Читать книгу La invasión de los ángeles caídos - Armando Alducin - Страница 4

Оглавление

Capítulo 2

Vestigios del Pasado

La arqueología ha aportado numerosos hallazgos que permiten profundizar en los sucesos del pasado y descubrir realidades que han estado reservadas para ser comprendidas a la luz de los eventos presentes y de las profecías anunciadas desde tiempos antiguos.

Algunos de los vestigios de la antigüedad son los petroglifos y los monumentos megalíticos, generalmente datados de la Edad de Piedra. Por ejemplo, en las cuevas y canteras de la antigua Sumeria y Mesopotamia se han descubierto algunas pinturas que describen lo que parecen ser astronautas que vuelan en naves espaciales. Entre las creencias de las diversas culturas alrededor del mundo, hay historias de dioses humanoides que vuelan y llegan al mundo para interactuar y mezclarse con seres humanos, que han quedado plasmadas en la literatura, la pintura, la escultura, la arquitectura y en casi toda expresión artística. Entre tales expresiones, los monumentos o estructuras megalíticas alrededor del mundo son uno de los misterios asociados con la presencia de gigantes y de ángeles caídos hace miles de años. Hay cuatro expresiones de monumentos megalíticos que hacen parte de estos vestigios: menhires (grandes rocas verticales aisladas o en conjuntos alineados), dolmen (piedras gigantes que involucran una “cubierta” monolítica igualmente gigante, a manera de habitación o casa), y los crómlech (círculos de rocas).

El trabajo realizado en esos monumentos es tan preciso y casi perfecto que, aun usando la tecnología de este tiempo, sería difícil duplicarlo. ¡Algunos de ellos son el equivalente tecnológico del Programa Espacial Apolo!

Las Pirámides de Egipto

Egipto permanece como uno de los más antiguos misterios culturales de la historia. Dos de los más misteriosos monumentos egipcios son la Gran Pirámide y la Esfinge de Giza, considerada la más antigua de las Siete Maravillas del Mundo y el monumento más grande construído en el mundo antiguo.

La Gran Pirámide de Giza tiene un volumen 30 veces más grande que el edificio Empire State y pesa más de 6 millones de toneladas. Su altura original es de 147 metros y su base cuadrada tiene más de 230 metros de lado y cubre más de 5 hectáreas. En su construcción se usaron más de 2.3 millones de bloques, cada uno con un peso promedio de más de 2.5 toneladas y algunos pesan hasta 100 toneladas. Su exterior está impermeabilizado con más de 144 mil azulejos especiales que la han protegido de las inclemencias del tiempo por ¡más de 4 mil años!

El corte de las piedras es tan exacto que en muchas de las juntas no entra una hoja de papel. Prestigiosos ingenieros y constructores modernos han utilizado sierras de punta de diamante para tratar de cortar las piedras de igual manera, pero ¡no han podido!

En cuanto a su orientación, la Gran Pirámide de Giza está perfectamente alineada con el norte verdadero y sus cuatro lados con los puntos cardinales de la Tierra, con sólo un doceavo de grado de variación debido al movimiento gravitacional del eje de la Tierra.

Esta edificación no tiene paralelo ni comparación alguna en cuanto a dimensiones, peso y características, con ninguna construcción o estructura moderna. Sus constructores debieron tener conocimientos y tecnologías que sobrepasan los actuales, pues aún hoy no se entiende cómo pudieron ser construidas con tal exactitud en sus cortes y empalmes y manipular semejantes pesos y dimensiones. Entre piezas de incluso 100 toneladas sólo hay un espacio de 0.1 milímetro.

Aún con los conocimientos que hoy se tienen sobre Geología, los edificios modernos sufren asentamientos como los que se observan en edificios como la Torre de Pisa y en ciudades como Venecia o Ciudad de México. Edificios cuidadosamente construidos como el Capitolio de los Estados Unidos se han hundido más de 12 centímetros en los últimos 200 años, pero la Gran Pirámide de Giza, con un peso de más de 6 millones de toneladas, ¡no se ha hundido más que 1 centímetro en los últimos 5.000 años!

Evidentemente, los que la construyeron tenían los conocimientos necesarios para determinar en qué suelo y cómo debía ser edificada desde sus cimientos.

Las Ruinas de Puma-Punka (Bolivia)

Estas ruinas contienen bloques megalíticos de granito de más de 10 metros de longitud y 100 toneladas de peso, unos de los más grandes hallados en todo el mundo. Pero, además de eso, hay algo más misterioso en ellos: están cortados con una precisión milimétrica, poseen una superficie increíblemente pulida y están unidos con abrazaderas de metal en perforaciones decoradas artísticamente. ¡El granito es casi tan duro como el diamante!

¿Qué tecnología fue empleada en ellas? ¿Quién o quiénes lo hicieron? ¿Cómo los transportaron desde distancias superiores a los 80 kilómetros y alturas de más de 4.000 metros, donde no hay árboles con los que se hubiera podido construir un sistema de acarreo?

Las Ruinas de Machu Pichu (Perú)

Localizadas en los Andes peruanos, a más de 2.400 metros sobre el nivel del mar, en una franja de 500 metros de largo y 200 metros de ancho, construidas con bloques de piedra que se ensamblan perfectamente unos con otros, algunos de los cuales pesan más de 100 toneladas y miden más de 10 metros de altura. Las preguntas que surgen de contemplar tal maravilla son las mismas. ¿Quiénes las construyeron y cómo pudieron hacerlo?

La Pirámide de Quetzalcoatl en Chichén Itzá (Yucatán, México)

Centroamérica y el sur de México albergan una multitud de asentamientos y monumentos prehispánicos, que además de presentar características físicas similares a los anteriores en cuanto a su composición por piezas megalíticas, de gran peso y tamaño, involucran efectos derivados de eventos cósmicos reflejados en la Tierra y que exigen un profundo conocimiento del cosmos y su funcionamiento, algo lejos de concebir si se piensa en los instrumentos disponibles en aquel entonces.

Tal es el caso de la Pirámide de Quetzalcoatl (“serpiente emplumada,” en maya), en el asentamiento de Chichén Itzá, en la península de Yucatán, México. En el solsticio de primavera, el 21 de marzo, a las 3:00 pm, el sol en su descenso produce un efecto que se refleja en la escalinata de la pirámide, la cual tiene como base una cabeza de serpiente. En el costado de la escalinata, se observa cómo una serpiente desciende hasta embonar con la cabeza que se encuentra en su base.

Las Esferas de Costa Rica

Son más de 1.000 piedras gigantes en forma de esferas, con un diámetro de hasta 3 metros y un peso que en ocasiones superan las 16 toneladas. ¿Quién y con qué propósito les dio esa forma?

Ruinas en Europa

En gran parte del territorio europeo se encuentran vestigios de culturas ancestrales que desafían hasta hoy la imaginación y el conocimiento de cualquiera. Estos vestigios diseminados por Irlanda, Escocia, Suecia, Holanda, Alemania, España, Portugal, Grecia, Creta y Malta incluyen monumentos megalíticos compuestos por piezas de más de 50 toneladas de peso. En Francia se encuentra la mayor cantidad, más de 3,000, con pesos que superan las 350 toneladas y alturas de más de 20 metros.

Entre estos vestigios, uno de los más famosos es el conjunto de Stonehenge, en Inglaterra, un monumento megalítico tipo “crómlech” (monumentos de roca dispuestos verticalmente -menhires- y en una estructura circular), construido entre el final del Neolítico y principios de la Edad del Bronce. Los arqueólogos consideran como probables las fechas de construcción de las distintas fases y utilización entre el 3,100 y el 2,000 a.C. El foso y los montículos circulares que constituyen la primera fase del monumento, se han datado en unos 5,100 años atrás. Los megalitos de entre 40 y 50 toneladas fueron traídos desde lugares distantes, a más de 240 kilómetros.

Ruinas en el Pacífico

En islas como la de Tonga o Palikir hay 35 megalitos de más de 40 toneladas de peso. En la Isla de Pascua, localizada en uno de los lugares más remotos del mundo, hay más de 1,000 gigantescas esculturas en piedra llamadas “moai,” algunas con un peso que sobrepasa las 40 toneladas

Ruinas en el Medio Oriente y Norte de África

También, en algunas regiones de África se encuentran monumentos megalíticos. En Jordania se han encontrado una gran cantidad de dólmenes y círculos de piedras amontonadas formando anillos. Al sur de Arabia Saudita, en el Oasis de Taima, se encuentra el megalito de Al-Naslaa, una gran roca dividida a la mitad con tal precisión que parece haber sido cortado con un avanzado láser; además, presenta una serie de símbolos antiguos en la superficie.

En el centro de Etiopía, se han encontrado más de 100 estelas dispersas en nueve emplazamientos de hitos megalíticos, 46 de los cuales se hallan en Tiya, en la Región Soddo, en la Zona Gurage, que datan de los siglos X y XV. Estos grandes monumentos, que probablemente tenían algún significado cultural cuando fueron erigidos, son de tres tipos: antropomorfas, fálicos y no antropomórficas ni fálicos. Las dimensiones de algunas sobrepasan los 5 metros de altura. Otros hallazgos arqueológicos de la Edad de Piedra Media y más recientes, como conjuntos de restos humanos que datan de los siglos XII y XIV, permiten asumir que tal vez las piedras Tiya pudieran ser una hilera de lápidas para los muertos en batalla.

En el Líbano, se encuentran las ruinas del templo de Baalbek. Este templo estaba dedicado a la adoración del Sol y contiene varias piedras que superan las 800 toneladas, las cuales fueron elevadas hasta 19 metros. Además, hay 6 columnas gigantescas con un peso de 230 toneladas cada una; pero uno de los mayores misterios de este monumento son los megalitos llamados “triliton,” un trío de piedras que superan las 1,000 toneladas que forman la plataforma del Templo de Júpiter-Baal. Debajo de ellas hay 24 bloques con un peso de 400 toneladas cada uno que no son del período romano. ¿Cómo pudieron tallar, transportar y elevar estos enormes bloques?

En 1994, fue descubierto el complejo de Göbekli Tepe (en turco, Colina panzuda o Colina del Ombligo), el santuario más antiguo del mundo, ubicado a unos 15 km al nordeste de la ciudad de Sanliurfa (antigua Edesa), en el sudeste de Turquía, cerca de la frontera con Siria. El lugar fue levantado por cazadores-recolectores entre el 10,000 y 8,000 a.C., antes de que comenzara la sedentarización. Misteriosamente, todo este complejo de piedras, pilares y esculturas de más 7 metros de altura fue deliberadamente enterrado sobre el 8,000 a.C. Es el complejo megalítico más antiguo que se conoce hasta hoy, construido seis mil años antes que el monumento de Stonehenge y considerado el lugar donde pudo nacer “la conciencia de lo sagrado” que dio paso a “la chispa de la civilización.”

En el litoral atlántico de Marruecos, al norte de África, fue descubierto el túmulo de Mezora (o M’zora), un conjunto megalítico de forma elíptica situado cerca del poblado de Chouahed. El montículo mide 58 metros de diámetro de este a oeste y 54 metros de norte a sur. En el ámbito exterior se extiende un círculo de 167 monolitos de formas y tamaños diversos, entre 1 y 1,5 metros de alto, aunque algunos llegan a los 6 metros.

Los Círculos en Israel

Una de las más grandes, aunque poco conocidas maravillas del mundo antiguo, es un monumento similar a Stonehenge y que se encuentra en la cima de las Colinas del Golán, en Israel. Se trata de Gilgal-Rephaim (heb., Círculo de los Gigantes), también llamado el Stonehenge de Levante, datado con una antigüedad superior a los 4,000 años. Este monumental conjunto megalítico consta de cinco anillos concéntricos de piedras, cuyo diámetro alcanza los 170 metros y agrupan más de 40 mil piedras, algunas de las cuales pesan más de 20 toneladas y superan los 5 metros de altura.

Este complejo se encuentra a 16 kilómetros al oriente del Mar de Galilea, en medio de una enorme planicie. Esto hace que sea difícil apreciarlo desde el nivel de suelo y que sólo sea posible hacerlo desde un avión. Es posible que hubiera sido usado como observatorio astronómico o calendario estelar.

Todos estos colosales y misteriosos monumentos, dispersos alrededor del mundo, tienen características específicas que las diferencia, pero también muchas de ellas generales que, dadas las distancias y la poca o nula comunicación o interacción entre las culturas que las erigieron en su momento, hacen pensar que tuvieron un mismo origen, en una misma mente creadora y tal vez, en la intervención de otro tipo de seres con tecnologías o capacidades que sobrepasan las humanas.

Son muchos los interrogantes que surgen de estas simples observaciones:

¿Existió un mundo preadámico? ¿Hay evidencias bíblicas de ello? ¿Qué motivó a las antiguas civilizaciones a construir estructuras conectadas con la observación de los cuerpos celestes? ¿Cómo pudieron construir complejos tan monumentales sin tecnologías o incluso herramientas como las que se tienen hoy? ¿Hubo entidades espirituales que habitaron la Tierra y desplegaron tales conocimientos y técnicas que superan lo alcanzado por la humanidad hasta este día? ¿Hubo gigantes involucrados en ellas? ¿Hubo intervención de entidades sobrenaturales o extraterrestres? ¿Por qué aparentemente “desaparecieron”? ¿Realmente lo hicieron?

Algunos de estos monumentos megalíticos fueron construidos en el período Neolíotico, en la Edad de Piedra. Sin embargo, en ese entonces la humanidad estaba apenas experimentando la transición entre la vida nómada y el sedentarismo con la aparición de la agricultura, la ganadería y las artes domésticas y con ellas el comercio, que dieron origen a los posteriores asentamientos urbanos donde empezó la civilización.

La invasión de los ángeles caídos

Подняться наверх