Читать книгу Puentes de Luz - Carolina Ramírez Alcoholado - Страница 11

Primero, cambiar la forma de pensar implica iniciarse en una disciplina. Sin ella, no hay logros. Esto significa comenzar a meditar para acallar vuestros pensamientos. Cuando lo hagáis, veréis cómo vuestra mente no para de generar ideas, preocupaciones, juicios, ansiedad y pensamientos que van y vienen sin parar.

Este será en un comienzo, escucharéis ese ruido que emite vuestra mente, mas no podéis desistir.

La mente está formada por creencias, pensamientos, ideas y la visión que tenéis sobre vosotros mismos y sobre los otros. Meditando, poco a poco la mente se irá calmando para quedar vacía, pero debéis ser muy perseverantes para lograrlo.

Todos los días podéis regalaros tiempo para meditar, pues el proceso de autoconocimiento va de la mano con reconocer el funcionamiento de vuestra mente. Por lo mismo, viajando a las profundidades de vosotros comienza en realidad el retorno a casa.

La meditación es un medio para vaciar vuestra mente y así sentir vuestra esencia y corazón para conectar desde lo profundo con la sabiduría interna. Luego comprendéis que todo lo que hacéis, ya sea respirar, lavar, pasear, bailar, contemplar, si es hecho con consciencia y con vosotros presentes, se convierte en una meditación. La vida misma es vuestra meditación, ya que todo es consciencia: lo que pensáis, habláis, sentís.

Entonces, ¿qué pensáis, sentís y habláis? ¿Lo sabéis realmente? Esto debe estar en una sola sintonía y ser coherente.

Al comenzar este camino espiritual, se va adquiriendo cada vez mayor consciencia y no es posible volver atrás, pues no se puede borrar lo aprendido y experimentado en el alma.