Читать книгу Estaciones. Ciclos del alma - Ana Teresa Tatis Méndez - Страница 24

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Esperanza

Y ese vacío de zozobra que de nuevo se apodera de su corazón.

En esa noche calurosa sin tener alguien para recibir tanto calor.

Sola en su lecho, esperando su amante benefactor.

Pasaban las horas y su esperanza crecía,

aunque su racionalidad se rehusara a tal fechoría.

Su esperanza cada vez era más enaltecida.

Y creció, y creció. hora tras hora, día tras día.

Creció tanto aquella esperanza,

que rebosó todas las expectativas.

Un día, sin previo aviso, esperanza enfureció.

Tomó sus pensamientos, sus anhelos y sus deseos,

los empacó en un bolso hecho de futuro y rápidamente huyó de aquella imaginería.

En su nuevo camino, esperanza encontró pedacitos de sudor, de dolor, de amor y de lejanía.

Los guardó en su bolso de futuro,

cubiertos con hojas de tiempos de colores.

Camuflando los dolores, y olvidando sinsabores.

¡A soñar esperanza con tu bolso de futuro!

¡Empieza a construir tus sueños de colores!

Y vuela donde los dolores sean perfectos actores,

asegurando que aquel acto, sea siempre realizado sobre tablones finamente fabricados,

con sincero olvido cimentado.

Estaciones. Ciclos del alma

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