Читать книгу Cómo construir tu marca personal en LinkedIn - Ariel Benedetti - Страница 8
La vocación
ОглавлениеEl concepto de vocación humana alude al llamado interior que todo ser humano recibe para desarrollar sus propias potencialidades. Tal llamado no se limita a la vocación profesional, aunque la incluye. Todos los seres humanos tenemos una vocación única e irrepetible que consiste en ser más nosotros mismos y que, lejos de encerrarnos en una actitud egoísta, nos compromete a la vez con nuestra esencia, con el prójimo, con el mundo y con la trascendencia.
Sólo instalados en el descubrimiento y el desarrollo de aquello que verdaderamente somos, podemos dar y recibir del mundo. Pero ¿dónde hallar la vocación? A cada paso nuestras circunstancias internas y externas nos hablan de ella; la vida misma nos invita a comprometernos con ese llamado que no claudica con el tiempo y que se renueva si a nuestra vocación apostamos.
Si apostamos de corazón a la hipótesis de la “vocación humana”, debemos comprometernos a escuchar, es decir, a estar atentos para dar lugar a esa “voz” que paradójicamente es interna y que, sin embargo, se presenta como Algo o Alguien que nos guía en la faz interna y externa del mundo. ¿Cómo silenciarnos para ser capaces de escuchar, de escucharnos? Por lo general creemos que ya conocemos ese desafío, pero en realidad conocemos los “fantasmas de las palabras”, pues habitualmente no somos conscientes de lo poco dispuestos que estamos a escuchar. “Escuchar” implica, necesariamente, ser capaces de “poner entre paréntesis” en alguna medida ese ruido interior que nos crea falsas seguridades e inseguridades y que está compuesto de un sinnúmero de tendencias automáticas, ciegas, que se expresan en ideas, afectos, acciones. Pensamos, sentimos, percibimos, intuimos, imaginamos, actuamos, soñamos en buena medida condicionados, ‘escotomizados’ por una sordera militante. Y en esa vida ilusoria nacemos, crecemos, vivimos, morimos. Soy consciente de que el panorama antes mencionado puede resultar algo exagerado, pero quizás no lo sea en términos de “totalidad”. Es decir, desde un punto de vista limitado o parcial, en muchas ocasiones guiamos adecuadamente nuestros pensamientos, nuestros afectos, nuestras acciones, pero carecemos por lo general de una capacidad para vislumbrar la dirección integral de nuestras vidas. Como ya señalamos tantas veces, siguiendo el lenguaje de San Agustín, sabemos hasta cierto punto “dirigir” nuestra vida en cuestiones específicas, pero no así “orientarla”, pues ello supone de algún modo una anticipación de una meta que dé cuenta de nuestra totalidad. Dicho en otras palabras, sólo hay orientación si aquí y ahora resuena en mí de algún modo la Meta; una Meta que quizás sea innombrable e inalcanzable, pero que opera como un imán que reúne mis fragmentos. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿No será esa misma meta ilusoria? Las propias tradiciones, en su manifestación más profunda, se anticipan místicamente a ese agnosticismo, pues sólo reconociendo nuestra ignorancia frente a un misterio, sólo nombrando la meta transitoriamente, sólo trascendiendo toda palabra, toda representación, seguimos en camino.
Bernardo Nante
Presidente de Vocación Humana
Es Decano de la Facultad de Filosofía, Letras y Estudios Orientales de la Universidad del Salvador. Es doctor en filosofía y realizó estudios superiores en psicología, ciencias orientales, matemática y economía. Preside la Fundación Vocación Humana. Se especializa en las fuentes de la obra de Jung y en la traducción y comentario de obras alquímicas.
Estimado lector, te preguntarás por qué un libro de negocios comienza con un texto que hace referencia a un viaje espiritual. Te respondo con otra pregunta. ¿Cómo podés construir tu marca personal si no estás en un profundo proceso interior? Como señala Bernardo Nante, con su sapiencia y magistral prosa poética, te invito a que leas este libro “entre paréntesis”, con un espíritu reflexivo. LinkedIn es solo una herramienta, pero la piedra angular, de esta construcción que te propongo, radica en tu interior. Inclusive, este libro puede empezar con una deconstrucción. Distintos son los caminos por los cuales cada lector puede llegar a esta obra. Tu marca no es igual a una carcasa vacía, tu marca debe ser la manifestación de tu más profunda vocación. Si este libro te resulta incómodo, es posible que estés en un proceso de deconstrucción, en un nuevo comienzo. Si este libro enciende tu fuego interior, entonces, tu sí-mismo*, como define Carl G. Jung, es quien orienta tu vida. En cualquiera de los casos, lo más importante es el proceso interior por el cual llegaste a un libro que te propone deconstruir, reinventarte (las veces que quieras), construir o reconstruirte. Te aliento a que sueñes en grande, no hay otro camino. Quemá las naves.
* Sí-mismo (en alemán: Selbst) es definido por Carl Gustav Jung como el arquetipo central de lo inconsciente colectivo, el arquetipo de la jerarquía. La totalidad del hombre. «El sí-mismo es una unión de los opuestos κατ’ εξοχήν (por excelencia)». Se representa simbólicamente por el círculo, cuaternidad, niño, mandala, chacana, etc. Representa el fin último del proceso de individuación.