Читать книгу Puentes de Luz - Carolina Ramírez Alcoholado - Страница 22
TRANSFORMÁNDOSE EN DIAMANTES DE LUZ
ОглавлениеCuanto más andáis, cuanto más avanzáis, más energía-luz alcanzáis. Sois como perlas, como diamantes, que bajo la presión van generando su avance. En el silencio, en lo profundo, yacéis aguardando el momento de la transformación para salir al mundo como lo que realmente sois.
La Tierra, como madre en su vientre, guarda el proceso de gestación hasta dar a luz el brillante que sois. Fuisteis carbón y ahora sois merecedores de brillar con honor y así glorificar definitivamente vuestro espíritu.
Sois diamantes divinos con energía cristalina que nutre vuestra alma, energía de luz que recorre vuestras venas, todo vuestro cuerpo. El diamante que sois pasó un largo proceso de pulido y presión, para hoy brillar con intención.
Lleváis el sello de Dios impreso en vuestro corazón, lleváis el sello dorado de la luz divina que guía siempre vuestros pasos.
Es tiempo de empoderar lo que sois. es tiempo de caminar con la frente en alto, caminar erguidos, porque la luz os dignifica siempre. Sois herederos de este preciado tesoro que se oculta como crisálida lista para echar el vuelo a esferas cada vez más elevadas.
Solo llegaréis si os despojáis definitivamente de todo aquello que ya fue en vosotros. Liberaos para ser liberados, amad para ser amados, soñad para que os sueñen. Respirad profundo para que el aire os sienta.
Sed simples, sencillos para vivir, pensar y sentir. No os compliquéis tanto, pues lo que deba suceder va a pasar de todas maneras, lo queráis o no. Entonces, ¿por qué mejor no comenzáis a disfrutar de vuestra estadía en la Tierra? He aquí vuestro paraíso perdido, he aquí vuestra gran victoria.
Vuelvo a decir que sois diamantes, no os quedéis solo en el carbón. ¡Transformad, soltad, id y andad!
Mis queridos, mis amados, cuánto se le quiere a cada uno, es momento de levantarse, es momento de izar vuestra bandera de luz.
Puedo escuchar sus corazones sedientos de amor, agonizantes de cariño fraternal y de verdad. Uníos, hermanos, el tiempo ha llegado, el tiempo es hoy. Brindad con el cáliz de la resurrección del espíritu, que es eterno.
Quedad en mi paz,
Jesús, el Cristo