Читать книгу El masaje en la rehabilitación de traumatismos y enfermedades - Anatolik Andreewicz Biriukov - Страница 6

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CAPÍTULO 1

DESDE LA PROFUNDIDAD DE LOS SIGLOS

Sólo se puede imaginar como ocurrió esto por primera vez...

Hace mucho, mucho tiempo el hombre primitivo recibió un golpe: se cayó persiguiendo a su presa, y rozó instintivamente el lugar dolorido. Al notar que el dolor se calmaba empezó a aplicar está “técnica” conscientemente sobre sí mismo y luego sobre sus compañeros. Las experiencias se transmitían de una generación a otra...

Los historiadores de la medicina conocen a ciencia cierta que algunas de las técnicas del masaje curativo se aplicaban hace más de 25 siglos antes de J.C. Los más antiguos testimonios escritos llegaron hasta nosotros desde el Oriente. Por ejemplo, el antiguo manuscrito chino Ney Tsin (“Libro del hombre interior”, siglo IX antes de J.C.) habla de enfermedades que se curaban no solamente con medicamentos, sino también mediante el masaje. “Si tras sufrir un susto –dice este manuscrito–, los nervios y vasos sanguíneos del cuerpo humano sufren una obliteración, el cuerpo del hombre se entumecerá, pero con ayuda de masaje, es posible curarlo.” También se describen las principales técnicas de masaje.

Desde China, el masaje penetró poco a poco en Corea, Vietnam, Japón, Indochina. Durante la época de la dinastía Han (206 a. J.C. – 220 d. J.C.) se divulgaron en el Pamir, Asia Central y Oriente Medio, y los conocieron los pueblos sitos en la orilla oriental del Mediterráneo.

En China existían muchas escuelas distintas donde se preparaba a los masajistas; la más conocida estaba situada en Kanfan. En este país era recomendado como tratamiento para muchas enfermedades y a los mayores se les aconsejaban sus técnicas para prolongar la vida activa e incluso, para recuperar la juventud.

No menos conocida era la escuela en Beytszin (Pequín). Ésta tenía mucha popularidad entre la gente simple y los ricos. Una de las protectoras de esta escuela era la Emperatriz Tsisi, que diariamente gozaba de los placeres del masaje por los mejores maestros de la escuela.

La escuela de Beytszin ha mantenido sus tradiciones hasta ahora. En estos momentos se preparan en ella los especialistas no solamente de masaje, sino también de acupuntura. El masaje se aplica en China tanto con fines higiénicos, como terapéuticos para mantener el tono vital. A menudo, el masaje manual se combina con el masaje efectuado con ayuda de diferentes instrumentos: palitos especiales, etc.

Durante la Universiada estudiantil en México, en 1979, tuve ocasión de conocer al masajista chino Chzhao. Llamó mi atención que ejecutaba el masaje con ayuda de unos objetos raros, desconocidos para mí. A la pregunta sobre qué estaba haciendo, respondió: “Estoy calentando los músculos para que el deportista no sufra un traumatismo de los grandes músculos de la espalda”. Contó que estos instrumentos se conocían en China desde la época de Shan (siglos XVI–XI, a J.C.). En aquellos tiempos, en la tumba de un señor se ponían además de los objetos elaborados en nefrita y bronce, los utilizados para el masaje.

En China, en el siglo VI de nuestra era, por primera vez en el mundo fue creado el Instituto Estatal de Medicina, en el que una de las asignaturas obligatorias era el masaje.

En la antigua India también se concedía mucha importancia al masaje. La fuente principal de los conocimientos de las tradiciones del antiguo masaje hindú son los libros Veda (“Conocimiento de la vida”), escritos más de mil quinientos años a. J.C. Los comentarios sobre las técnicas de masaje, como el amasamiento (presión) y la fricción, al igual que los consejos de su aplicación están expuestos en los trabajos del médico hindú Suahruta (siglos VI-V a J.C.).

Como método de curación el masaje se utilizaba (y se usa aún actualmente) en Corea, Japón, Asia...

El masaje era bien conocido en los antiguos estados del norte de África y en especial en Egipto (fig. 1). Esta civilización antigua tuvo un gran influjo cultural, incluido el de la medicina, en muchos pueblos. El uso de los baños egipcios, los aceites y las fricciones fue ampliamente imitado por los griegos, que dedicaban mucha atención a la salud física y a la belleza del cuerpo humano. En muchas jarras griegas y otros objetos de uso cotidiano se han conservado representaciones artísticas que explican los ejercicios físicos, los modos del cuidado del cuerpo, e incluso las fricciones y el masaje.

Uno de los primeros divulgadores del masaje con fines terapéuticos y curativos en Grecia fue Heradixos (484-425 años a J.C.), que trató de explicar la influencia fisiológica del masaje en el organismo. Todavía más significativos para el desarrollo de la teoría del masaje fueron las obras del gran médico de la Antigua Grecia, Hipócrates (aprox. 460-370 años a. J.C.). Hipócrates, partidario convencido de los métodos naturales de curación, decía: “La naturaleza cura las enfermedades. La naturaleza es el dueño y el médico es su gerente”. Él utilizaba el masaje en diferentes accidentes. Respecto al seguimiento en el tratamiento de la luxación del hombro, Hipócrates escribió: “Un médico debe ser experto en muchas cosas y, no menos, en el masaje, porque el masaje puede unir una articulación demasiado relajada y ablandar una articulación excesivamente tensa”.


Figura 1. Egipto. el masaje de los pies y las manos.

En el ejército, en la vida cotidiana, en el sistema de la educación física de la Antigua Grecia, el masaje y su nueva forma, automasaje, se aplicaban amplia y conscientemente.

Mucha importancia se concedía a la educación física y al masaje en el Imperio Romano. El historiador romano Cucio escribió: “Mientras los padres se encargaban de la formación espiritual de sus hijos, en los gimnasios se procuraba el desarrollo corporal porque, desde el punto de vista del interés social, el principal objetivo del Estado era una buena educación física para lograr una nueva generación compuesta por jóvenes fuertes, hermosos, valientes y ágiles”.

Tras sus conquistas, el Imperio Romano reunió en un estado centralizado a muchos países: desde la Península Ibérica en el oeste hasta las fronteras de Armenia y Persia en el este; desde Bretaña en el norte, hasta Egipto en el sur. Y en todos los lugares, Roma se apropiaba de los elementos de la cultura, ciencia y medicina, incluido el masaje. Los médicos de Roma, recogiendo y generalizando todo lo mejor que existía en las tradiciones china, india, egipcia y griega, contribuyeron activamente al posterior desarrollo de la teoría y práctica del masaje como método curativo y como medio de profilaxis.

El que más contribuyó a este desarrollo fue Asclepíades, un eminente médico romano (128-56 a. J.C.), nacido en Grecia. Asclepíades dividía el masaje en enérgico y flojo, seco y con uso de aceites, breve y de duración considerable. Cada uno tenía su aplicación.

La relación más detallada de las técnicas de masaje pertenece al médico romano C. Galeno (131-211). Él determinó nueve técnicas de masaje y aconsejó iniciarlo con suaves fricciones, aumentando gradualmente su acción y finalizar con técnicas ligeras. El método de la fricción, según Galeno, era el siguiente: “Después de quitar la ropa al enfermo, su cuerpo se frota con el paño, luego, con aceite. Cuando la piel se ponga ligeramente roja como consecuencia del suave roce, comienza la fricción sólo con la mano más fuerte, pero no demasiado enérgica, ni demasiado floja, solamente para conducir el cuerpo hasta la relajación o el agotamiento; los jóvenes fuertes pueden soportar una fricción más dura. La fricción se realiza en diferentes direcciones: de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, transversa...”

La ideología religiosa, con su idea de mortificación de la carne pecadora en la Edad Media, no contribuyó al desarrollo de la medicina y del masaje en los países de Europa. El cuidado del cuerpo se consideraba una manifestación de paganismo. En cambio, en el Oriente seguían aplicando el masaje como un medio popular de saneamiento y curativo.

A finales del siglo X y principios del XI, en el Asia Central e Irán vivía y creaba uno de los mejores científicos, el enciclopedista y brillante médico Ibn Sina (Avicena). En el año 1020 Ibn Sina finalizó una obra clásica Canon de la ciencia médica (en cinco partes) que le aportó su fama mundial. En el Canon, además de diversos conocimientos sobre anatomía y fisiología, entre un gran número de técnicas y métodos creativos se dan amplias recomendaciones del uso del masaje con fines curativos, profilácticos y de saneamiento (fig. 2).

Ibn Sina proporciona indicaciones del uso de masaje que no han perdido su valor hasta ahora: “El masaje puede ser variado: el fuerte, que refuerza el cuerpo; el débil, cuyo resultado es el relajamiento del cuerpo; el prolongado, que adelgaza al hombre, y el moderado, que hace prosperar el cuerpo”. Ibn Sina distinguía también el masaje preparatorio, realizado antes de efectuar ejercicios físicos; el de recuperación o tranquilizante, después de los ejercicios físicos (tal como decimos ahora, para la reabsorción del ácido láctico en los músculos), para quitar el cansancio.


Figura 2. El masaje en la región lumbar (del Canon de Auicena).

Las tribus eslavas de la antigua Rusia utilizaban los baños de vapor con masaje a base de golpes de ramas de abedul por todo el cuerpo, que aumentaba notablemente el tono del mismo. Esta antigua costumbre eslava de masaje corporal con la ayuda de ramas de abedul se ha conservado hasta ahora no sólo entre la población de nuestro país, sino también en Polonia, Checoslovaquia, Bulgaria y otros países (fig. 3).


Figura 3. El masaje con ramas de abedul.

En la antigua Rusia utilizaban eficazmente el masaje sobre articulaciones y músculos para el tratamiento de dolores reumáticos y traumáticos, aplicando además aceites, grasas, y pomadas especiales preparadas con hierbas, hojas y raíces de diferentes plantas.

Se publicaron los trabajos científicos Sobre la estructura del cuerpo humano del conocido anatomista belga A. Vesalio (1543). El médico inglés V. Harvey edita en 1628 una notable obra Sobre el movimiento del corazón y la sangre de los animales. El cirujano francés A. Paré fue el primero en iniciar la amplia aplicación del masaje en cirugía. El excelente médico Fulliar, en el año 1750, trata de explicar la acción del masaje sobre el organismo mediante los procesos fisiológicos en el organismo del hombre.

En el siglo XVIII, Hofman y André iniciaron el uso del masaje en cirugía y ortopedia. Hofman aconsejaba también masajear todo el cuerpo, en especial para los que llevan un modo de vida sedentario.

El conocido médico francés C.J. Tissot describió detalladamente el método de las fricciones y destacó su importancia para el organismo humano. “La fricción es un medio médico –escribía– que no podemos depreciar. Si cada mañana, estirados en la cama sobre la espalda y elevando un poco las piernas dobladas por las rodillas, nos frotamos el estómago y el vientre con un trozo de franela, provocamos con ello un incremento de los movimientos peristálticos intestinales de la cavidad abdominal... Si se frota todo el cuerpo, se facilita la sudoración y la circulación sanguínea. Los antiguos, que conocían todas las propiedades positivas de las fricciones, no sólo las utilizaban como un medio curativo importante, sino que éste era su modo cotidiano para mantener la salud”.

Pero, a pesar de todo, hasta el siglo pasado entre los médicos europeos no se notó un interés hacia el masaje similar al que reinaba en la Antigua Grecia y el Imperio Romano.

Un importante papel en el desarrollo del masaje terapéutico y de saneamiento lo desempeña P.G. Ling (1776-1839), fundador del sistema sueco de masaje. En el año 1813, en Estocolmo, fue fundado el Instituto Real de gimnasia y masaje.

En el año 1853, el médico francés Bonne comenzó a utilizar el masaje sobre las articulaciones como medio independiente de curación y logró sorprendentes resultados. Pronto muchos otros médicos propagaron el masaje como medio curativo.

Utilizando investigaciones científicas realizadas anteriormente y la propia experiencia de médico, el cirujano holandés I.G. Mecger (1839-1901) sorprendió a toda la medicina científica con los resultados obtenidos utilizando el masaje en su clínica y se convirtió en uno de los más famosos médicos de Europa. Su tesis doctoral El tratamiento con masaje de las luxaciones del pie se publicó en el año 1868.

Sus discípulos, alumnos de I.G. Mecger (Bergman, Galledy, Nostrem, Reybmaer y otros), siguieron sus teorías y las divulgaron por toda Europa.

Después de los éxitos clínicos de Mecger aumentó el interés hacia el masaje entre las autoridades de la medicina, en particular, Eylenburg, Esmarh, Lngenbek, Sharco, Goff, Trusso.

En 1876, el alumno de Mecger, F. Fozengeyl publicó los primeros experimentos con conejos que consistían en estudiar la influencia del masaje sobre el sistema linfático. En 1877, el mismo experimento fue repetido por Lassar.

Los cambios de la presión arterial y la frecuencia cardíaca durante el masaje los estudió en 1888, Kleen y en 1885, Bekhterev y Chigaev, y un poco más tarde, en 1905, Egren.

La influencia del masaje sobre la actividad muscular la estudió en 1982 Mazhzhiori.

En Rusia el desarrollo del masaje llega a su auge en los años 70 del siglo XIX, cuando sus técnicas habían sido reunidas en un sistema determinado. El masaje comenzó a utilizarse ampliamente en las clínicas (en terapia, cirugía). M.Ya. Mudrov, S.G. Zabelin, N.F. Filatov y otros científicos rusos escribían mucho sobre el significado profiláctico del masaje y la gimnasia. Gran mérito en la elaboración de la metodología del masaje pertenece a I.B. Zabludovsky, que prescribía el masaje tanto a los enfermos (con fines curativos), como a la gente sana, para el fortalecimiento general y las profilaxis de enfermedades.

A la divulgación del masaje terapéutico en Rusia y los estudios científicos al respecto contribuyeron los conocidos médicos y científicos–terapeutas rusos: S.P Botkin (1832–1889), V.A. Manessiyn (1841–1901), G.A. Zajarin (1829–1897), A.A. Ostroumov (1844–1908), cirujano N.A. Viliaminov (1855–1920), ginecólogos V.F. Snegirev (1847–1916), D.O. Ott (1855–1929), I.V. Zabludovsky (1882–1913), V. Shange (1889) y muchos otros.

Las primeras tesis del masaje fueron aprobadas, en el año 1881, por K.N. Shulch; en 1882, I.V. Zabludovsky publica Materiales sobre la acción del masaje en la gente sana; en 1886, I.Z. Gopadze publica Influencia del masaje sobre el metabolismo del nitrógeno y la asimilación de las partículas nitrosas de la comida; en 1887 I. Stobrovsky da a conocer Influencia del masaje sobre la cuantía de las secreciones cutáneo-pulmonares; en 1898, B.I. Kiyanovsky publica Asimilación del nitrógeno y las grasas de los alimentos bajo la acción del masaje y en 1889 N.I. Gurievich publica Sobre la aplicación del masaje en las fracturas subcutáneas.

Los científicos soviéticos (A.E. Sherbak, A.F. Verbov, I.M Sarcozov-Serazini, V.K. Kramarenco, V.E. Vasileva, N.A. Belaya) introdujeron muchas novedades en la teoría y práctica del masaje, y en su uso en las instituciones clínicas y deportivas. En 1923, en el Instituto Estatal de Educación Física fue creada la cátedra de Control médico, Fisioterapia y Masaje y, desde 1924, el masaje se convirtió en asignatura obligatoria para todos los estudiantes de dicho Instituto.

En estos momentos, el masaje se aplica ampliamente como un medio curativo (en clínicas, sanatorios, ambulatorios) y como medio de recuperación y aumento de la capacidad de trabajo después de sufrir cargas (en el sistema de educación física y deporte; asimismo, en el régimen laboral en muchas empresas e instituciones). El masaje es parte integrante de la preparación de los cosmonautas para sus vuelos y su posterior adaptación después de la vuelta a la Tierra. Sin masaje no pasa ni un colectivo de ballet ni ninguno de los equipos en cualquier deporte de élite.

Esta breve digresión sobre la historia, ¡historia de muchos y muchos años!, del masaje no sólo pretende entretener. Este breve capítulo no es, ni mucho menos, “una página para los curiosos”. Según la total convicción del autor, el antiguo interés del hombre hacia el masaje es una clara demostración de su utilidad, de su necesidad. El masaje como método curativo eficaz debe convertirse en el instrumento del médico, del masajista en la rehabilitación de traumatismos y enfermedades de distinto tipo.

Si todavía no están convencidos, estimados lectores, haremos otro intento en el siguiente capítulo, en el que de una forma sencilla, les presentaré, en particular, las bases científicas de la utilidad del masaje.

El masaje en la rehabilitación de traumatismos y enfermedades

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