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Es un gran placer para mí, en calidad de fundador de la Terapia Akáshica presentarle a Alicia Teté, autora del presente libro: SANACIÓN COSMOTELÚRICA.

Debo contar un poco de nuestra historia, la de ambos, para que comprendan el alcance de este libro.

Alicia ejercitó como profesora de Biología en Argentina y siempre se interesó por los fenómenos energéticos. Estudio en Brasil “Frecuencias de Brillo” y pudo verificar cuanto el hombre puede alejarse de su propio bienestar energético y acercarse a la enfermedad biológica luego de transitar por desórdenes psicosomáticos.

Antes de cursar la Terapia Akáshica en forma personal conmigo, ya tenía una visión del hombre como reflejo del cosmos, no desde la astrología (cuya existencia puede justificarse por la influencia de las energías del espacio y de la tierra sobre el líquido amniótico a lo largo del embarazo), sino desde la biología.

Había examinado los efectos de la luna sobre las mareas, sabía que la composición sanguínea es muy próxima al agua de mar, conocía este paralelismo entre el inconsciente individual, el colectivo y el océano, sospechando que el agua del cuerpo humana funcionaba como un eco de estas energías... pero le faltaban dos herramientas para llegar a esta obra que admiro: LA SANACIÓN COSMOTELÚRICA.

La primera: adquirir un gran conocimiento del ser bioenergético y del análisis de todos los impactos que recibe el hombre; lo alcanzo gracias a la Terapia Akáshica, (la cual ahora se enseña con plataforma on-line). Pero la herramienta más valiosa que debía utilizar para concretarla en un primer tiempo chocó levemente con su idiosincrasia científica. Como todo científico tenía la costumbre de reducir las multidimensiones del cosmos a las tres del mundo accesible a nuestros cinco sentidos. Tuvo que admitir muchos conceptos nuevos: que el hombre no tiene solo uno sino 18 cuerpos, no tiene 5 sentidos sino 60... y que un hombre despierto vive en 22 dimensiones y no solo en 3.

Esta revolución mental le permitió aceptar la segunda herramienta: el uso de las máquinas de visión multidimensional que fabricamos (característica sine qua non de un Terapeuta Akáshico).

Gracias a ellas, Alicia pudo admitir que el hombre es capaz de expandir su conciencia más allá de su cuerpo físico y agrandarla hasta percibir las dimensiones de nuestra verdadera realidad. Dotada de estas máquinas que funcionan a la vez como microscopio, telescopio y periscopio pudo indagar en la memoria central del universo -los registros akáshicos- y descubrir estas técnicas que testee personalmente y cuya eficiencia ratifico con todo el peso de creador de la Terapia Akáshica.

Al ver sus resultados la convencí de regresar al ruedo de la enseñanza y le confié la responsabilidad del post grado on-line de nuestra formación en la sección que tiene el mismo título que este libro. Pero que el lector no se sorprenda. El post grado es audiovisual, reservado a gente que ya cursaron los 4 niveles de esta terapia, mientras el presente libro ha sido creado para el mayor público, sin otra preparación necesaria que amar la meditación y tener un poco de disciplina.

Todo lector dedicando unos minutos por día podrá practicar estas técnicas y se felicitará de haber encontrado este libro, quizás convenza a su familia y amigos de practicarlas en su compañía.

Que se tranquilice: todo lo que enseña la Terapia Akáshica es AUTOPROTEGIDO, es decir que los recursos que difundimos, son capaces “por sí mismo” de evaluar el grado de interés para el campo bioenergético de un practicante y se dosifican en forma automática. En tres décadas de enseñanza y centenas de miles de alumnos, pacientes y simpatizantes hemos podido fundamentar esta afirmación.

Sin embargo, debo darles un consejo final antes de dejarlos con este libro y su sabia enseñanza.

Lo que llamamos “autoayuda bioenergética” necesita de una práctica verdadera del lector. Si ambiciona recibir sus beneficios leyéndolo tal como piensa que ocurre con los libros comunes de autoayuda que solo le sugieren algunos mandatos... DEBE CERRAR ESTE LIBRO y buscar otros autores que Alicia o yo. Caso contrario... lean, practiquen, disfruten... verán cuán grande será la recompensa.

Este libro contiene un tesoro... solo falta hacer el esfuerzo de levantar la tapa, ya le dimos la llave y mostrado donde está la cerradura del cofre.

ERIC BARONE