Читать книгу Gracias por tu vida - Basilio Ruiz Cobo - Страница 8
ОглавлениеCapítulo II. Los esposos se encuentran en la vida-otra.
… y el cielo parecía recién estrenado. ….el pensamiento acaricia los sueños
- HOLA CHATI: ¡Ya estás aquí! He notado cómo te acercabas. Tu onda ha vibrado fuerte, fuerte Por fin estamos de nuevo juntos, ya para siempre, cielo mío. Al principio aún tendremos alguna dificultad para comunicarnos, pero la iremos superando, ya verás.
- Pero ¡si siempre nos hemos comunicado!
- Sí, pero entre neblinas, porque tú seguías en el otro nivel. Yo, desde éste, no podía romper las defensas, pero ahora ya es otra cosa. Ya estamos los dos en la vida otra, en la misma vida vivida de otra manera. Verás: todo nuestro físico ha quedado en el arca, cerradito para siempre. Sigue viva la memoria, el ser, el espíritu. La memoria de todo lo que vivimos y sentimos antes, pero nítida, fuerte, viva. Hay que aprovecharla. Nuestra memoria nos ha unido de nuevo. Porque nos quisimos mucho y bien, mucho tiempo y en muchas situaciones. Ahora todo eso lo tenemos ahí.
Viviremos como ángeles, sin cuerpo, sin materia; porque nuestra memoria nos acompaña y nos da vida. Ya verás, estaremos ya en comunión perfecta tú y yo, yo y tú, mi Chati querido. Recuerdo ahora (ya ves cómo la memoria actúa en mí) un domingo por la mañana. Era verano y paseábamos nuestro amor por La Rasilla. Tú me cogiste del brazo y me dijiste: “me gustaría poder comulgarte, para estar siempre contigo”
- Y tú me miraste con aquellos preciosos ojos y sonreíste toda emocionada.
- Y tropezaste con algo.
- Porque levitaba. Ya voy entendiendo. Qué maravilla. Todo esto y muchísimo más podemos volver a vivir. No esperaba yo esto tan lindo. ¡Qué alegría más grande!
- Gozaremos de las auroras y de los crepúsculos, del canto de los pájaros y de la risa de los niños, del olor y del color de las flores, de los grandes conciertos de los hombres y del canto solitario de los pastores.
- Viviremos de nuevo el amanecer en las acampadas, el aire tibio de los puertos (Sejos, Palombera, El Chivo…) de las sombras llenas de vida de las riberas de los ríos (Entrambosríos…)
- Y recordaremos muchas, muchísimas cosas, más: monasterios, lecturas sosegadas, aromas de los montes y de las vaguadas)… Y de nuestros hijos, los seis regalos del cielo, volveremos a oír sus risas, a sentir sus besos. Esto sí que es maravilloso. Vamos ya, adelante, chatito, para siempre…