López & Küper, 1999). En este sentido, la definición y comprensión del concepto de educación bilingüe no es algo nuevo, por el contrario, esta toma diversas formas (monolingüismo, bilingüismo, multilingüismo y biliteracidad).
En el caso específico de Colombia, el gobierno nacional y el Ministerio de Educación Nacional, han hecho propuestas como se enuncia a continuación: Programa Nacional de Bilingüismo (2004-2019); Programa para el Fortalecimiento de Lenguas Extranjeras (2010 – 2014); Ley 1651 de 2013, Ley de Bilingüismo; y en la actualidad Programa Nacional de Inglés (2015 – 2025). Para el cuatrienio 2018-2022, el Ministerio resalta “…la importancia del aprendizaje de las lenguas extranjeras radica en que son vehículos de comunicación, interacción, generación de oportunidades y desarrollo, tanto para nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes en el sistema educativo, como para sus comunidades y regiones” (1) Así mismo, “se busca garantizar que el estudiante desarrolle una competencia comunicativa y unas habilidades a nivel oral y escrito que le permitan desenvolverse en contextos de interacción comunes y sencillos” (1). Sustentado en los objetivos y metas de los proyectos de bilingüismo en Colombia, se puede afirmar que, a pesar de que estas propuestas están orientadas a la enseñanza del inglés como lengua extranjera, las metodologías propuestas y utilizadas aplican también a la enseñanza del español como lengua extranjera. De esta manera, las fiestas populares de Colombia en la enseñanza y aprendizaje del idioma español como lengua extranjera apuntan a desarrollar las habilidades comunicativas e interculturales de los aprendices del español, guiados por el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER). En esta propuesta se ha tenido en cuenta una didáctica apropiada a las necesidades de los nuevos hablantes: actividades de comprensión de lectura, de escritura, de escucha, de vocabulario, de gramática y por supuesto, actividades que promueven la competencia intercultural a través de las fiestas colombianas más representativas, así los aprendices están expuestos a aprender e interactuar en contextos propios de cada región donde se celebran estas festividades. Por lo mencionado anteriormente, es importante resaltar la importancia de enseñar una lengua a través de su cultura, así lo expresa Altamar (2015), “un buen profesor de español no solo enseña la gramática y la pronunciación, sino que es culturalmente sensible, ubica al estudiante en un contexto cultural y muestra aptitudes y actitudes de acercamiento hacia las culturas de sus estudiantes” (p. 2). Al respecto, Altamar destaca que, no se trata solamente de enseñar reglas gramaticales y vocabulario, sino de establecer una relación directa entre lo cultural y la lengua. En el caso concreto de la enseñanza del español como lengua extranjera, se busca que el aprendiz conozca la cultura de cada región por medio del lenguaje de las fiestas más representativas, mientras profundiza en su competencia comunicativa e intercultural.
Pero, más allá del desarrollo de las competencias mencionadas, la aplicación de este libro resultado de investigación en procesos de enseñanza de ELE, abre la posibilidad de una formación bilingüe de los beneficiarios, en la medida en que las unidades didácticas que constituyen el libro recurren a otras pedagogías bilingües de orden social y cultural que ponen en relevancia dinámicas conversacionales para interactuar en contextos reales de comunicación, con apoyo del lenguaje popular o corriente, el que circula en la vida cotidiana. Esto, en razón de que cuando se celebran las fiestas los individuos que aprenden ELE, entran en el lenguaje de las mismas y, como consecuencia, interiorizan la lengua que vehiculiza la comunicación genuina, portadora de significados y sentidos difícilmente logrables con un sistema de lengua académica o culta. De esta manera, la alternancia de la lengua nativa del hablante extranjero y el español que aprende se traslapan para generar manifestaciones de bilingüismo en el Nivel C del MCRE.
1.2.4 La cultura y la cultura popular
De acuerdo con González y Beltrán (1986), “la cultura es la habitación del hombre, su morada” (128); y surge cuando el hombre habita la tierra, habita el mundo, “vive en”. Por ello, el significado de cultura así definido, adquiere otro sentido orientado al hombre para hacerlo más significativo y humanizado.
De otra parte, son varios los conceptos que se han elaborado en torno al término cultura como a la definición de lo popular. Sus orientaciones hacen referencia a los elementos que lo constituyen, entre ellos están, por un lado, los ritos, los mitos, la magia, los símbolos, los imaginarios, la oralidad, las tradiciones, los chistes, los apodos, los refranes, los juegos de palabras, etc. Por otro lado, cobija manifestaciones como el humor, las ofensas, los pleitos, las ceremonias, los disfraces, las máscaras, las pantomimas, los velorios, los cantos, los carnavales (Bajtín, 1996, 17-18). Aspectos que están asociados con la identidad, el folclore, la religión, lo mítico, las artesanías y la cultura popular.
De acuerdo con Bajtín (1996, 10), la cultura popular se caracteriza por tres rasgos fundamentales: 1. Por las formas rituales del espectáculo, conformado por festejos carnavalescos, obras cómicas representadas en las plazas públicas como la despescuezada del gallo, las fiestas y las ferias, en las que se exhiben animales, reinados, cabalgatas, etc. 2. Por las obras cómicas verbales, entre ellas están las parodias, las representaciones y las imitaciones cómicas. 3. Por las diversas formas del vocabulario familiar y grosero, como los insultos, los juramentos, los lemas populares, las blasfemias y las groserías, que se expresan en el lenguaje de las ferias, las fiestas y los carnavales. Unos y otros forman parte del lenguaje popular de esas manifestaciones colectivas.
1.2.4.1 El lenguaje popular
Sin duda, la relación entre la cultura popular y el lenguaje es un problema del sentido. Su estudio se hace inicialmente desde la cultura, y cobija la identidad, la hibridación, la transculturación y el mestizaje, principalmente.
Estas categorías se dan porque la cultura popular colombiana, así como la latinoamericana, se mueven permanentemente en la búsqueda constante del significado del mestizaje. Son, en fin, los intentos de acercar al ser a través de la memoria y de un destino común, así como de apoyar el sentido de la vida del hombre.
Los rasgos que definen el lenguaje popular, sin ánimo exhaustivo, se inscriben en torno de la oralidad (Ong, 1987), las tradiciones, las ferias, las fiestas, los carnavales, la magia, los mitos, los ritos, las creencias populares; y con ellos, los procesos y categorías relacionados con el mestizaje, la hibridación, los imaginarios, el sincretismo, los simbolismos, la interculturalidad y la transculturalidad, entre otros.
1.2.4.2 Las fiestas y el carnaval: concepto y algunos aspectos
Los términos fiesta, feria, torneo y carnaval, están imbricados en sus conceptos; ambos se refieren y aluden mutuamente, como se advierte en Bajtín. Sin embargo, antropólogos culturales, folclorólogos e historiadores como Javier Ocampo López (1985), consideran que, dentro de la conceptualización genérica de las fiestas, además de las ferias, están los carnavales, asociados con el folclor, la identidad y las características geográficas y humanas de cada región de Colombia, para formar lo que se denomina “mapa folclórico”.
Las ferias, como las fiestas, son manifestaciones culturales populares que se realizan en plazas públicas, en plazas de mercado, en parques, en las calles o en alguna sede o sitio especial. En ellas se venden artesanías, comidas típicas, colaciones, objetos tradicionales, etc. En algunas de ellas se realizan espectáculos musicales, eventos ganaderos, agrícolas, industriales o económicos que llegan a abarcar un tema, asunto o propósito común. Se realizan en una fecha determinada con anticipación, que puede coincidir con una conmemoración histórica, religiosa o de otra índole, lo que a su vez le imprime un carácter relacionado con la respectiva celebración. De otra parte, su naturaleza colectiva y pública que permiten la interacción, el uso de expresiones típicas del evento y la región, gracias a la participación libre y espontánea de los asistentes y participantes, también permiten efectuar algunos los torneos específicos.
En forma general, un torneo es una manifestación cultural propia de una región, que consiste en una competencia particular, relacionada con un aspecto tradicional, religioso, de entretenimiento o de recreación. En él, los competidores se someten a unas condiciones y reglas específicas, en un lugar determinado para el evento.
En adición, y para Ocampo López (2004, 16-17) en las ferias, fiestas, regocijos y torneos los participantes se distinguen por varios rasgos característicos atados al folclor, como el vestuario, las danzas, los instrumentos musicales, las expresiones para referirse a algunas cosas, acontecimientos, comidas, personas, lugares, creencias, juegos, etc., que hacen parte del “lore” o “saber popular” de un pueblo o región determinada de Colombia.
1.2.4.2.1 El carnaval: concepto
Según Bajtín (1996), y, en suma, el carnaval es una recopilación de expresiones colectivas que representan “el mundo al revés”, que hacen un acopio de lo cómico, lo grotesco, lo alegórico, lo simbólico, el humor y la sátira. Es un acto social y cultural en el que se altera el orden establecido y se manifiesta la libertad. En él habita la palabra y el pensamiento, convertidos en una fiesta del lenguaje en todas sus categorías, como un gran acto de comunicación espontánea y libre.
1.2.4.2.2 Las manifestaciones del carnaval y las fiestas
Para comprender el carácter significativo del carnaval es necesario señalar sus características fundamentales, a saber: es un fenómeno social, su carácter es sincrético y ritual, y posee una naturaleza compleja y heterogénea con diferentes y adquiere vida en diferentes manifestaciones que tienen lugar en épocas específicas para cada pueblo.
Es un espectáculo en el cual se anulan la diferencia entre actores y espectadores, que ofrece en lo que ocurre en las fiestas y ferias en cuanto a la relación entre los participantes y el público, así como entre estos, lo simbolizado y lo dicho. Por eso, en el carnaval no se contempla ni se representa, sino que se vive la vida y el mundo al revés, como lo señala Bajtín (1996, 1986b).
1.2.4.2.3 Características principales
Sus características más destacadas son: 1. Se borran las distancias entre las personas a favor del contacto libre y familiar que profana todo tipo de jerarquías. 2. La excentricidad vuelve inoportunas las actuaciones de los hombres, pues se viola todo principio de obediencia que tenga que ver con factores de autoridad, dignidad, edad, sexo y gobierno. 3. Las disparidades carnavalescas afectan los valores, ideas, fenómenos, y cosas de modo que todo lo cerrado y acabado, se abre o comienza a ser incompleto; lo alto se confunde con lo bajo; lo noble se contagia con lo vil; lo sabio se confunde con lo estúpido. 4. La profanación, la desacralización, el sacrilegio, las parodias y sátiras, los revestimientos burlescos, los rebajamientos carnavalescos se ponen al orden del día.
Por lo anterior, son formas de carnaval: el destronamiento del rey y la coronación del bufón; la conjugación de la muerte con la vida; la relatividad festiva de todo orden o principio; el desarrollo de la ambivalencia y de la ambigüedad; la celebración de todo cambio; la instauración de los dobles y de las máscaras; la utilización de objetos al revés; las masificaciones carnavalescas; la instauración de la risa carnavalesca que blasfema e injuria lo superior para obligarlo a renovarse; la celebración del cambio de poderes y del orden universal; la contextualización de todos los acontecimientos; la parodia de todos los textos, en especial de los sagrados, la utilización de los espacios carnavalescos, como el umbral, el baño, la cocina, la plaza, los caminos, etc. Las palabras carnavalesca y festiva, manifestadas en insultos, injurias, blasfemias, cinismos, apodos, mentira, juegos de palabras, entre otros, configuran el lenguaje carnavalesco.
1.2.4.2.4 El lenguaje del carnaval, de las ferias y fiestas populares
El esteta ruso Mijail Bajtín (1995, 1986), considera que, en las diferentes manifestaciones de cultura popular, los participantes emplean un lenguaje propio de esa clase de expresiones culturales. Este lenguaje establece relaciones particulares en varias direcciones: relaciones de comunicación social, provocan interacciones verbales espontáneas, enunciados de diferente carga significativa y particulares formas gramaticales. Por tanto, considera que la esencia verdadera del lenguaje se instala en los acontecimientos sociales populares, concretizado en varios enunciados.
Por ello Bajtín (1995, 15-16), afirma que, el lenguaje carnavalesco es dinámico, activo y cambiante. Se caracteriza por la lógica original de las cosas y del “mundo al revés”, y de los cambios o permutaciones constantes de lo alto y lo bajo.
Partiendo de esta concepción, el lenguaje de los carnavales, las ferias y fiestas populares como las celebradas en Colombia, se manifiesta en diferentes formas y se instala en el centro de las situaciones vividas. En este sentido, Bajtín define, además, la plaza pública como el gran auditorio, cuya unidad concreta empleada son las diversas formas orales, expresadas en la palabra.
La conciencia del uso de la palabra produce, entonces, variedades lingüísticas que se presentan de diferentes maneras: en la forma dialógica, parodiando el lenguaje oficial; el cual se encuentra en diferentes modos privilegiados de expresiones verbales de la cultura popular, como en la narración oral tradicional o relato directo, en las improvisaciones y la bufonadas de las ferias y fiestas, en los refranes y anécdotas, en las canciones callejeras, en los ritos cósmicos de las festividades públicas, en las representaciones parodiadas, en las obras cómicas y serias. En suma, en todos los géneros enraizados en el ámbito de la cultura popular, de la risa y el humor.
Precisamente, estas formas se forjan por las fuerzas unificadoras del lenguaje de los carnavales, las fiestas y ferias que se apoyan en el pasado y en lo vernáculo; mientras que los géneros de la cultura cómica popular están anclados a la actualidad, al presente y a lo cotidiano. Sus orígenes, según el mismo autor (1995), se forjaron en la cultura popular a partir de los estudios de la Edad Media y el Renacimiento. Dicha búsqueda hay que encontrarla en la tradición cómica y el folklore de las sociedades primitivas, que tienen como elemento fundamental la identidad del hombre consigo mismo. Esas instancias del folklore están unidas a las transformaciones del hombre, que se extienden a todos los espacios de la creación y de la cultura.
Lo anterior, se evidencia en varias de las ferias y fiestas colombianas como en el Carnaval de Barranquilla, el Festival de Blancos y Negros, (Pasto), el Festival de la Leyenda Vallenata (Valledupar), el Festival Internacional del Bambuco (Neiva), el Festival Internacional del Café (Manizales), el Torneo Internacional del Joropo (Villavicencio), la Feria de las Flores (Medellín) y la Feria de Cali Estas, son algunas de las manifestaciones populares en las que se escenifican muchos de los rasgos anteriormente explicados y en las que la palabra -de diferente índole y nivel- se presenta indistintamente y es capaz de adquirir diversas connotaciones de acuerdo con sus particularidades y la clase social.
1.3 El sentido de las fiestas en la cultura colombiana: implicaciones para quienes hacen inmersión en ella
Las fiestas en Colombia son un fenómeno de características culturales, sociales, lúdicas, políticas, económicas y religiosas. Colombia es una fiesta y se le conoce como uno de los países más alegres del globo. Según González (2007), este país celebra más de cuatro mil fiestas, lo que significa que en ellas circula una cantidad significativa de la vida de las comunidades que las celebran y de la nación misma, porque, sin duda, conforman parte del tejido social. Por esto, la fiesta se percibe como objeto de reflexión en la presente indagación, y ofrece un apoyo epistemológico para la enseñanza y el aprendizaje del español como lengua extranjera.
En su viaje y estadía en Colombia, el extranjero se encuentra con un conjunto diverso y cambiante –un caleidoscopio– de aspectos que la caracterizan: su geografía e historia, su cultura, su gastronomía, su música, sus lugares de turismo, su variedad étnica, su riqueza de fauna y flora y muchas, pero muchas fiestas. El adjetivo que puede abrazar a los anteriores factores es diversidad. Esta policromía y polifonía de la cultura y naturaleza colombianas es particularmente atractiva para propios y foráneos.
De manera que vivir a y en Colombia, implica estar ligado, de alguna manera, con las celebraciones festivas: familiares, institucionales o sociales; locales, regionales o nacionales.
Es por eso, que, como consecuencia, la sociabilidad, propia de la gran cultura latinoamericana –y, específicamente, colombiana– que conlleva la amistad, la alegría, la confianza, la colaboración, el apoyo, la relajación y el compartir, hacen que el extranjero pueda adentrarse en la dinámica de la comunidad en la que se inserta, con particular flexibilidad, lo que le puede dar garantía de un aprendizaje de la lengua más eficaz y ligado a la realidad contextual. Caso contrario, sucede con la inmersión de latinos en culturas en las que, para entrar en contacto y comunicación, se requieren tiempos y cumplimiento de exigencias sociales y culturales. Con esto, se está afirmando que el trato y la aproximación social dentro de la cultura colombiana son más abiertos y flexibles que en otras, por lo que se dan implicaciones favorables para quienes quieren aprender el español tanto en Colombia como en América Latina. Estos asertos están basados en la aplicación de la técnica de observación y en las experiencias personales de algunos integrantes del Grupo de Investigación ELEX. En consecuencia, siendo la fiesta un escenario para el encuentro social, ella misma se constituye como un ambiente natural para el aprendizaje de la lengua, puesto que en su acontecer transitan no solo el lenguaje y la lengua, sino valores (personales y colectivos), hechos (como la música y el baile), objetos de variada naturaleza (como regalos, gastronomía y vestuario). Es decir, toda una ética y una estética de la comunicación.
Esto último, pone al aprendizaje de ELE en el campo de la función semiótica del lenguaje y de la lengua, cuya multimodalidad (Kress, 2010), hace que su aprendizaje suceda desde todos los sentidos. Además de que, semióticamente hablando, el aprendiente extranjero de ELE, al estar inmerso en la cultura, a su vez, está aprehendiendo todos los sistemas simbólicos que la constituyen, lo que le da la ventaja de conectarse con toda la trama y la urdimbre de significados, esto es la cultura misma, en términos de Geertz (2003).
1.4 Las fiestas colombianas como pretexto para la enseñanza y el aprendizaje de ELE
Como corolario de lo dicho en el acápite anterior, y en aplicación a la presente investigación, el lenguaje de las fiestas colombianas subsume la cultura regional de las mismas; por eso, una de las preguntas que se hace González P. (2007), en su estudio sobre las fiestas en Colombia es la siguiente: “¿Qué lenguaje se utiliza?” en determinada fiesta. Este interrogante es particularmente pertinente a esta investigación. Así, para el caso que ocupa, el equipo ELEX, previó un conjunto de fiestas que abarcara buena parte de la variedad dialectal colombiana. Por eso, las ocho fiestas que conforman la propuesta didáctica se ubican en regiones y dialectos correspondientes pero diferentes unos de otros: costeño caribe barranquillero, costeño caribe valduparense, llanero, opita, pastuso, costeño pacífico caleño, paisa antioqueño y paisa manizaleño. Esta variedad y diversidad lingüística y fonética es indefectiblemente una apuesta para el aprendizaje circunstancial de ELE porque en el nivel de la palabra y de los enunciados complejos, ubicados en los contextos en los que adquieren los significados y los sentidos con los que el aprendiente construye la nueva realidad, esa que le posibilita el sistema semiótico de la cultura que habla la lengua, está la cultura social. De hecho, se afirma que aprender una lengua es aprender una cultura; por lo tanto, la fiesta, como hecho cultural, es un contexto provechoso para el aprendizaje de cualquier lengua, visto que hace posible el desarrollo de competencias fundamentales como la comunicativa, la intercultural y sociolingüística.