Читать книгу Neoliberalizando la naturaleza - Arturo Villavicencio - Страница 5
ОглавлениеPRESENTACIÓN
La Tierra está contaminada no porque los seres humanos sean una categoría de animales especialmente sucios o porque seamos muchos. La culpa está en la sociedad humana, en la manera en que la sociedad ha elegido aprovechar, distribuir y usar la riqueza de los recursos del planeta extraídos por el trabajo humano. Una vez que los orígenes sociales de la crisis se aclaren podemos empezar a diseñar las acciones apropiadas para resolverla (Commoner, 1971).
El presente trabajo es una contribución al debate sobre las implicaciones sociales y ambientales del proyecto neoliberal de mercantilización de la naturaleza. Este debate se presenta como una tarea urgente ante la constatación que un conjunto de agendas ambientales, promovidas por grupos particulares de interés, ha encontrado eco y es impuesto en un mundo de diversidad, lleno de valores e intereses en conflicto en el que complejos y heterogéneos sectores sociales, los movimientos ecologistas y la academia en particular, parecen estar dominados por un conjunto relativamente estrecho de valores, ideas y agendas. Lo que llama la atención es que este proceso ocurre sin el concurso de la fuerza sino a través de aquel fenómeno al que Gramsci llamó la «fabricación del consentimiento» para referirse a un periodo histórico determinado en el que grupos que comparten intereses particulares convergen en la formación de una clase dominante distinta, cuyas ideas y perspectivas penetran la comprensión del mundo de la sociedad entera. Nuestro momento actual está dominado por aquella visión del mundo bajo la cual la histórica contradicción ecológica del capitalismo puede ser resuelta vía una aplicación adecuada de mecanismos de mercado bajo la promesa que estos pueden engendrar al mismo tiempo crecimiento económico y sostenibilidad ecológica.
La naturaleza hegemónica de estas posiciones y el contexto ideológico del cual emergen presentan el mayor obstáculo para una discusión plural y reflexiva de los más apremiantes problemas socio-ambientales. Las relaciones destructivas-extractivas del capitalismo con la naturaleza son improbables de ser cuestionadas a menos que nosotros seamos capaces de entender la contradicción fundamental del capitalismo entre la necesidad de expandirse exponencialmente y la capacidad de los ecosistemas de absorber el estrés y las perturbaciones ocasionadas por el crecimiento. En este contexto emerge un discurso altamente disciplinario, tecnocrático y racionalista que ha ido copando los espacios de la academia al mismo tiempo que es incorporado en las políticas públicas, instrumentalizado por los organismos internacionales y asimilado por los movimientos ambientalistas.
El interés de un análisis y cuestionamiento a las políticas de neoliberalización de la naturaleza y su estrategia de creación de mercados a su alrededor es doble. En primer lugar, este análisis provee un volumen de evidencia necesaria para proporcionar a los devotos de esas políticas una pausa para la reflexión. Es necesario confrontar a los abogados de la neoliberalización de la naturaleza y a sus acólitos con una crítica de su proyecto sustentada en una reflexión razonada. Una inmensa cantidad de tiempo, energía y recursos es utilizada por la academia en la creación de nuevos cuerpos de investigación y no se puede asumir que la simple existencia de hallazgos o evidencias sea suficiente para alterar las ideas y prácticas que la investigación evalúa o cuestiona. Segundo, una crítica sustentada nos aleja del riesgo del dogmatismo a quienes instintivamente nos oponemos a aquellas políticas y nos permite mantener una crítica honesta y optimista del proyecto neoliberal.
El presente trabajo está destinado a tres audiencias. En primer lugar, a los estudiantes, quienes encontrarán en la exposición nuevas perspectivas para entender y analizar las complejas interrelaciones entre la sociedad y el mundo biofísico. Estamos seguros que algunos de los temas expuestos abrirán espacios de inspiración y cuestionamiento para sus trabajos de investigación y contribuirán a enriquecer su comprensión de los serios problemas ambientales que confronta nuestra sociedad. También está destinado a los investigadores y docentes universitarios, quienes podrán encontrar en el texto elementos que permitan enriquecer las mallas curriculares de disciplinas afines a los temas aquí tratados y así romper o equilibrar una visión hegemónica que peligrosamente tiende a copar los espacios de las aulas. Una tercera audiencia es aquella de las personas que frente a la preocupante degradación de la naturaleza adoptan una actitud de compromiso y activismo y para quienes los temas aquí discutidos son una invitación a explorar herramientas críticas que les permitan fortalecer y ampliar su militancia. De todas maneras, sea cual fuese la utilidad de este trabajo, los lectores y lectoras estarán de acuerdo en que cuestionar es una forma de aprender.
Quito, julio de 2019