Читать книгу Viajero interior - Armando Marti - Страница 11

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Símbolo de destrucción y desorden: La mente y el ego vacilan entre mundos materiales sin claridad interior. Los espejismos de la ambición aceleran los pensamientos convirtiéndolos en obsesivos y confusos. La paz es tranquilidad dentro del orden, y algunas veces, se necesita flexibilidad en el desorden.

1. ANSIEDAD


“Jesús nos exhorta con insistencia a no preocuparnos del mañana recordando que por encima de todo hay un Padre amoroso que no se olvida nunca de sus hijos. Fiarse de Él no resuelve mágicamente los problemas, pero permite afrontarlos con el ánimo justo.

Dios no es un ser lejano y anónimo. Es nuestro refugio, la fuente de nuestra serenidad y de nuestra paz. Es la roca de nuestra salvación, a la cual podemos adherirnos con la certeza de no caernos”.

S.S Papa Francisco Rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro en el Vaticano26 de Febrero del 2017

Experimenta el momento presente, sin permitir que te invada la ansiedad de preocuparte por lo que dejaste de hacer en el pasado y lo que harás en el futuro. Tranquilízate y llena de confianza tu interior, vive de instante en instante, soltando tus problemas y entregándoselos a Dios, quien te dará las herramientas para confrontar y resolver los desafíos de la existencia diaria.


Creer que eres capaz de controlar todo te lleva a la ansiedad y a la tristeza, pero aceptar que no es así, te conduce a la paz y al sosiego interior. Pretender que la vida se adapte sólo a nuestra voluntad es una invitación a la frustración. Vivir sin esperar descansa el alma.


Toma consciencia que lo primero que debes hacer es eliminar la preocupación por cada obstáculo que encuentres en el camino de la vida y concentrarte en solucionarlo desde la calma, para así alcanzar mejores resultados. Nadie necesita sentirse desesperado ni sin salida, pues cada situación tiene varias opciones y alternativas inteligentes de superación.


Si sientes que tu vida está dominada por la prisa y la ansiedad, detente y respira profundo para escucharte a ti mismo en el silencio de la serenidad.


El cerebro es una fuente de energía que, si la diriges desde una actitud de consideración y cuidado de ti mismo, hace que la calma, la armonía y la claridad de la verdad retornen nuevamente a tu vida.


Cada desafío de la vida afróntalo con decisión, constancia y disciplina personal, para que de ese modo tu mente, desde una nueva actitud pueda vencer temores e incertidumbres.


Deja de atormentarte por los afanes que trae la vida. Permanece sereno ante cualquier circunstancia y elige ser dueño de ti mismo.


La ansiedad provoca muchas enfermedades, y los pensamientos y sentimientos negativos, al no ser expresados, agravan sus síntomas. Elegir el dolor de ver tu realidad, cualquiera que sea, es mejor que el sufrimiento de no querer hacerlo. El orgullo, el resentimiento, la ira y la terquedad, son las emociones que más contribuyen a crear crisis de angustia.


Meditando encuentras una fuerza interior que te permite perder el temor, inclusive el de cometer errores, y la ansiedad de buscar la perfección. Aceptarte como ser humano y dejar todo en manos del Creador son los elementos sanadores por excelencia.


No permitas que las situaciones conflictivas te provoquen tensiones internas, te agoten el organismo y arruguen tu rostro. Intentar ser perfecto es un peso emocional que puede afectar tu salud. Concédete el permiso para el placer, el descanso y la diversión.


Superar el miedo, vencer la enfermedad, trabajar la ansiedad y los desequilibrios emocionales, son las más difíciles lecciones que debes aprender de la vida.


El conflicto en tus relaciones ocurre cuando alguien decide por ti lo que debes definir por ti mismo. Al no darte la opción de tomar tus propias decisiones vas cayendo en la trampa de controlar al otro. Una de las causas de la ansiedad y el estrés es el miedo a descubrir que dependes de la aprobación de los demás.


Soportar las cargas emocionales adversas de los demás, te impide vivir plenamente y con libertad, la alegría, el amor, la creatividad y la paz del ahora. La energía reprimida, negada y no reconocida, es la base de tu prisión emocional.


Hoy debes pensar qué quieres. Así puedes hacer que cualquier pensamiento y vibración disonante te dure sólo un instante, y que ese instante no te afecte ni desequilibre todo el día.


Erradica de tu vida el temor al futuro y apodérate del hoy. Así podrás disfrutar del milagro de estar vivo, irradiando el suficiente amor para sentirte seguro y lograr una existencia plena.


Cuando menos lo esperes, muchas de las respuestas que buscas vendrán conscientemente desde tu interior. ¡No te afanes!


¡Sí puedo! ¡Yo valgo mucho! ¡Yo soy capaz! ¡Dios cuida de mí! Son afirmaciones que te quitan el miedo, la indecisión y la derrota, ya que, para saber quién eres en verdad, debes invertir gran parte de tu tiempo en conocerte y aceptarte desde la orilla de la honestidad. Sólo así, te sanarás de culpas, vergüenzas, prejuicios y sufrimientos innecesarios.


La sobriedad mental es un estado armónico de serenidad, cordura y equilibrio. La conexión espiritual es la fuente para mantenerla.


Entrando en el sendero

La mayoría de las enfermedades se originan en el inconsciente, que funciona como una especie de sótano donde se almacenan las experiencias más dolorosas, desagradables y traumáticas que han ocurrido a lo largo de la vida. Al reprimir estas emociones, el cuerpo genera diferentes mecanismos de alerta como respuesta a una somatización del estrés, la angustia y la ansiedad, que producen alergias, afecciones inmunitarias, úlceras y malestares crónicos. Es tu tarea aprender a cuidar de ti, buscando espacios de tranquilidad y silencio, para reconectarte con la esencia de la existencia; encontrarás entonces que la reflexión y la introspección son instrumentos de calma y armonía, que permiten transformar los hábitos negativos en un bienestar estable y duradero.

La sobriedad es uno de los mejores remedios para lograr el equilibrio interior y la salud integral. Recuerda, un corazón alegre multiplica la salud y aumenta la calidad de vida, pero una actitud pesimista y egocéntrica amarga la existencia. La paz sanadora es una gracia espiritual, enfócate en lograr una nueva conexión con el mejor médico del Universo: nuestro amoroso e incondicional Dios.

Espacio Interior

Los ejercicios meditativos sugeridos que encontrarás al final de cada capítulo, tienen como objetivo que puedas comunicarte con tu superconsciente para habilitar el proceso de sanación integral. Este comienza al resignificar tu amor propio a través del cuidado de ti mismo. Puedes realizar esta práctica desde tu imaginación, creatividad e intuición, eligiendo un ambiente tranquilo con música suave, poca intensidad de luz y preferiblemente en espacios de soledad interior. Recuerda que posees una maravillosa capacidad de transformación, este es el don más poderoso de la naturaleza humana. El despertar espiritual se logra ejercitando constantemente la intención de dar y recibir amor. Nacemos para convertirnos de manera libre en la energía divina, pero en ocasiones podemos bloquear este proceso y enfermar, pues nuestra mente egocéntrica se opone a la luz de la sabiduría inconsciente. No podemos hacer nada solos, la interacción humana es uno de los más importantes sentidos de vida y cuando estemos fatigados por la búsqueda espiritual, debemos dejar que Dios tome la iniciativa. Él siempre tendrá mejores planes para nosotros.

Utiliza el tesoro de tu silencio interior y medita en las siguientes palabras, sin importar el orden de las mismas:

Flexibilidad

Desapego

Aceptación

Cuidado de mí mismo

Valentía

Determinación

Creatividad

Calma

Alegría

Sensatez

Liberación

Claridad

Después de reflexionar en las anteriores palabras elige aquellas con las cuales consideras que tendrás un mejor camino hacia tu bienestar interior, integrándolas o excluyéndolas de tu vida.

Ejercicio Transformativo:

Realiza algunas respiraciones lentas y profundas, muy suavemente sin ninguna prisa. Al inspirar, disfruta de la energía que te da el oxígeno, vivificando cada célula de tu cuerpo; al exhalar, imagina que todas las tensiones, preocupaciones y desarmonías salen de tu mente. Inhala de nuevo y siente que te llenas de paz, serenidad, confianza y bienestar. Cuando logres relajarte, visualiza una luz suave y tenue encima de tu cabeza, del color que tú elijas: Siente como esta vibración sanadora recorre amorosamente tu cara, cuello, hombros, pecho y espalda, llegando hasta tu estómago, caderas, piernas, pantorrillas y pies, desbloqueando emociones dolorosas que se han acumulado durante mucho tiempo en algunas zonas de tus órganos internos y externos.

Las frecuencias relajantes del color elegido, te hacen experimentar una nueva sensación de alivio, libertad y sanidad integral, por lo que agradeces al Universo el regalo de la vida, concientizándote que desde una nueva actitud podrás empezar a estar y sentirte bien.

Viajero interior

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