Читать книгу Más que sonidos - Alejandro Vainer - Страница 8
ОглавлениеAgradecimientos
Tengo una serie de gratitudes para los que ayudaron a que este libro fuera posible. Va el reconocimiento:
A quienes se tomaron el trabajo de leer la versión inicial del libro y brindaron aportes que lo enriquecieron: Enrique Carpintero, César Hazaki, Edgardo García, Luciano Nicolás García, Laura Ormando, Tomás Pal, Diego Vainer y Florencia Macchioli.
Al equipo de Topía, una usina de pensamiento crítico. Topía es una caja de resonancia que potencia las melodías de cada uno y permite desarrollarlas. En cada encuentro, los aportes, las críticas, las sugerencias y estímulos nos permiten avanzar. Muchos de los textos incluidos en este libro tuvieron su primera versión en la Revista Topía, y las discusiones contribuyeron a que tuvieran su forma final. Poder estar en este equipo, que promueve apasionadamente la producción, es uno de los privilegios de la vida. A cada uno de ellos: Carlos Barzani, Alfredo Caeiro, Héctor Freire, Alicia Lipovetzky, Susana Ragatke y Susana Toporosi.
A Enrique Carpintero y César Hazaki, con quienes compartimos la pasión de ser editores de Topía. A Enrique por tantas cosas condensadas en la dedicatoria del libro. A César, por invitarme a participar como el pianista de su obra de teatro El blues del psicoanalista, que hicimos el segundo semestre del 2011 en el Cavern Club del Paseo La Plaza de la ciudad de Buenos Aires. Con su empujón, volví a la música. Me estimuló para que avanzara en distintos frentes, tanto en tocar como en escribir sobre todo esto.
A Mariana Battaglia, por el cuidado diseño de tapa y del libro. A Andrés Carpintero, por sus ideas para facilitar la experiencia musical del libro en internet.
A Julia Vallejo por el cuadro que me regaló para un cumpleaños hace un par de años. Ni bien lo vi supe que sería la tapa de este libro.
A Aníbal Rodolico, por las fotografías.
A Guillermo Romero, mi maestro de piano, por lo que me transmitió sobre la improvisación y por nuestros ricos diálogos.
A Mario Hernández, por invitarme para ser columnista musical de su programa “Fe de Erratas” de FM La Boca desde 2012. A mi compañero del programa Matías Eskenazy. Cada miércoles ese espacio me permitió pensar algunas de las cuestiones que sin saberlo llegaron al libro.
A varias personas les agradezco por compartir encuentros musicales, improvisaciones, libros, recitales, charlas y datos que fueron aportando de distinto modo: Hernán Bronstein, Pablo Cabrera, Javier Sánchez, Rafael Fernández Durán, Juan Duarte, Mauro Lassos y Mariana Casullo.
A David Liberman, quien a mis 18 años me recomendó que nunca dejara la música aunque me convirtiera en psicoanalista.
A mi hermano Diego, con quien descubrimos la música desde muy chicos adentrándonos en el piano y otras latitudes musicales. Mucho de lo que significa la música para mí al día de hoy se lo debo a las experiencias que compartimos. A nuestros padres, Naum Vainer y Sofía Bekman, por lo que propiciaron.
A mi compañera Florencia Macchioli, que alentó la gestación de este libro; y con quien amorosamente construimos un camino conjunto que a la vez es propio. A nuestros hijos Gastón y León, porque hicieron que redescubriera la música mientras ellos se internaban por primera vez en ella.