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Presentación
ОглавлениеPara el Departamento de Bioética de la Universidad El Bosque es un orgullo presentar el volumen 32 de la Colección Bios y Ethos, que reúne el trabajo investigativo de seis egresados de la Maestría en Bioética. Estas reflexiones, procedentes de sus trabajos de grado, formulan aportes que permitirán ampliar desde la bioética las perspectivas para contar con criterios que permitan una correcta toma de decisiones en los diferentes escenarios relacionados con el cuidado de la vida humana y no humana. Los trabajos se desarrollaron en tres de las áreas de investigación del Departamento: Fundamentos de Bioética, Bioética y Ambiente y Bioética y Salud.
El área Fundamentos de Bioética indaga sobre el modo en que las perspectivas procedentes de disciplinas, prácticas y saberes diversos contribuyen al desarrollo de capacidades y posibilidades de conocimiento; asimismo, estudia la manera en que el advenimiento de los nuevos retos de la sociedad del conocimiento supone para la bioética nuevas formas de reflexión, decisión y actuación en torno a las implicaciones éticas de los recientes desarrollos y usos de las biotecnologías y la biomedicina.
En esta área se enmarca el trabajo de Carolina Gómez García, psicóloga y especialista en Psicología clínica, titulado “Oscuro bosque oscuro, una historia de terror: una reflexión bioética en torno a la dignidad humana”, inscrito en la línea de investigación “Bioética narrativa” y dirigido por el médico y magíster en Bioética Boris Julián Pinto. Esta reflexión permite un acercamiento a la noción de dignidad mediante la hermenéutica como herramienta metodológica, a partir de la mirada europea de Kemp y Rendtorff y la mirada latinoamericana de Eduardo Galeano. La autora efectuó un análisis reflexivo de la novela de Jorge Volpi Oscuro bosque oscuro, una historia de terror que, en sus palabras, “debe trascender la narración para comprometer todos los aspectos de nuestra vida cotidiana y reflejarse en un análisis permanente de los conflictos personales y sociales en relación con la dignidad y con fundamento en los principios bioéticos”. Su propuesta es fortalecer nuestros fundamentos éticos y estructurarlos de tal forma que no seamos víctimas del discurso del poder y terminemos perdiendo la dignidad o despojando a los demás de ella.
A la misma área, Fundamentos de Bioética, corresponde la investigación del teólogo Juan Gabriel Madrid Restrepo, “Aporte bioético a la antropología teológica católica respecto al trato que el ser humano da al medio ambiente: una aproximación a la ética de la responsabilidad”, que se desarrolló en la línea de investigación “Saberes, epistemologías y prácticas en bioética” bajo la tutoría de la psicóloga y magíster en Bioética María Victoria Rodríguez. El autor se propuso identificar aportes y fundamentos bioéticos que permitan optimizar la relación entre el ser humano y el medio ambiente. Plantea que tanto a la bioética como a la antropología teológica les concierne la vida en todas sus formas y dimensiones, y que la ética de la responsabilidad posibilita a la antropología teológica un diálogo abierto en perspectiva bioética. Esta, a su vez, permite la aproximación a otros seres no humanos, bióticos y abióticos, brindándoles un significado en virtud del cual no se los discrimine y en el que se consolide el respeto por la diversidad de la vida en todos sus modos de existir.
El área Bioética y Ambiente es un espacio abierto para el debate y la construcción de los elementos básicos que permitan delimitar, analizar e interpretar bioéticamente los problemas ambientales. Tiene como objetivo avanzar en el acercamiento entre éticas ambientales y bioética, y son de su interés los problemas éticos que surgen de la aplicación de las tecnologías en el ambiente y sus implicaciones, y su abordaje a través del desarrollo de epistemes y métodos que respondan al carácter inter- y transdisciplinario de la bioética.
A esta área pertenece el trabajo “Aporte del principio de beneficencia de la bioética principialista a la gestión ambiental del humedal Córdoba en Bogotá”, de la ingeniera ambiental, abogada y especialista en Gerencia de salud ocupacional Deily Carol Sierra Ramírez, que se desarrolló en la línea de investigación “Evolución y problemas ambientales” bajo la tutoría de Edna Rodríguez Fernández, licenciada en Química y Biología y magíster en Bioética. En él se visibilizan algunos aportes del principio de beneficencia de la bioética ambiental, aplicados al conflicto socioambiental del ecosistema del humedal Córdoba. A partir de una rigurosa revisión bibliográfica, visitas de campo y entrevistas semiestructuradas, la autora contribuye a la formulación conceptual de un principio de “beneficencia ambiental” consensuado, que puede favorecer la implementación del programa “Educación, Comunicación y Participación para la Construcción Social del Territorio en el Humedal Córdoba”, parte del Plan de Manejo Ambiental.
El área Bioética y Salud estudia las transformaciones ocurridas en el seno de las sociedades actuales a consecuencia tanto de los avances tecnocientíficos como de las nuevas dinámicas sociales en épocas de multiculturalidad y globalización, que suscitan cambios en la salud y el bienestar de los seres humanos, en la relación médico-paciente, en las concepciones de salud y enfermedad, en las visiones sobre la vida y la muerte y en la justicia en salud, entre otros aspectos. Además, reflexiona acerca de las prácticas de la bioética, sus metodologías e instrumentos en relación con la toma de decisiones en estos contextos.
En esta área se desarrolla el trabajo del médico cirujano, anestesiólogo y especialista en cuidado intensivo César Orlando Enciso Olivera, “El paciente crítico, una familia enferma: descripción de la experiencia de la familia de pacientes adultos hospitalizados en cuidado intensivo a través de la teoría de la intersubjetividad”, realizado bajo la tutoría del doctor Boris Julián Pinto. En él se ponen de relieve varios aspectos que contribuirían a una experiencia más positiva para los familiares de los pacientes que se encuentran en las unidades de cuidados intensivos. Sus hallazgos permiten ofrecer algunas pautas para una práctica de cuidado enmarcada en la bioética, en la que el reconocimiento de la subjetividad favorezca el desarrollo de los planes de intervención teniendo en consideración tanto la necesidad de los familiares de contar con un espacio donde sean escuchados y tratados como seres humanos con necesidades particulares, como el replanteamiento de algunos procedimientos administrativos que hoy deben ser asumidos por los familiares.
En la misma área se encuentra el trabajo de Juan David Figueroa Cuesta, médico y cirujano de mama y tumores de tejidos blandos, “Mediación bioética intercultural en la resolución de dilemas bioéticos en salud con comunidades indígenas”, realizado también bajo la tutoría del doctor Boris Julián Pinto. El autor se propuso identificar el aporte de la mediación bioética intercultural en la resolución de un caso siguiendo los pasos planteados por Neveloff y Liebman. La premisa es que el profesional formado en bioética puede servir como interlocutor entre las partes para llegar a una decisión que respete las diferentes posturas y proporcione el mayor beneficio al paciente. El autor también reconoce el aporte de la metodología de resolución de conflictos elaborada por Diego Gracia, aunque considera que su aplicación en espacios interculturales deja vacíos y puntos sin resolver. Concluye que la mediación bioética intercultural puede proporcionar las bases de una atención en salud más armónica con la diversidad étnica de nuestro país, al tener en cuenta la heterogeneidad cultural y las distintas visiones que existen sobre el proceso salud-enfermedad.
También en el área Bioética y Salud, pero en la línea de investigación “Prácticas y significado del consentimiento informado”, se encuentra el trabajo de la terapeuta ocupacional Patricia León-Munar, “Comprensión de la información suministrada a la familia como parte del proceso de obtención del consentimiento informado en una unidad de intervención en crisis en salud mental”, que se desarrolló bajo la dirección de Constanza Ovalle, odontóloga y doctora en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud. Mediante el uso de herramientas propias de la metodología cualitativa, la autora identificó los problemas de comprensión de la información suministrada a los familiares de los pacientes durante el proceso de consentimiento informado (PCI) en una institución especializada en intervención en crisis en salud mental. Los resultados evidenciaron que, a pesar de que las familias perciben como apropiado el lenguaje utilizado por los médicos, la optimización de agentes externos como el tiempo y la relación médico-familia permitiría una mejor comprensión de la información. También se identificó que la mayoría de los profesionales de la salud desconocen en qué consiste el PCI, y que la información suministrada a las familias no fue entendida en todas las oportunidades, por lo que se propone la implementación de una estrategia que permita su plena comprensión. Finalmente, la autora indica que es muy poco lo que se ha investigado acerca de la aplicabilidad del principio de beneficencia en salud mental.
Esperamos que este documento académico, en el que se ofrecen diferentes perspectivas bioéticas para la resolución de dilemas profesionales y para la toma de decisiones en conflictos cotidianos, tenga gran aplicabilidad en la sociedad actual y contribuya a enriquecer la reflexión y la discusión bioéticas en escenarios nacionales e internacionales.
Jaime Escobar Triana, M. D., Ph. D.
Director del Departamento de Bioética
Universidad El Bosque
Bogotá, Colombia, 2019