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ОглавлениеPRESENTACIÓN DE LA EDICIÓN ESPAÑOLA
Es un gran honor que Experimenta vaya a publicar la edición española de Make It New, gracias a los esfuerzos del reconocido investigador y diseñador, el profesor Eugenio Vega.
¡Gracias, Eugenio!
Me gustaría aprovechar esta oportunidad para decir algunas palabras a mis lectores en lengua española. Este libro tuvo su origen en una conversación con mi difunto amigo, el arquitecto Víctor Carrasco, que dividía su tiempo entre la práctica profesional en San Francisco y su residencia en Andalucía. Nos dimos cuenta de que cuando comenzamos nuestras carreras, hace ya unos cuarenta años, enumerar los principales centros de diseño mundial era sencillo para cualquiera: París destacaba en la moda, Milán en el diseño de mobiliario, Nueva York en la comunicación gráfica y, quizá, Tokio en la electrónica. El área de la Bahía de San Francisco, por el contrario, no aparecía en ningún mapa.
¿Cómo y por qué el norte de California se convirtió en el centro vital que es hoy? Mi intención era intentar responder esa pregunta con este libro.
Como intuía, todo comenzó mucho antes de que Steve Jobs argumentase que “diseño no es sólo lo que ves, es ante todo cómo funciona”. Sin embargo, Apple solo aparece a mitad de esta crónica, y la relevancia de esa legendaria compañía fue posible gracias a los éxitos y los fracasos de muchos otros que recorrieron antes ese camino. Espero que los lectores españoles encuentren esos detalles tan fascinantes como a mi me parecieron.
Tres conclusiones, en concreto, surgieron a partir de esta investigación. En primer lugar, ha quedado claro que el diseño fue el factor esencial que permitió trasladar la tecnología informática desde el mainframe al ordenador de sobremesa, al portátil y a las tablets. Su aceptación y su integración en la vida cotidiana, requería algo más que ingeniería, necesitaba, sobre todo, diseño. En segundo lugar, cada vez es más amplio lo que yo llamaría el “perímetro de expansión”, un espacio en torno a los problemas abordados por la industria del diseño: de tal manera, ser “diseñador” durante los años cincuenta en Hewlett Packard significaba poco más que empaquetar un generador de señal VHF en una caja de chapa. Hoy es más probable que un diseñador se ocupe de la experiencia de usuario que consiste en llamar a un automóvil sin conductor desde un reloj inteligente. Finalmente, me ha sorprendido el creciente reconocimiento del diseño que ha pasado de ser una opción atractiva para las empresas a convertirse en una necesidad estratégica. Como profesión, seguramente ha alcanzado la mayoría de edad.
He tratado de mostrar cómo el diseño llegó a desempeñar un papel fundamental en lo que hoy se reconoce como el “ecosistema de la innovación” más importante del mundo. Sin embargo, quisiera subrayar que que ni España, ni Chile, ni Colombia deberían tratar de emular esa experiencia única de la que se ocupa este libro. Cada región ofrece sus propias oportunidades, y si demuestra algo el ejemplo de Silicon Valley, es que los diseñadores están en la mejor posición para identificar esos valores, amplificarlos y darles vida.
Barry M. Katz
Palo Alto, marzo de 2020