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2.5.2.1 Corrosión galvánica

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En las instalaciones de distribución de agua potable se utilizan diferentes materiales como son tuberías de acero galvanizadas, tuberías de cobre, válvulas de latón o de bronce, accesorios y componentes de acero inoxidable y de zamak (aleación de cinc y aluminio).

Cuando un electrolito (agua, humedad, etc.) y dos materiales metálicos están en contacto (celda galvánica), la corrosión aumenta en el material menos noble (el ánodo) y disminuye en el más noble (el cátodo). Este aumento en la corrosión se denomina corrosión galvánica. La tendencia de un metal o de una aleación a corroerse en una celda galvánica viene determinada por su posición en la serie galvánica. La serie galvánica indica la nobleza relativa de los distintos metales y aleaciones en un entorno determinado (por ejemplo, agua de mar). Cuanto más lejos se encuentre un metal en la serie galvánica, mayores serán los efectos de la corrosión galvánica. Los metales o las aleaciones del extremo inferior son nobles, mientras que los del extremo superior son menos nobles.

Figura 2.6 Ejemplo de corrosión galvánica por uso de diferentes metales


No debe confundirse la serie galvánica con la electroquímica. En la primera, no se indican voltajes por tratarse de una ordenación comparativa de actividades de metales y aleaciones en un determinado medio, permitiendo predecir cuáles de ellos tendrán una actuación anó- dica y por tanto sufrirá corrosión, mientras que la serie electroquímica o de potenciales de electrodo hacen referencia solo a metales puros con actividades unidad de sus iones a 25°C teniendo una utilidad limitada.

Adviértase que algunos metales de la serle galvánica ocupan dos posiciones diferentes en la tabla 2.1. El estado pasivo representa un estado de no equilibrio, en el que el metal, debido a películas superficiales, ha dejado de estar en equilibrio normal con sus iones y ha adquirido una resistencia mayor a la corrosión, la que puede perderse si cambian algunas condiciones del medio y el metal se vuelve activo.

Los principios de la corrosión galvánica se utilizan en la protección catódica como medio para reducir o evitar la corrosión de una superficie metálica utilizando ánodos de sacrificio (cinc o aluminio) o corrientes impresas.

La corrosión galvánica en las instalaciones de fontanería suele ocurrir en uniones de tubos de hierro, o de acero galvanizado, con tubos de cobre, incluso aunque se introduzcan manguitos aislantes de plástico. Cuando esto ocurre, el metal más activo (menos noble) se corroe de forma muy rápida. Utilizando metales distintos en una misma instalación, siempre debe instalarse el menos noble antes que el más noble. Así, si por ejemplo utilizamos acero galvanizado y cobre, siempre deberemos instalar el acero galvanizado antes que el cobre y nunca al revés, ya que entonces las partículas de cobre que pueden desprenderse irían a parar a la superficie del acero galvanizado iniciado un fenómeno de corrosión galvánica, si se encuentran inmersos en un electrolito o medio húmedo.

Suministro, Distribución y Evacuación Interior de Agua Sanitaria

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