Читать книгу Puentes de Luz - Carolina Ramírez Alcoholado - Страница 8

REFLEJOS Veo lo que veo a través de ti. Todo lo veo, lo percibo, lo siento. Veo los espejismos de la aparente realidad, el reflejo de mi sombra que camina entre los no muertos; están vivos, pero no despiertos. Veo el reflejo de mi alma en todo lo que me rodea y me trae calma, en los espacios vacíos por donde entra luz a mi alma. Veo el torrente de la vida, cómo fluye sin demora, avanzando siempre dentro de su ritmo, único e individual para cada alma. Veo que todo habla, la vida se expresa en la simpleza que solo aprecia el alma del que sabe y siente con los ojos del alma. Veo tanto y aun así no veo nada, en una sola vida no puedes llenar completamente al alma. Veo que mi existencia se prolonga a través de tantos disfraces, personajes creados para envasar mi alma; no importa porque es parte de este viaje eterno del espíritu para descubrir lo que en una sola vida no he podido. Veo mi reflejo en las pequeñas grandes almas de mis hijos, con temor y sabiduría propia llegan a este mundo bajo mi cobijo. Yo me veo en ellos, ellos se ven en mí, somos el reflejo sin tiempo del amor que no tiene fin. Me veo en mis padres, me veo en mis hermanos, me veo en todos aquellos que miro a los ojos, traspasando hasta el fondo donde anidan sus almas que, al igual que la mía, solo buscan amor y calma en ese espacio infinito, sin juicio, sin mente, donde se abraza a los seres que están aquí transitando este tiempo como mi alma; no somos diferentes. Veo la vida y ella me ve hoy, veo con los ojos de mi corazón abierto, dispuesto con miedo, pero valiente; con temor, pero con amor. Soy humana. Me veo, me siento, me reconozco en mi pequeñez, en mis miedos e inseguridades. Cielo, abrázame siempre fuertemente, dame el valor de seguir viéndome sin temor. Los velos caen con amor, aunque causen dolor; el dolor también trae el amor para ser la que soy