Читать книгу La luz artificial de las cosas - Brenda Ríos - Страница 7

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Momento oportuno

No importa la hora en que llame la madre

siempre es inoportuna,

la pobre

he dejado la carne en la sartén,

estoy con un amigo

me estaba bañando y salí empapada a contestar.


Qué fortuna el amor materno

el hilo sangriento que une

una persona pegada a otra de por vida

sin importar la hora,

la ciudad

el cambio de horario,

llamará, llamará y yo pasmada

reconociendo el número

con el cuerpo escurriendo

atino a decir,

discúlpame, te marco luego,

estoy a la mitad de algo.


Qué barato el amor del hijo:

uno es lanzado a vivir

y esperan que flotemos por inercia.


Hay que morder el hilo de sangre

hay que comer esos márgenes de la cuerda,

manguera siniestra

hay que agradecer porque pudimos haber sido asfixiados

a los dos, tres años, cuando por vivir hacíamos de todo: gritos, pataletas

y míranos ahora,

no queremos dar el crédito de la vida,

porque a final de cuentas ¿qué?

respiramos a mitad de algo, y, cuando íbamos a ser felices,

nos interrumpen.

La luz artificial de las cosas

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