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En tu casa vive un pequeño doctor
Оглавление¿Cuál es la misión de El pequeño doctor en tu casa? Simplemente, cumplir una sencilla, pero importante función: darte a conocer los posibles remedios que pueden encontrarse en tu casa y alrededores. Acude a los consejos que puede proporcionarte El pequeño doctor con lo que está a tu alcance y comprueba si es suficiente para ayudarte cuando surja de repente un problema de salud o cuando una dolencia persistente no llegue a desaparecer.
No sé si vives en una hermosa aldea o en una pequeña ciudad. Ignoro si debes contentarte con vivir en medio de una gran urbe o si has elegido la soledad de la naturaleza y habitas en una casa de campo alejada de cualquier aldea, pueblo o ciudad. Quizás te hayas establecido en un país lejano donde las medidas de las distancias son distintas. Tal vez tienes una granja y tu hogar se halla aislado y distante de tus vecinos. Si eres un guardia forestal, seguramente vivirás en una casa solitaria en el bosque o, si eres montañero, probablemente habitarás en un refugio de montaña expuesto a la intemperie.
Seas quien seas, y donde quiera que te encuentres, no quedarás desvalido si en los momentos de apuro dejas que te aconseje El pequeño doctor, hasta que pueda acudir el «gran doctor» con ayuda adicional. Muchas veces esa primera ayuda en momentos de emergencia será suficiente, pues si acudimos al remedio adecuado, aun en casos agudos, a menudo podremos obtener resultados buenos y duraderos.
Quizá tu familia y tú os sintáis bien de salud y creáis que ningún mal pueda sobreveniros. Ciertamente, muchas veces es así y uno puede dedicarse al día a día de su profesión y a sus diversas obligaciones sin que molestia alguna interrumpa el ritmo normal de vida; hasta que, de repente, un pequeño descuido, un contratiempo, un accidente, la irrupción de una epidemia o un resfriado pueden perturbar tu vida cotidiana. En esos momentos será una alegría para ti conseguir la ayuda que necesitas.
¿Quién podrá ofrecerte entonces una ayuda segura, rápida y eficaz? Según donde estés viviendo y el modo como te hayas instalado, tu botiquín será voluminoso o reducido; puede extenderse de la cocina a la despensa y, de esta, al sótano. Incluso en el desván es posible que conserves tal o cual cosa que te pueda ser útil. Si posees un jardín, encontrarás también en él muchas cosas útiles y, si vives en una zona rural, el campo, el bosque y la campiña te podrán ofrecer una ayuda todavía mejor. En cambio, quienes vivan en la ciudad, al encontrarse en una situación menos favorable, deberán mantener los ojos bien abiertos durante sus paseos campestres para poder obtener algún remedio que les pueda ser de utilidad en algún momento.
Si de lo que dispones en tu hogar no es suficiente, existen innumerables plantas medicinales que puedan ayudarte ante afecciones leves o proporcionarte un buen remedio preventivo. Los inagotables remedios que se ocultan en bosques, campos, prados o en las riberas de los ríos pueden ayudarte con tal prontitud que El pequeño doctor podría convertirse en un gran doctor si pudiera disponer de todos los tesoros y consejos prácticos que se encuentran, en abundancia, en el jardín de la naturaleza.
Ante todo, te muestra qué farmacia tan particular puedes encontrar entre las provisiones de tu hogar. Vas a sorprenderte cuando veas que más de un simple alimento puede convertirse en un remedio eficaz en el momento oportuno. Harina, azúcar, agua, aceite, sal, huevos, requesón, patatas, zanahorias, coles, rábanos, cebollas, ajos, rábanos picantes, perejil, ortigas, acedera, ceniza de madera y otras cosas más pueden formar parte de tu botiquín casero.
Acepta, pues, gustosamente a El pequeño doctor, pues te va a revelar los múltiples secretos que se hallan disponibles en tu casa y que van a ayudarte si los utilizas correctamente.
Puede ser que muchas aplicaciones y consejos te parezcan algo confusos y variopintos al principio, pero dejarán de serlo tan pronto como tengas que buscar una solución ante algún caso concreto. Para que puedas orientarte mejor y encontrar de forma rápida aquello que necesitas, deberás consultar el índice alfabético, al final del libro.
A continuación, un pequeño anticipo te va a animar a considerar a El pequeño doctor como un valioso consejero.