Читать книгу Ecos australes que el viento guardó - Catalina Ferrada - Страница 3
ОглавлениеA LOS SELK’NAM
Suspendida al viento en susurro lejano escuché tu nombre,
y haciendo girones mi alma, rocío invierno surcó los
cristales de mis ventanas.
En la luz de tus ojos sucumbieron todas las flores y gran
resplandor anunció tu alborada.
A ti, selk´nam, que tanto supiste de la tierra y el cielo, que
hiciste tu alma gaviota.